sábado, 19 de octubre de 2019


" EL HUNDIMIENTO DEL GRAF SPEE Y EL DOLOROSO TRÁNSITO DEL ALEMÁN GUILLERMO EBERT"........

Imágenes del día 17 de diciembre de 1939, cuando el Graf Spee, buque acorazado al servicio de los nazis, terminó sepultado en la tumba fluvial de la bahía de Montevideo.-
Su capitán era el alemán Hans Langsdorff (de quien se dice que no era nazi) y el barco, el día 13 de diciembre, había sostenido una enconada lucha contra los buques de guerra británicos: Exeter y Ajax y contra el neozelandés Achilles, al mando del comodoro Henry Harwood, jefe de una fuerza naval con base en las Islas Malvinas.-
A pesar de haber mantenido a raya a sus contrincantes y haberlos averiado, el Graf Spee, no la sacó barata tampoco, porque un disparo de uno de los buques atacantes, le destruyó una de las piezas de los motores diesel por lo que quedó imposibilitado de hacer una larga travesía.-
Además, otros disparos que recibió, le dañaron las despensas y las cocinas de a bordo.-
El buque alemán, denominado Admiral Graf Spee, había sido construido en astilleros alemanes conjuntamente con dos más de su clase, donde todos juntos superaban las 12.000 toneladas de desplazamiento. En realidad eran mayores que los cruceros, pero lejos de los acorazados, que pasaban con holgura las 30.000 toneladas. Motivo por el cual los británicos los llamaron irónicamente: "acorazados de bolsillo".-
Llevaba una tripulación de más de 1000 marineros y cañones de 280 mm. con un alcance especial para la época.-
Había zarpado de Alemania en agosto de 1939, poco tiempo antes de la Segunda Guerra Mundial y en el periplo realizado como "pirata de los mares", había hundido nueve buques mercantes entre los océanos Índico y Atlántico.-
En diciembre, el capitán ordenó poner proa hacia el Río de la Plata, con orden superior de hundir mercantes ingleses y ahí, fue su total perdición...
El día 13 de diciembre, tras pelear 75 minutos con los tres contrincantes, abandonó la idea de rematar al Exeter (muy averiado) y mucho menos de largarse a mar abierto. En ese caso, enfiló hacia el puerto de Montevideo, donde pidió protección para proceder a las reparaciones de los motores diesel, despensas y cocinas.-
Contra lo que le ordenaba el alto mando de Berlín (abandonar de inmediato Montevideo porque estaban a favor de los ingleses) Langsdorff, pidió al gobierno por los menos 5 días para reparar las fallas, enterrar a los muertos, curar a los heridos de la batalla y aprovisionarse de combustible.-
El general arquitecto Alfredo Baldomir (Presidente de la República) por la voz de canciller Alberto Guani, solo le concedió 72 horas de plazo, presionado por Estados Unidos y por Gran Bretaña y dicho plazo culminaba a la hora 20 del domingo 17.-
Ya en Montevideo, los alemanes enterraron en el cementerio del Norte a 36 muertos que habían perdido la vida en el combate del día 13, a unos 300 kilómetros de Punta del Este y es de rigor comentar para que no se pierda la información, que uno de los marinos fallecidos, era sobrino del alemán Guillermo Ebert, que años atrás había residido en Vergara, en una casita del barrio "La Cuchilla".-
Para ese tiempo, el alemán Guillermo (que había sido soldado en la Primera Guerra Mundial y trabajaba como lustrador de muebles) se había mudado para Montevideo con su esposa y al enterarse de que uno de los fallecidos en combate era de sus sobrinos, concurrió al lugar, con sus propias manos lo colocó en un féretro y luego lo acompañó hasta la última morada.-
Años después y quizás acuciado por la muerte del sobrino y de la esposa que había sufrido un derrame cerebral, el alemán Guillermo Ebert, salió un día de su casa y nunca más regresó; ni nunca más se supo de él.-
Sus descendientes, han recorrido todos los cementerios de Montevideo y a la fecha no han podido dar con el dato más ínfimo, que pueda conducirlos al lugar de su sepultura....
El día 17 de diciembre de 1939, el acorazado de bolsillo, zarpó del puerto de Montevideo, con rumbo al canal que lleva a Buenos Aires.-
Desde el día 16, los ingleses en aguas internacionales, lo estaban esperando para darle el zarpazo final. Habían logrado incorporar al crucero Cumberland en lugar del Exeter y una fuerza que incluía un portaviones y otro acorazado que estaban en Río de Janeiro, se ponían en marcha para cerrarle el paso al Graf Spee.-
Sin embargo el buque, se detuvo y ancló fuera del canal de acceso, frente al cerro de Montevideo y punta Yeguas.-
La tripulación abandonó el barco, diseminándose en el vapor Tacoma y en otras lanchas, en las que fueron transportados a Buenos Aires.-
A la puesta del sol del día 17 de diciembre de 1939, el Graf Spee, estalló, tomó fuego, ardió por tres días y se fue hundiendo por estribor en el fondo barroso, ante la mirada sorpresiva de muchos montevideanos.-
Los marineros del mismo, fueron internados en Argentina y en Uruguay y en sitios como Sarandí del Yí (Durazno) o la Isla de Flores.-
Muchos de ellos, no regresaron jamás a Alemania y formaron sus familias en Uruguay o en Argentina, desempeñándose en los más variados oficios.-
En cuanto al Capitán Langsdorff que trabajaba en las oficinas navales de Berlín y ante el ascenso nazi, pidió que lo sacaran para los barcos (ya que no estaba de acuerdo con el régimen) en la noche del día 19 para el 20 de diciembre, se disparó un tiro en la cabeza en el cuarto naval que ocupaba en Buenos Aires, tendido sobre la cama, envuelto en la bandera de combate del barco y vestido con el traje de gala de capitán.-
Dejó dos cartas escritas. Una para el embajador alemán en Argentina y la otra de despedida, para su esposa.-
Además se puede apreciar en la foto que cuando están enterrando a los marinos en el cementerio del Norte y en el Buceo, los capellanes uruguayos que asistieron al mismo hacen el saludo nazi, con el brazo derecho estirado; mientras que el capitán, hace el cásico saludo militar. Lógicamente, esto, también lo separaba del régimen nazi y es de posicionarse para quien estas líneas escribe, que con su suicidio, evitó lo otro que lo esperaba (cárcel o fusilamiento) al llegar a Alemania.-
El último de los marinos del Graf Spee, falleció en el año 2017 a los 101 años de edad, en Punta del Este.-
Se llamaba Hans Eubel y era el encargado de los lanzamientos del avión Arado y de la dirección de tiros de torpedo, en el acorazado alemán.-
(Fuente y fotos de Internet y de EL PAÍS DE UN SIGLO).-
Texto: Jorge Muniz.-
Vergara, 19 de octubre del 2019.-

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