En este día tan especial, saludo a todas mis amigas del facebook y de la vida con un abrazo sincero y fraterno, bogando para que su lucha diaria, tenga su merecido premio: en el amor de sus hijos, en el reconocimiento humano de cada compañero, en el respeto por sus derechos y por ende, en una mejor calidad de vida.-
Reconozco que para mi generación y las anteriores a la cual vivimos, fuimos criados y educados en una sociedad "patriarcal".....en una sociedad "machista", donde el rol de la mujer, desarrollaba un papel secundario, estaba "radiado" de las voces principales de la casa y sus tareas eran: cuidar del hogar- con todo lo que implicaba esta condición- y procrear, cuidar y tratar de educar a los hijos (que muchas veces constituían numerosa prole).....
Ni hablemos de que como "premio" muchas veces cundía el maltrato de palabras o corporal, de parte de sus esposos, compañeros u ocasionales amantes y de que estaba supeditada a lo que éstos, dijeran.-
Por suerte, los tiempos han cambiado y hoy, reconocemos el papel fundamental que tiene una mujer en el hogar, en la educación de los hijos y en su desempeño cultural, social, económico y político.-
Pero quiero compartir algo de lo pasado con todos y todas las amigas del facebook, porque constituye (al menos para mí) parte de la historia de Vergara y parte de las vivencias "machistas" que marcaron el discurrir inexorable de una época.-
Eran tiempos de guerra y el espiral sangriento de 1904, era el telón de fondo, para el protagonismo de las divisas blancas y coloradas.-
Poco importaba la vida de cada ciudadano y aunque parezca mentira, ella, era tan poca cosa, que dependía del centelleante filo de una daga o de una bala disparada por un fusil o por un cañón.-
En Vergara, muy pocos o casi nadie conoce el nombre de una mujer, mestiza de guaraníes, esposa del moreno Francisco Rodriguez, que apenas tenían un rancho y algo más, que seguían la divisa colorada y que se llamó: Consuelo Silva de Rodriguez....
Fue con su esposo a la guerra, montando a caballo e incorporada a la División Treinta y Tres, que mandaba el Coronel Basilisio Saravia.-
Considerada simplemente, como una "china" de la División, donde lavaba ropas, cuidaba enfermos, heridos y moribundos, trasladaba municiones hasta el "Parque de Guerra" y hasta se comidió en ayudar a otras similares a parir en pleno desarrollo de la contienda, las cuales, por regalar "favores sexuales" a la soldadesca, eran tildadas de "perras" por el General Justino Muniz, que las veía dentro de su ejército, como "un mal necesario" para calmar los apetitos sexuales de sus seguidores....
Allí, estaba Consuelo Silva, acompañando a su marido y viviendo la aureola sangrienta y patética de Tupambaé, en junio de 1904, considerada una de las peores batallas que han registrado los anales de la historia nacional......
No estuvo en Masoller (donde hirieron mortalmente al General Aparicio Saravia) dado que la guarnición de Basilisio se encontraba apostada en Tacuarembó, pero luego que culminó la contienda, volvió con su esposo a Vergara, continuaron su vida de pobreza y de carencias, criaron como pudieron a sus hijos, hasta la muerte prematura de Francisco Rodriguez.......
Gracias a don Guillermo Terra Gallinal, un gran hombre de Vergara (también casi olvidado) que militaba en filas del Partido Colorado y que bregó mucho por los humildes, Consuelo Silva de Rodriguez, obtuvo la "Pensión de Servidores de la Patria" y de alguna forma pudo mitigar la miseria que la siguió rodeando en sus últimos años, casi baldada por un reuma incipiente, que no le daba tregua y que se la llevó exánime, hasta una fosa sin número y sin nombre, del cementerio viejo de Vergara......
Muy pocos la acompañaron hasta su morada final, envueltos en lutos desteñidos, en llantos apagados y en alpargatas desflecadas...
No hubo presencia de "caudillos", ni de discursos coloquiales, ni de coronas ostentosas, que cubrieran su sepultura.....
Sus huesos, entregados al vientre germinal y oscuro de la tierra, se extraviaron para siempre.-
Pero su recuerdo quedará prendido a estas líneas.-
Solo pido, que las generaciones de los nuevos tiempos que opten por leer estas memorias, tomen conciencia de cuántas "Consuelos Silvas" más, hubieron y han habido, a todo lo largo y ancho del país.-
Sin embargo, se han diluido para siempre, en el metal corrosivo del anonimato....
Mi consideración y mi debido respeto, hacia todas ellas!!
Texto: Jorge Muniz.-
Vergara, 8 de marzo del 2017.-
