sábado, 22 de diciembre de 2018

"EL PAVO DE DOÑA BELMIRIA".....
Muchas veces me he referido a doña Belmiria Patricia Alves Pereira Machado de Gigena, la dueña del caserón que existía donde hoy, físicamente, se levanta el Liceo "Dr. Braulio Lago Miraballes", en la ciudad de Vergara.-
Era la hija mayor, del matrimonio constituido por el "gaúcho" nacido en Herval o Erval (Río Grande del Sur-Brasil) Venâncio Alves Pereira y la oriental, Dorotea Machado Fernández, nacida en "Molles de Godoy" (Lavalleja), heredera de la saga de aquel riograndense Daví Fernandes Souto, amigo personal del General Manuel Oribe, (tío materno de "Yuca Vergara") esposo de la también riograndense Comba Machado Fernandes y dueño de campos y más campos en los alrededores de "Nico Pérez".-
De él, se cuenta que dejó por lo menos 7 barricas repletas de libras esterlinas enterradas en algún lugar, que ni él mismo se acordó de decir cuando ya estaba anciano, ciego y con una incipiente "porfiadera" que rayaba en una supuesta demencia senil.....
Tan porfiado era, que nonagenario ya, cuando sus hijos lo llevaron para la floreciente población de "Nico Pérez" y le consiguieron una casa confortable y acogedora, se "atufó", se les ganó en la cama, no quiso comer más y se echó a morir.....
De allí, lo sacaron "con los pies para adelante", rumbo al cementerio de la localidad, donde se había mandado hacer un pantéon, con la consiguiente orden de que la réplica de su cara, estuviera mirando eternamente, hacia los que habían sido sus heredades.-
Pues bien, su nieta materna, doña Belmiria o "la vieja Belmiria" (como la llamaban las lavanderas del arroyo Parao, que contaban que a la pasada por el caserón, les chumbaba uno de los perros que tenía) y la criticaban abiertamente, porque según documentó Serafín J. García, le vendía las bostas de vaca del pastoreo contiguo al caserón, al herrero Bruno José Gurruchaga Senosiain, a 20 pesos cada bolsa; estaba viuda desde 1923, de don Leoncio Gigena, comerciante desde 1905, hacendado, "prestamista" y protagonista del primer accidente de tránsito que hubo en Vergara (a pesar de que odiaba los autos) y vivía en el caserón acompañada por un moreno que era el asistente (hacía los mandados, barría los patios, cuidaba de las gallinas, etc.) la cuidaba de cerca su hija: doña Mamerta Belmiria Gigena Alves de Padula y la acompañaba casi que permanente uno de sus nietos: Natalio Leoncio Vergara Gigena "El Trompo", que era Escribiente de la Policía, en la Comisaría de Vergara.-
Todo sucedió en la noche de un 22 de diciembre de los primeros años de la década de 1940.-
Doña Belmiria, estaba "cebando" un pavo para comerlo tradicionalmente en la fiesta navideña y cual no sería su sorpresa cuando el día 23 de diciembre en horas de la mañana, tras levantarse temprano (como era su costumbre) y al abrir la puerta principal del caserón, encuentra colgada del pomo de la misma, la cabeza con la sangre coagulada del plúmífero y un cartel colgado del pomo de la puerta....
Tremenda sorpresa !!!!...
La vieja, súbitamente, retrocedió unos pasos, después, se armó de coraje, reonoció que era la cabeza del pavo que estaba "cebando" para la Navidad y atropelló, con sus pasos cortitos y "falando" palabras en portugués, como lo hacía bastante seguido.-
Sacó la cabeza del "finado" plúmífero y entonces se animó a leer el cartel, que manuscrito con lápiz y sobre una hoja blanca de cuaderno, documentaba la siguiente "cuarteta":
"Disculpe, mama Belmiria,
he peleado con fiereza,
me llevaron todo el cuerpo,
pero salvé la cabeza".......
Después, las "malas lenguas" del pueblo, se enterarían que uno de los cómplices del "homicidio" en cuestión, había sido el propio "Trompo" Vergara y los autores del hecho, no eran otros, que: "Perico Diogo" (que se llamaba Pedro da Silva Gigena y era nieto de doña Belmiria) y "El Sijo" Ledesma (uno de los grandes amigos de Serafín J. García) y por supuesto, que uno de los expertos, en vaciar gallineros ajenos.-
(Escuchado a "El Gordo" Sarasola y a "Pepe" Vergara).-
Texto: Jorge Muniz.-
Vergara, 22 de diciembre del 2018.-

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