miércoles, 21 de diciembre de 2022

 En estos días de diciembre, cuando volvemos los ojos a la historia e irremediablemente nos encontramos con el "Sitio de Paysandú", también es dable recordar a aquellas abnegadas mujeres, sanduceras o no, que no quisieron abandonar a los sitiados y que prestaron sus auxilios, como: cocineras, enfermeras, alcanzando municiones en los distintos cantones, preparando fósforos cuando escasearon los fulminantes, alcanzando baldes con agua para que los combatientes mitigaran la sed, compartiendo un mate, en la tregua de las trincheras y hasta, ayudando a morir a los heridos graves, fingiendo una sonrisa en el rostro, mientras los labios musitaban una oración a Dios y una lágrima se asomaba tímida, tratando de empañar el espejo refulgente de la pupila.-

Del libro "El silencio y la voz" de Aníbal Barrios Pintos, se extrae el nombre de algunas valerosas y abnegadas mujeres, que no quisieron irse para la "Isla de la Caridad", porque querían cuidar de la guarnición defensora de la ley, más allá de que en la misma, estuvieran sus propios esposos, hijos y /o demás familares.-
Algunas de estas mujeres, ya habían soportado el "Sitio de Paysandú" de 1846 y habían visto morir a sus familiares más próximos.-
Si el General Leandro Gómez y sus fieles y valientes soldados, se merecieron el bronce de la memoria eterna que vive en las palabra escrita; también, estas mujeres, se merecen el mismo homenaje, aunque algunas de ellas, fueron sepultadas por el anonimato.-
Acá están: Rosa Rey Olaguibe de González, esposa del Sgto. Mayor Torcuato González, madre de Rosa (que también ayudó en esos momentos) y de los combatientes: Manuel y Exequiel González Olaguibe. Ella, era montevideana y al final del sitio, se presentó ante el General Venancio Flores, para pedirle la libertad de los prisioneros (donde estaban su esposo y sus dos hijos) petición que fue concedida.-
Josefa Catalá de Ribero (hija del pedagogo español Catalá y Codina) y esposa del Comandante Pedro Ribero, muerto, casi al final del sitio.-
Juana González de Aberastury, bonaerense, sobreviviente del "Sitio de 1846", donde fue asesinado su esposo el Teniente Eugenio Aberastury, por las tropas al mando del General Fructuoso Rivera, en la puerta de su misma casa y luego de haberse rendido.-
Manuela Marote de Raña, correntina, esposa del extinto Comandante José María Raña, hermana del combatiente Abelardo Marote y madre del también combatiente Emilio Raña, herido de muerte en las postrimerías de 1864.-
Esta señora, en 1846, había tenido un Hospital de Sangre, en su casa y en 1858, presidió la "Sociedad Filantrópica de Señoras".-
Isabel Abreu de Merentiel, montevideana, esposa del artista francés Calixto Merentiel, que fue defensor de Paysandú en el sitio de 1846. Esta señora, fue quien cuidó hasta sus últimos momentos de vida, al General Lucas Píriz, en la casa del Sr. Marcos Meslier, residencia para donde se había trasladado la familia.-
Rafaela Francia de Ribero, oriental, esposa del brasilero Maximiano Ribero de Almeida, madre de: Adelina Ribero de Aberastury (también presente en la emergencia) y de los combatientes: Pedro, Máximo, Atanasio, Orlando y Rafael Ribero Francia.-
Ya dije, que Pedro (que era masón) fue muerto en las postrimerías del sitio en 1864 y en el patio de la casa de Maximiano Ribero de Almeida, fue donde se produjo el fusilamiento de Gómez, de Braga, de Acuña y de Federico Fernández (que era un artillero, afiliado al Partido Colorado).-
También estaban dentro del recinto fortificado, las Sras. Estefanía Villar de Vila (esposa del Coronel Laudelino Cortés) Dolores Gordon de Mongrell (esposa del Dr. Vicente Mongrell- médico personal de Leandro Gómez y de la guarnición de Paysandú) Etelvina Ribero de Llantada , sanducera, junto a su madre doña Rafaela Francia y María Correa Torigall, brasilera, quien a pesar de que su esposo combatía en el ejército de los sitiadores, ella, optó, por prestar servicios en el Hospital de Sangre, ayudada por la viuda del Dr. Sebastián Berenchel (médico en la "Guerra Grande") y de la cual no se ha podido obtener nombre.-
Tampoco se puede omitir, a la Srta. Magdalena Pons (hermana del combatiente Rafael Pons, que vino a morir en la "Batalla de Tres Árboles" el 17 de marzo de 1897) quien burlando a los sitiadores,
Sra. Manuela Marote de Raña

pasó oculta en su falda, una carta del gobierno nacional para el General Leandro Gómez, la noche del 12 de diciembre de 1864.-
Magdalena Feijoo de Braga, bonaerense, madre de los combatientes: Eduardo, Antonio y Casimiro Braga Feijoo, quien a pesar de haberse ido para la "Isla de la Caridad", todos los días, iba hasta la plaza de Paysandú, para ver a sus hijos.-
Delmira, hija de esclavos, quien estuvo hasta el final del sitio e intercedió ante las fuerzas del General Flores, para que no quemaran casas (lográndolo, en algunas oportunidades) y pidiendo por la vida de otras mujeres anónimas, que también habían quedado en la plaza sitiada.-
Ana María del Carmen Morales Correa de Correa, nacida en San Carlos (Maldonado) esposa de Carlos Teodoro Correa Gutiérrez, también de la misma oriundez, quien fue intimidada a abandonar la plaza para la "Isla de la Caridad". Ella, era sobreviviente del sitio de 1846, donde vio morir a su hijo Federico, de 17 años de edad.-
Cabe consignar que Ana Morales Correa de Correa, fue una de las hermanas Morales-Correa, que el 24 de abril de 1835, vendieron campos en los aledaños de la ciudad de Vergara (Treinta y Tres) para el también "carolino" José De Castro Vergara (padre de "Juca Vergara") nuestro fundador.-
Esta señora, ya viuda, falleció en Paysandú, el día 5 de febrero de 1858.-
Manuela Marote de Raña, luego de perder a su único hijo Emilio Raña, quien murió dos días después de terminado el sitio, a causa de las heridas recibidas; se fue definitivamente para la Argentina.-

Jorge Muniz.-
Vergara, 21 de diciembre del 2022

 


GENERAL LUCAS PÍRIZ PORTILLO

Consecuente oficial, amigo y correligionario del General Leandro Gómez, durante "El Martirio de Paysandú", se consideró un oriental más, a pesar de que había nacido un día 18 de octubre de 1806, en Concepción del Uruguay (Entre Ríos-Argentina).-
Fue hijo de los esposos: Gregorio Píriz y Dominga Castillo, quienes adquirieron campos cerca de Paysandú y se mudaron para los mismos, cuando Lucas, tenía unos 6 años de edad.-
Por ende, sus primeros trabajos fueron de campesino y chacrero en el campo de los progenitores y en 1825, se sumó a "Los Patrias" que mandaba el General Juan Antonio Lavalleja.-
Combatió hasta 1828, cuando la Provincia Oriental, se independiza, dando lugar al "Estado Oriental del Uruguay".-
En 1832, cuando Lavalleja se insubordina contra el gobierno del General Fructuoso Rivera; Lucas Píriz, se coloca del lado de la legalidad y por lo tanto combate a su antiguo jefe, desde las filas armadas de Rivera.-
Junto a su periplo de soldado, van llegando los ascensos militares y en la "Guerra Grande" y un poco antes de la misma, definitivamente Lucas Píriz, se pone a órdenes del General Manuel Oribe e incluso cuando éste, se fue para la Argentina, Píriz, lo siguió y combatió en su tierra natal, bajo las órdenes de don Manuel.-
El 11 de junio de 1851, ya ostentando el grado militar de Sargento Mayor, se casa con la Sra. Ramona Martínez y establece su hogar, en la hoy, ciudad capital del departamento de Salto.-
En 1855, el gobierno lo nombra Jefe Político y de Policía de Salto, con el rango militar de Coronel y en 1864, se le ordena, tomar el cargo y la defensa de la plaza de Paysandú.-
En ese instante, Lucas Píriz, deja a su familia en Salto y no vacila en concurrir a su puesto de combate y ponerse a órdenes del Coronel Leandro Gómez (a pesar de su superioridad en el grado).-
Hubieron dos motivos, para que Píriz, destinara la Jefatura del combate en manos de Gómez.-
Primero: Gómez, ya había previsto la fortificación y consiguiente defensa de la localidad sanducera.-
Segundo: Lucas Píriz, era masón grado 32 y Leandro Gómez, era grado 33....
Y dio comienzo el "Martirio de Paysandú", donde tanto Píriz, como Gómez, no flaquearon un minuto, a pesar de la desventaja en hombres de armas y en armamentos mismos.-
Lucas Píriz, a cargo de uno de los cantones gloriosos de la defensa, se paseaba entre sus soldados, llevando una galera, con dos pañuelos en su interior, calzando alpargatas y hasta se ha dicho que debido al intenso calor, más de las veces, andaba en calzoncillos....
Pero siempre, estuvo alerta, vigilante y con una tranquilidad pasmosa por momentos, infundiendo coraje y cariño a sus soldados (que lo querían como a un padre). Se puede decir, que sonriéndole a la muerte, mientras la fusilería y los cañonazos de la escuadra naval de Tamandaré, sembraban la ruina, el terror y la muerte.-
El día 1ero de enero de 1865, Píriz y 30 soldados, corrieron a tiros y a lanzazos, a un grupo de soldados brasileros que intentaban tomar el edificio de la Aduana.-
Luego de que los brasileros huyeron en desbandada, Lucas Píriz, se sentó en la puerta de un caserón y se puso a comer unos damascos...
Era, poco después del mediodía y en esos momentos acertó a pasar por el lugar, un Comandante francés, con un parlamentario, que se iban de vuelta para el campamento sitiador, porque Leandro Gómez, los había rechazado.-
Se cuenta que el francés, al advertir la presencia de Píriz (a quien conocía) se acercó hasta el mismo y lo estrechó en un abrazo.-
Poco después, se reinició el sonido de muerte de la fusilería enemiga y casualmente, un tiro de fusil, atravesó el ábdómen del valeroso militar, que seguía comiendo damascos....
El gobierno de Atanasio de la Cruz Aguirre, había ascendido ya tanto a Gómez, como a Píriz, al grado de "Brigadier General".....
Trasladado por sus soldados a una casona vecina, el valenciano Dr. Mongrell (otro masón más) nada pudo hacer por el herido, que sufriendo estoicamente, cerró sus ojos, en la noche de ese aciago 1ero de enero de 1865.-
Lucas Píriz, era miembro activo de la Logia Unión, de Salto y al morirse dejó 10 hijos, entre varones y mujeres: Juana María; Lorenza; Bernarda, Dominga; Julia Sinforosa Romana; Justo Pastor Lucas; Petrona; Ángela; Pedro Pablo y José (que apenas tenía un año de edad).....
Su esposa, Romana Martínez, lo sobrevivió hasta 1891 y ambos, reposan en el cementerio de Salto, en el interior de un panteón, que lógicamente, tiene su simbología masónica, acorde al grado jerárquico del militar caído.-
A casi 157 años de la muerte del Brigadier General Lucas Píriz Portillo, se puede escribir sin duda alguna, que su nombre y su leyenda, adquieren la dimensión de un HÉROE, que no merece olvidos ni tapujos y que su aureola gloriosa, está a la par de la del Brigadier General Leandro Gómez.-
Jorge Muniz.-
Vergara, 21 de diciembre del 2022.-

    

En el año 1784, cuando los peritos vinieron a medir los campos de Bruno Muñoz (ya fallecido) en la zona donde hoy es el "Rincón de Ramírez" (departamento de Treinta y Tres) encontraron varias tolderías de "indios minuanes".-

En mayo de 1785, cuando el piloto Diego de Alvear, recorrió con la comisión demarcadora de límites, "el arroyo Parado", hacia las puntas de los cerros de Guazunambí (cerca de la hoy, ciudad de Melo- Cerro Largo) encontró por el camino a "indios minuanes" que con sus tolderías habitaban la zona.-
Muy lejos en el tiempo y ya en 1871, el irlandés Mulhall (periodista en Buenos Aires y criador de ovejas en "San Blas"- Argentina-) que recorrió en carruaje y a caballo el "Rincón de Ramírez", encontró en la vieja y abandonada charqueada de Ramírez ( 6 kms. al sudeste de "La Catumbera") cerca de la Laguna Merín, a "dos indios" (no dice de que etnia) enfatizando que los mismos eran "muy nadadores".....
En agosto de 1936, falleció centenaria en Vergara, la Sra. Lucía Castillo de Pisso (esposa del italiano Benedicto Pisso) con el cual había contraído matrimonio en julio de 1873, en la zona de "Corrales" (divisoria entre Treinta y Tres y Lavalleja).-
Según los datos aportados por familiares de la extinta, la misma era "INDIA CHARRÚA" y había sido rescatada del campo de "Salsipuedes", siendo una bebita y entregada a un matrimonio de Montevideo, cuyo titular llevaba el apellido " Pérez del Castillo"......
Las brumas del recuerdo, le van poniendo una cortina de niebla, a las tradiciones orales de la familia, que no pueden explicar como "la india" llegó a la zona del arroyo Corrales y fue servidumbre, en la estancia de Fructuoso del Puerto Silvera (el Alcalde que mataron en la plaza "19 de abril" en 1873) con quien procreó una hija, a la cual llamaron: Ramona..... "hija natural de Fructuoso del Puerto"- según escribió en el libro correspondiente, el Cura Ramón Rodríguez- que no lo tragaba ni un poquito a del Puerto y que luego, hasta lo acusarían de la muerte de éste, porque el Cura tenía un arma larga y como nunca se supo de donde salió la bala que hizo estrago en la plaza, ya se comentó de que el Cura, le había tirado desde el campanario de la Iglesia.....
La tradición de los descendientes de "Lucía Castillo", que rememoran lo que ella mismo contaba, no condicen con el Libro de la Iglesia, donde el Cura Rodríguez, al casarla con Pisso, anotó: "que era brasilera, 34 años, hija natural de Cándido Castillo y de Juana Ruiz- nativos de este Estado y ya difuntos"- ......
La duda, seguirá persistiendo, más allá de que se le dé la razón jurídica al documento escrito, pero, los rasgos morfológicos de Lucía Castillo de Pisso, especialmente su cara alargada, de ojos pequeños y pómulos salientes, no difieren para nada, de los rasgos que presentaba aquel extinto Bernardino García, que decía ser descendiente del Cacique Sepé....
Pero más allá de todo esto, quiero ventilar otro dato, al cual se le ha dado muy poca difusión.-
En octubre de 1965, en la Sala 4 del Hospital Pasteur (Montevideo) fue interrogado por el Dr. Martín Morozowicz, un paciente de 90 años de edad, de nombre Serapio Méndez, analfabeto, combatiente colorado en 1897 y 1904, que había sido tropero de José Saravia, en el departamento de Treinta y Tres y quien reconoció que en el año 1893, había visto en campos de Emeterio Barreto (sic) en las costas del Avestruz Grande (5ta. Sección de Treinta y Tres) a unos 8 o 10- "indios charrúas, piel oscura y nariz aguileña, como "caranchos"- que habitaban una parte del campo, "muy sucia y llena de cruceras".-
Que estaban muy pobres. Sobrevivían de changas en las estancias cercanas. Estaban "agauchizados". Vivían en unas chozas bajas de ramas de envira y de cipó, con el respectivo canal a su alrededor. Que no les gustaba mucho que los molestaran "con visitas" y que las mujeres, "tenían el pelo a la altura de las pantorillas".... Que ese tema, le había llamado mucho la atención.-
Según Serapio Méndez, al parecer nacido en 1875 en Cerro Largo, tenía también el testimonio de un tío suyo, que había peleado en 1904, del lado de los blancos; que en la "Revolución de los Farrapos", éstos, habían utilizado a "indios charrúas" para la vanguardia de los ataques y que de noche para que no se escaparan, "los ataban a las ruedas de las carretas"........
Lo más probable, que el dueño del campo que significaba Méndez, era : Eleuterio (y no, Emeterio) Barreto y no es de dudar tampoco que dichos indios, fueran los remanentes charrúas que tuvo en su estancia el antiguo terrateniente vasco: Ramón Rudecindo De Lago Fernández, que le brindó su apellido a los "Cerros de Lago", fue esposo de Juana Ramírez Rodríguez y patriarca de una estirpe, que hasta ahora se perpetúa en el tiempo en el departamento de Treinta y Tres.-
No en vano, el patriarca De Lago Fernández, fue uno de los tatarabuelos maternos de: Ramón María Alaníz Lago, un extraño personaje que vivió en Vergara, a partir de la década de 1910, formó familia de dos matrimonios que tuvo y fue conocido por "El Indio" Alaníz.....
En fin, otro hilo conductor, para quienes quieran seguir investigando....
Jorge Muniz.-
Vergara, 20 de diciembre del 2022.-
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 ..... "Diciembre 18 de 1864. El ayudante Fonseca y el Teniente Pons encontrándose puede decirse aliviados de sus tareas, se les ocurrió recorrer la línea de fortificación y visitar a sus compañeros y emprendieron la marcha; pero llegan a un sitio y ven fuera de trincheras unas gallinas que la casualidad había conservado allí. En el acto forman el plan de tomarlas y resuelven que en la noche las mansas aves debían sufrir un asalto. A la vuelta con la codiciada presa, los expedicionarios se extravían y entran a un patio donde se encontraba un hombre durmiendo (....) Era el coronel Azambuya también se hizo cómplice de esta aventura porque aceptó una de las gallinas "......

Coronel Tristán Azambuya

Esto sucedía del lado blanco, en Paysandú.-
Del lado colorado (los sitiadores) Fausto Aguilar, le hacía escribir a su esposa: .... "Los blancos no hacen por la riña; se apretan (sic) el gorro sin pelear. No se precisan armas para ellos sino rebenque "......
(Extraído del libro "Solo cuando sucumba" de César di Candia- Págs. 49 y 51- Editorial Fin de Siglo- Noviembre del 2003).-
Invariablemente, el mes de diciembre en el Uruguay, a quienes gustamos de la historia y de las epopeyas pasadas, nos llama una y otra vez, a volver sobre "El Sitio de Paysandú", una gesta inolvidable, donde más que los enfrentamientos entre blancos y colorados; entre masones y católicos; entre masones mismos; entre brasileros, argentinos, orientales contra orientales y otros que defendían la enseña bicolor; fue una terrible tragedia, donde estuvo en juego LA SOBERANÍA DE LA PATRIA.-
Y acá especialmente, se enfatiza en el Leandro Gómez, héroe de la República Oriental del Uruguay, más, que héroe del Partido Nacional. Y eso lo tuvo claro desde el inicio de las hostilidades el General Gómez; como pareció no tenerlo claro el General Venancio Flores, quien se embarcó en una aventura de intrigas y de patrañas, que pudo bien, haber reivindicado otra "nueva Cisplatina", con el complot del Presidente argentino Bartolomé Mitre....
Lamentablemente, los tres complotados: Flores, Mitre y el Emperador Pedro II, no les bastó con lo conseguido y terminaron embarcándose en la "Guerra de la Triple Alianza", arrasando vidas y bienes, en el Paraguay.-
(Foto: Coronel Tristán Azambuya. Era brasileño, masón y servía a la guarnición sitiada de Paysandú. Falleció en combate, en las postrimerías del sitio).-
Jorge Muniz.-
Vergara, 19 de diciembre del 2022.-