"LOS VENDEDORES DE CUCHILLOS SOLINGEN".......
Una de las tantas historias del "Rincón de Ramírez" que ha quedado perdida entre las memorias comarcanas.-
Eran tres individuos del sexo masculino, vestidos como gauchos (sombreros aludos, bombachas y alpargatas), portaban valijas en sus manos y se desplazaban por el campo, no perdiendo de vista la costa del arroyo Parao por el noroeste del Departamento de Treinta y Tres.-
Se presentaban como que eran tres hermanos de apellido "García", vendedores de cuchillos marca "SOLINGEN", con sendas valijas en sus manos y preguntaban a las casas donde iban llegando y en algunas hasta hicieron noche:- Queda lejos el Brasil?....
Indudablemente, esta pregunta fue la que los terminó entregando, dado que la gente del campo en todos los tiempos ha sido muy observadora y muy previsora, producto de la propia sobrevivencia humana.-
Era de desconfiar y mucho....
Así fue que con el sol de un mediodía de primavera, de la década de 1950, los tres individuos llegaron al establecimiento de campo de Cloromildo Machado Larrosa.-
Ofrecieron los cuchillos, nadie les compró; pidieron para descansar un rato, fueron obsequiados con el almuerzo de la casa y poco después partieron, no sin antes efectuar la pregunta de rigor:- Queda lejos el Brasil ?....
Cuando dieron la espalda, Cloromildo, que era el Juez de Paz de la Tercera Sección de Treinta y Tres, le dijo a uno de sus hijos, conocido por "El Marreco" (que luego fue Policía en el Rincón) y a Mario Pires:- Estos son malandros.....Fijensé que preguntaron si quedaba lejos el Brasil....Andan vendiendo cuchillos, cortando campo y todavía hasta se enredan en las bombachas....Tá visto qué son gente de ciudad !....
Y sin pensar ni un minuto más, lo mandó a Mario Pires, que fuera a dar cuenta de inmediato a la Sub Comisaría de la Tercera Sección, sita en el poblado del "Arrozal 33".-
Desde allí y ante el aviso del Juez de Paz Seccional, partieron tres Policías a caballo: el Cabo Pedro Varela Núñez (a quien apodaban "El Sordo", a la vez que aclaro que "Varela" era el segundo nombre de pila) y los Agentes de Seguridad: Darmín Olivera y Gregorio Efrén Fábrica.-
Cuando el sol de esa tarde de primavera, comenzaba a declinar sobre el horizonte, a la altura del paraje los "Cuatro Vientos", el Cabo Núñez (que había sido del Regimiento 7mo. de Caballería en su juventud) les señaló con su índice derecho y les dijo a Olivera y a Fábrica:- Mirá, allá van los tres tipos !...
Corroborado el hecho por los otros Policías, les dijo Núñez: - Vamos a "componer" los aperos, dejar que los caballos coman un poco y tomen agua y vamos a vigilar a ver que rumbo agarran....
Policías conocedores "a pata de caballo" de la Sección, no les costó mucho intuir que "los García" habían buscado el rumbo del Sarandí Grande y allí cerca la casa más próxima era la de don Juan Barneche López.-
Trote y tranco de Nüñez y de su gente, los llevó a establecer con total certeza que los individuos habían llegado a la casa de don Juan.-
Y allí arribaron cuando el sol comenzaba a derretirse en la laguna del poniente y las primeras estrellas comenzaban a guiñar desde la bóveda del cielo.-
Todo el accionar se diluyó en unos pocos minutos, dado que uno de "los García" cuando vio a los tres Policías llegar al trote de sus caballos, no se contuvo y desde el galpón donde se encontraban, en compañía de José Barneche Silva (uno de los hijos de don Juan) se le escapó el grito delator: - Los milicos !!!!! Y de inmediato trató de prenderle fuego a una de las valijas.-
Pero era tarde ya, porque el Cabo Núñez y los Agentes: Olivera y Fábrica, habían echado pie a tierra y los estaban apuntando con sus fusiles Mauser, pidiéndoles que se entregaran.....
Al punto, acudió el dueño de casa; los tres hombres se entregaron, se les quitaron revólveres y cuchillos que portaban en la cintura y los tres, fueron asegurados por "un maneador"....
Confesaron que habían robado un Banco en Montevideo. Que habían matado a tres personas. Que la valija que habían intentado quemar era la que contenía el dinero hurtado. Que iban buscando el Brasil y que entre los tres al ver que había solo un hombre y un muchacho en aquella casa, habían pergeñado el plan malévolo de matarlos, robarlos y huir esa misma noche a campo traviesa.....
Al otro día, en las primeras horas de la mañana, los tres "hermanos García" marcharon de a pie hacia la Comisaría del "Rincón de Ramírez", escoltados por los tres Policías y por José Barneche Silva, unidos por "el maneador" que había prestado don Juan, a quien la Divina Providencia como a su hijo, le había salvado del robo y de la muerte, a mano de tres cobardes delincuentes.-
Entre las pertenencias incautadas, iba una valija con cuchillos "SOLINGEN", también robados en una casa de Montevideo.-
Lo último que se supo de "los García" fue, que trasladados a la Jefatura de Policía de Treinta y Tres, de inmediato habían sido derivados a Montevideo.-
Una de las tantas historias del "Rincón de Ramírez" que ha quedado perdida entre las memorias comarcanas.-
Eran tres individuos del sexo masculino, vestidos como gauchos (sombreros aludos, bombachas y alpargatas), portaban valijas en sus manos y se desplazaban por el campo, no perdiendo de vista la costa del arroyo Parao por el noroeste del Departamento de Treinta y Tres.-
Se presentaban como que eran tres hermanos de apellido "García", vendedores de cuchillos marca "SOLINGEN", con sendas valijas en sus manos y preguntaban a las casas donde iban llegando y en algunas hasta hicieron noche:- Queda lejos el Brasil?....
Indudablemente, esta pregunta fue la que los terminó entregando, dado que la gente del campo en todos los tiempos ha sido muy observadora y muy previsora, producto de la propia sobrevivencia humana.-
Era de desconfiar y mucho....
Así fue que con el sol de un mediodía de primavera, de la década de 1950, los tres individuos llegaron al establecimiento de campo de Cloromildo Machado Larrosa.-
Ofrecieron los cuchillos, nadie les compró; pidieron para descansar un rato, fueron obsequiados con el almuerzo de la casa y poco después partieron, no sin antes efectuar la pregunta de rigor:- Queda lejos el Brasil ?....
Cuando dieron la espalda, Cloromildo, que era el Juez de Paz de la Tercera Sección de Treinta y Tres, le dijo a uno de sus hijos, conocido por "El Marreco" (que luego fue Policía en el Rincón) y a Mario Pires:- Estos son malandros.....Fijensé que preguntaron si quedaba lejos el Brasil....Andan vendiendo cuchillos, cortando campo y todavía hasta se enredan en las bombachas....Tá visto qué son gente de ciudad !....
Y sin pensar ni un minuto más, lo mandó a Mario Pires, que fuera a dar cuenta de inmediato a la Sub Comisaría de la Tercera Sección, sita en el poblado del "Arrozal 33".-
Desde allí y ante el aviso del Juez de Paz Seccional, partieron tres Policías a caballo: el Cabo Pedro Varela Núñez (a quien apodaban "El Sordo", a la vez que aclaro que "Varela" era el segundo nombre de pila) y los Agentes de Seguridad: Darmín Olivera y Gregorio Efrén Fábrica.-
Cuando el sol de esa tarde de primavera, comenzaba a declinar sobre el horizonte, a la altura del paraje los "Cuatro Vientos", el Cabo Núñez (que había sido del Regimiento 7mo. de Caballería en su juventud) les señaló con su índice derecho y les dijo a Olivera y a Fábrica:- Mirá, allá van los tres tipos !...
Corroborado el hecho por los otros Policías, les dijo Núñez: - Vamos a "componer" los aperos, dejar que los caballos coman un poco y tomen agua y vamos a vigilar a ver que rumbo agarran....
Policías conocedores "a pata de caballo" de la Sección, no les costó mucho intuir que "los García" habían buscado el rumbo del Sarandí Grande y allí cerca la casa más próxima era la de don Juan Barneche López.-
Trote y tranco de Nüñez y de su gente, los llevó a establecer con total certeza que los individuos habían llegado a la casa de don Juan.-
Y allí arribaron cuando el sol comenzaba a derretirse en la laguna del poniente y las primeras estrellas comenzaban a guiñar desde la bóveda del cielo.-
Todo el accionar se diluyó en unos pocos minutos, dado que uno de "los García" cuando vio a los tres Policías llegar al trote de sus caballos, no se contuvo y desde el galpón donde se encontraban, en compañía de José Barneche Silva (uno de los hijos de don Juan) se le escapó el grito delator: - Los milicos !!!!! Y de inmediato trató de prenderle fuego a una de las valijas.-
Pero era tarde ya, porque el Cabo Núñez y los Agentes: Olivera y Fábrica, habían echado pie a tierra y los estaban apuntando con sus fusiles Mauser, pidiéndoles que se entregaran.....
Al punto, acudió el dueño de casa; los tres hombres se entregaron, se les quitaron revólveres y cuchillos que portaban en la cintura y los tres, fueron asegurados por "un maneador"....
Confesaron que habían robado un Banco en Montevideo. Que habían matado a tres personas. Que la valija que habían intentado quemar era la que contenía el dinero hurtado. Que iban buscando el Brasil y que entre los tres al ver que había solo un hombre y un muchacho en aquella casa, habían pergeñado el plan malévolo de matarlos, robarlos y huir esa misma noche a campo traviesa.....
Al otro día, en las primeras horas de la mañana, los tres "hermanos García" marcharon de a pie hacia la Comisaría del "Rincón de Ramírez", escoltados por los tres Policías y por José Barneche Silva, unidos por "el maneador" que había prestado don Juan, a quien la Divina Providencia como a su hijo, le había salvado del robo y de la muerte, a mano de tres cobardes delincuentes.-
Entre las pertenencias incautadas, iba una valija con cuchillos "SOLINGEN", también robados en una casa de Montevideo.-
Lo último que se supo de "los García" fue, que trasladados a la Jefatura de Policía de Treinta y Tres, de inmediato habían sido derivados a Montevideo.-
(Escuchado a Zacarías Taborda, a "El Marreco Machado y a Juan Barneche Silva).-
Texto: Jorge Muniz.-
Vergara, 3 de junio del 2019.-
Vergara, 3 de junio del 2019.-
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