"JUAN FRANCISCO MENA. LA ESPADA Y EL IDEAL".......
Juan Francisco Mena Fernández, nació en el paraje "Las Pavas" (hoy, 6ta. Sección del departamento de Treinta y Tres) en el año 1855, momentos en los cuales esas tierras pertenecían al departamento de Cerro Largo (Uruguay).-
Era hijo del Coronel Francisco Ignacio Mena (consecuente oficial blanco, servidor de los Oribe y de Ángel Muniz, en la división Cerro Largo) y de Isabel Marcelina Fernández.-
Tuvo dos hermanos: Antonio e Ignacio y una hermana, Isabel.-
"Sangre de pumas", los Mena de Cerro Largo, que provenían de aquel patriarca andaluz que se llamó Félix José Mena, que había nacido en Granada en 1764 y que murió en la "Villa de Melo" en 1809, cuando estaba casado con la india charrúa Petrona Villalba, bien pronto se distinguieron generacionalmente, en un lapso que va desde las luchas por la independencia oriental, hasta la Revolución de 1925 en Río Grande del Sur (Brasil) por su forja guerrera y por sus ideales, identificados con los blancos, a partir de la alborada de Carpintería.-
El padre de Juan Francisco, el Coronel Ignacio Mena, murió lanceado el 7 de noviembre de 1871, durante la "Revolución de las Lanzas", en "Chafalote" (Rocha) en una "justa de honor", a lanza y a pezuña de caballos, dirimida con el Coronel colorado Julián de la Llana (caudillo de la zona de Aiguá- Maldonado).-
Allí se encontraban presentes, Antonio y Juan Francisco Mena, ambos adolescentes; incluso el último de los nombrados tenía 15 años de edad.-
Una vez finalizada la revolución, los Mena (hijos) retornaron a su hogar de "Las Pavas" donde el finado padre tenía su estancia y posteriormente, Juan Francisco, se trasladó a Cerro Chato, donde trabajó en la pulpería del caudillo blanco Sergio Muñoz Zeballos, quien además de ser un referente partidario en aquella localidad, fue Juez de Paz y Alcalde, respectivamente.-
Sergio Muñoz, era hijo de un antiguo oficial de Dragones del tiempo de la independencia, amigo de los Oribe y como tal tenían fluída relación con Argentina y en especial con el General Urquiza, quien los amparó en tiempos adversos para los blancos.-
De la mano de Muñoz y por sus influencias, el joven Juan Francisco Mena, con clara vocación militar, ingresó en el ejército argentino, quedando enrolado en las tropas del General Roca.-
No participó de la Revolución Tricolor en 1875, porque revistaba en el ejército argentino, como soldado distinguido del 8avo. de caballería a órdenes del General Álvarez.-
Se batió en la batalla de Puente Alsina, sobre el Riachuelo, donde alcanzó los galones de Sub-Teniente en mérito a su desempeño militar. Fue herido de gravedad, peleando contra los indios del desierto y en la batalla de Santa Rosa, el día 9 de diciembre de 1884, volvió a ser herido en combate y ascendido por su bravura, al grado de Teniente e inmediatamente, alcanzó los galones de Capitán.-
Posteriormente, pidió la baja del ejército argentino y en marzo de 1885, se enroló se enroló con el Coronel Máximo Layera y juntos invadieron el Uruguay por Paysandú, con 40 hombres, se tirotearon con fuerzas del ejército nacional, leales al Presidente Máximo Santos y luego se retiraron por la frontera brasileña.-
A ese hecho se le conoció como "La Chirinada de 1885".-
Pero la cosa no quedó ahí nomás y con la aquiescencia y ayuda del gobierno argentino, comenzaron a prepararse militarmente para lo que pretendería ser el gran golpe contra Santos, la invasión de 1886, conocida por la "Revolución del Quebracho".-
Blancos y colorados juntos, desembarcaron en la costa de Paysandú, un día 26 de marzo de 1886.-
En realidad invadieron por dos lados: el grupo más numeroso que era donde venía Juan Francisco Mena, como jefe de la vanguardia de la caballería, por Paysandú y otro grupo menor, a órdenes de Agustín de Urtubey, Nicasio Galeano y Enrique Yarza, por la frontera del Yaguarón.-
El primer grupo fue derrotado por las fuerzas de Santos, en la famosa batalla de "Puntas de Soto", el 31 de marzo de 1886, donde Mena, herido en una pierna, se le entregó en persona al General José Villar y el General Arredondo, Puentes, Salvañach y Martirena, lograron irse para el Brasil. Mientras que el segundo grupo, fue neutralizado por el General Benavente con el 3ero. de caballería en el Olimar Grande, paraje "Paso de los Carros".-
En ambos casos y se dice que por orden de Santos, se les perdonó la vida a los insurrectos y a los heridos se les trasladó para una mejor asistencia.-
Mena, retornó a Buenos Aires y tiempo después fue visitado por el Teniente Gregorio Ortiz (se dice que ahijado de Máximo Santos) quien le pidió colaboración para asesinar al mismo. ante ello, Juan Francisco, se negó rotundamente a colaborar con Ortiz en lo que consideró un reverendo asesinato y que su concresión, en nada cambiaría el rumbo del país.-
Los resultados del atentado, así lo demostrarían poco después, donde el involucrado se tuvo que suicidar, perseguido por los militares santistas y sin apoyo alguno.-
Conocedor por medio del Comité de Guerra blanco en Buenos Aires, que se tramaba una revolución contra el gobierno de Idiarte Borda, Mena, se hizo eco de la misma y el día 5 de marzo de 1897, invadió junto al General Aparicio Saravia, por la frontera con el Brasil.-
A esa altura de los acontecimientos, ya había sido designado Coronel y tenía una división a su mando.-
Para esa época, Juan Francisco Mena, era un hombre que frisaba en los 42 años de edad y su postura enérgica, sobria y marcial, lo sindicaban como uno de los mejores oficiales que tenía entre sus fuerzas, Aparicio Saravia.-
Se cuenta que sus subalternos tenían una especial predilección por el jefe, quien los llamaba por su nombre, elegía el mejor lugar para los campamentos, ayudaba a enlazar los potros que se requisaban para ser domados e incorporados a las fuerzas blancas y cuando el clarín llamaba al combate, el Coronel Mena, siempre acudió sin vacilar.-
Así llegaron a la terrible batalla de Cerros Blancos (Rivera) un día 14 de mayo de 1897, donde no se puede disimular que hubo entredichos de Mena con Aparicio y con el Coronel Lamas.-
Al frente de su división el Coronel Mena, le sugirió directamente al General Aparicio Saravia, no cargar a los colorados del General Villar, que al mando de éste, los esperaban pertrechados con infantes, caballería y una sección de artillería incluida.-
Los números cantaban por sí mismo: 2.500 blancos, casi sin municiones, contra 5.000 colorados, donde todo sobraba....
En ese caso el plan de Mena, era simular una retirada para sacar los colorados de sus parapetos y pelearlos en un terreno más llano, donde le dieran pie a la caballería blanca para sus clásicas cargas "a lanza seca".-
Pero Aparicio desoyó las sugerencias y ordenó al Coronel Lamas que iniciara el ataque y a Mena, lo mandó, que atacara por la derecha del ejército, con sus soldados a "30 municiones por cabeza".....
Fue una horrenda carnicería.-
En determinado momento de la batalla, Juan Francisco, le ordenó a su asistente que le pidiera más municiones a Saravia, dado que habían logrado desalojar a los colorados de su posición; sin embargo, éste le respondió con un lacónico:- Dígale al Coronel Mena, que espere un poco más y que le van a llegar las municiones.....
Ante esta noticia, la demora y preservando la vida de sus subordinados, Mena, de quien se dice que un balazo lo había herido superficialmente en el abdómen y que no penetró más adentro porque pegó en una de las libras esterlinas que el Coronel guardaba en su cinto y que se las había confiado un subordinado por si lo mataban en la batalla, dio la orden tajante a su división de retirarse de la batalla y con parte de sus fuerzas tomó dirección hacia el Brasil.-
Ahí fue cuando Lamas, lo mandó al Coronel Fortunato Jara a cubrir el claro dejado y el veterano de 74 años, hijo de guaraníes y oriundo de Cerro Largo, encontró la muerte por una bala perdida, cuando ordenaba una carga a lanza.-
El retiro del Coronel Mena, en plena batalla, sorprendió a muchos de sus compañeros blancos. Pero dejó al desnudo evidentes desinteligencias con el General Saravia y con el Coronel Lamas, con quien el trato no era ni cerca de bueno.-
Posteriormente, Juan Francisco, intentó retornar al ejército blanco, pero, Aparicio y Lamas con los demás Comandantes, estuvieron de acuerdo que tenía que someterse a un "Consejo de Guerra" y abstenerse a lo que éste, decidiera.-
Huelga decir que a partir del 14 de mayo de 1897, Juan Francisco Mena, pasó a ser "un flojo" para una parte de sus compañeros blancos y aunque según Enrique Mena Segarra, reorganizó su división y peleó en la batalla de Aceguá en 1897, su estrella brillante, se apagó fugazmente en un cielo oscurecido por las dudas, las traiciones y las venganzas.-
No se sometió al "Consejo de Guerra" y junto a su hermano Ignacio, permaneció en Rivera, hasta el fin de la Revolución de 1897.-
Luego del Pacto de la Cruz, fue instructor de Policías, cuando el Coronel Abelardo Márquez (blanco) se hizo cargo de la Jefatura Política y de Policía de Rivera.-
Su predominio natural en la zona, le brindó amistades con el Coronel Joâo Francisco Pereyra de Souza ("La Hiena de Caty") dueño y señor de vidas y bienes, en la frontera de Livramento; enemigo de Saravia en 1893 y amigo y colaborador, en 1897 y 1904.-
El 14 de enero de 1904, Juan Francisco Mena, comenzó otra etapa en su vida política y fue la de adherirse a la minoría blanca, que comandaba Eduardo Acevedo Díaz y que la integraban además reconocidos blancos como José María Pampillón, Enrique Olivera, Julio C Barrios o de Barros, Antonio Paseyro, Anselmo Urán, Ramón Batista, José Gil, Escolástico de los Santos, Arturo Díaz, Felipe Luna, Cicerón Marín, Luis Mongrell, el Dr. Alfredo Vidal y Fuentes y Froilán Gastán, entre varios más, quienes pusieron sus espadas y sus pensamientos a favor de don José Batlle y Ordóñez, intentando conciliar viejos rencores entre blancos y colorados y tratando de que la República se encauzara en la paz que tanto necesitaba.-
Pero lejos de esto, la balanza se desequilibró totalmente y varios de los compañeros de Mena, antes nombrados omitieron firmar el manifiesto, se fueron otra vez con Aparicio y lo dejaron a él, solo, con Florencio Sánchez (que era el secretario) y con Acevedo Díaz.-
Apoyado de "calepino" (caballo blanco que pintado de colorado corrió y ganó una carrera) de "traidor" y consecuentemente, expulsado de las filas blancas de Saravia, el Coronel Mena, a órdenes de don José Batlle y Ordóñez, se trasladó a Paysandú, para cumplir servicios de vigilancia, sin entrar para nada en combate, durante la revolución de 1904.-
Es de agregar que jamás perdió la amistad con los Comandantes blancos: Juan José Muñoz, José González, Cicerón Marín y Rafael Zipitría. Sus diferencias eran con Aparicio y con Lamas, esencialmente y nunca abjuró de decir que no había ido a la guerra de 1904, porque no estaba de acuerdo con las causas que la generaron.-
Juan Francisco Mena, falleció el día 30 de octubre de 1904, en el Hospital de Caridad de Montevideo, al herirse circunstancialmente con su propio revólver que se le disparó tras caer al suelo, en el baño del hotel de París, donde se alojaba transitoriamente.-
Hubo rumores nunca confirmados, de que pudo tratarse de "un asesinato político o de un suicidio".....
Fue intervenido quirúrgicamente por el Dr. Alfredo Navarro, pero el balazo había afectado órganos nobles y con el correr de las horas, el resultado fue letal.-
Antes de fallecer y consciente de que su herida era grave, estuvo conversando con sus hijos Isabel y Carlos y aconsejó a su sobrino Bernardino Mena Arellano (hijo de Antonio, que murió en la batalla de Masoller) que no anduviera metiéndose en guerras y mucho menos, haciéndose matar como el padre.-
Cabe acotar que el Coronel, estaba casado con la señora Rita Brandi y sus hijos fueron: Carlos, Isabel, Bernardino, Leila, Mario, Juan Francisco e Isaías.-
Tenía 49 años de edad.-
Fue sepultado el día 1ero de noviembre en el Cementerio Central y entre los acompañantes colorados de relevancia que integraron el cortejo se puede ennumerar a: General Eduardo Vázquez (Ministro de Guerra y Marina- vencedor en la batalla de Masoller), el Dr. José Romeu (Ministro de Relaciones Exteriores- que había sido blanco) el Dr. Mario Gil, el Coronel Atilio Pigurina (que fue Jefe Político y de Policía de Treinta y Tres en 1897) el Senador Velloso, el Sargento Mayor Ricardo Cruces Rodríguez, Teófilo Sánchez, Solano Riestra, el Dr. Vargas y el Coronel Juan Bernassa y Jérez, un masón, de la entera confianza de don José Batlle y Ordóñez.-
Por la minoría blanca, asistieron al sepelio: Antonio Paseyro y Luis Mongrell.-
Antes de colocar el féretro en la tumba, el Dr. Vargas y Solano Riestra leyeron sendos discursos, donde ponían de manifiesto las condiciones y la valentía que había tenido Mena, en su trayecto terrenal.-
Fue un TRAIDOR, el Coronel blanco Juan Francisco Mena, al apoyar con su espada y con su ideal el gobierno de don José Batlle y Ordóñez?....
Un amigo, como lo fue el Profesor don Omar Moreira, quien hizo un concienzudo y meditado trabajo de investigación sobre la vida del militar, lo definió de la siguiente manera: "Puedo decir sin vacilación: el coronel Juan Francisco Mena no fue un traidor, era un hombre fiel a sus ideas; no un "flojo", fue un valiente responsable. Debe salir del olvido"......
A sus palabras, me remito.-
Juan Francisco Mena Fernández, nació en el paraje "Las Pavas" (hoy, 6ta. Sección del departamento de Treinta y Tres) en el año 1855, momentos en los cuales esas tierras pertenecían al departamento de Cerro Largo (Uruguay).-
Era hijo del Coronel Francisco Ignacio Mena (consecuente oficial blanco, servidor de los Oribe y de Ángel Muniz, en la división Cerro Largo) y de Isabel Marcelina Fernández.-
Tuvo dos hermanos: Antonio e Ignacio y una hermana, Isabel.-
"Sangre de pumas", los Mena de Cerro Largo, que provenían de aquel patriarca andaluz que se llamó Félix José Mena, que había nacido en Granada en 1764 y que murió en la "Villa de Melo" en 1809, cuando estaba casado con la india charrúa Petrona Villalba, bien pronto se distinguieron generacionalmente, en un lapso que va desde las luchas por la independencia oriental, hasta la Revolución de 1925 en Río Grande del Sur (Brasil) por su forja guerrera y por sus ideales, identificados con los blancos, a partir de la alborada de Carpintería.-
El padre de Juan Francisco, el Coronel Ignacio Mena, murió lanceado el 7 de noviembre de 1871, durante la "Revolución de las Lanzas", en "Chafalote" (Rocha) en una "justa de honor", a lanza y a pezuña de caballos, dirimida con el Coronel colorado Julián de la Llana (caudillo de la zona de Aiguá- Maldonado).-
Allí se encontraban presentes, Antonio y Juan Francisco Mena, ambos adolescentes; incluso el último de los nombrados tenía 15 años de edad.-
Una vez finalizada la revolución, los Mena (hijos) retornaron a su hogar de "Las Pavas" donde el finado padre tenía su estancia y posteriormente, Juan Francisco, se trasladó a Cerro Chato, donde trabajó en la pulpería del caudillo blanco Sergio Muñoz Zeballos, quien además de ser un referente partidario en aquella localidad, fue Juez de Paz y Alcalde, respectivamente.-
Sergio Muñoz, era hijo de un antiguo oficial de Dragones del tiempo de la independencia, amigo de los Oribe y como tal tenían fluída relación con Argentina y en especial con el General Urquiza, quien los amparó en tiempos adversos para los blancos.-
De la mano de Muñoz y por sus influencias, el joven Juan Francisco Mena, con clara vocación militar, ingresó en el ejército argentino, quedando enrolado en las tropas del General Roca.-
No participó de la Revolución Tricolor en 1875, porque revistaba en el ejército argentino, como soldado distinguido del 8avo. de caballería a órdenes del General Álvarez.-
Se batió en la batalla de Puente Alsina, sobre el Riachuelo, donde alcanzó los galones de Sub-Teniente en mérito a su desempeño militar. Fue herido de gravedad, peleando contra los indios del desierto y en la batalla de Santa Rosa, el día 9 de diciembre de 1884, volvió a ser herido en combate y ascendido por su bravura, al grado de Teniente e inmediatamente, alcanzó los galones de Capitán.-
Posteriormente, pidió la baja del ejército argentino y en marzo de 1885, se enroló se enroló con el Coronel Máximo Layera y juntos invadieron el Uruguay por Paysandú, con 40 hombres, se tirotearon con fuerzas del ejército nacional, leales al Presidente Máximo Santos y luego se retiraron por la frontera brasileña.-
A ese hecho se le conoció como "La Chirinada de 1885".-
Pero la cosa no quedó ahí nomás y con la aquiescencia y ayuda del gobierno argentino, comenzaron a prepararse militarmente para lo que pretendería ser el gran golpe contra Santos, la invasión de 1886, conocida por la "Revolución del Quebracho".-
Blancos y colorados juntos, desembarcaron en la costa de Paysandú, un día 26 de marzo de 1886.-
En realidad invadieron por dos lados: el grupo más numeroso que era donde venía Juan Francisco Mena, como jefe de la vanguardia de la caballería, por Paysandú y otro grupo menor, a órdenes de Agustín de Urtubey, Nicasio Galeano y Enrique Yarza, por la frontera del Yaguarón.-
El primer grupo fue derrotado por las fuerzas de Santos, en la famosa batalla de "Puntas de Soto", el 31 de marzo de 1886, donde Mena, herido en una pierna, se le entregó en persona al General José Villar y el General Arredondo, Puentes, Salvañach y Martirena, lograron irse para el Brasil. Mientras que el segundo grupo, fue neutralizado por el General Benavente con el 3ero. de caballería en el Olimar Grande, paraje "Paso de los Carros".-
En ambos casos y se dice que por orden de Santos, se les perdonó la vida a los insurrectos y a los heridos se les trasladó para una mejor asistencia.-
Mena, retornó a Buenos Aires y tiempo después fue visitado por el Teniente Gregorio Ortiz (se dice que ahijado de Máximo Santos) quien le pidió colaboración para asesinar al mismo. ante ello, Juan Francisco, se negó rotundamente a colaborar con Ortiz en lo que consideró un reverendo asesinato y que su concresión, en nada cambiaría el rumbo del país.-
Los resultados del atentado, así lo demostrarían poco después, donde el involucrado se tuvo que suicidar, perseguido por los militares santistas y sin apoyo alguno.-
Conocedor por medio del Comité de Guerra blanco en Buenos Aires, que se tramaba una revolución contra el gobierno de Idiarte Borda, Mena, se hizo eco de la misma y el día 5 de marzo de 1897, invadió junto al General Aparicio Saravia, por la frontera con el Brasil.-
A esa altura de los acontecimientos, ya había sido designado Coronel y tenía una división a su mando.-
Para esa época, Juan Francisco Mena, era un hombre que frisaba en los 42 años de edad y su postura enérgica, sobria y marcial, lo sindicaban como uno de los mejores oficiales que tenía entre sus fuerzas, Aparicio Saravia.-
Se cuenta que sus subalternos tenían una especial predilección por el jefe, quien los llamaba por su nombre, elegía el mejor lugar para los campamentos, ayudaba a enlazar los potros que se requisaban para ser domados e incorporados a las fuerzas blancas y cuando el clarín llamaba al combate, el Coronel Mena, siempre acudió sin vacilar.-
Así llegaron a la terrible batalla de Cerros Blancos (Rivera) un día 14 de mayo de 1897, donde no se puede disimular que hubo entredichos de Mena con Aparicio y con el Coronel Lamas.-
Al frente de su división el Coronel Mena, le sugirió directamente al General Aparicio Saravia, no cargar a los colorados del General Villar, que al mando de éste, los esperaban pertrechados con infantes, caballería y una sección de artillería incluida.-
Los números cantaban por sí mismo: 2.500 blancos, casi sin municiones, contra 5.000 colorados, donde todo sobraba....
En ese caso el plan de Mena, era simular una retirada para sacar los colorados de sus parapetos y pelearlos en un terreno más llano, donde le dieran pie a la caballería blanca para sus clásicas cargas "a lanza seca".-
Pero Aparicio desoyó las sugerencias y ordenó al Coronel Lamas que iniciara el ataque y a Mena, lo mandó, que atacara por la derecha del ejército, con sus soldados a "30 municiones por cabeza".....
Fue una horrenda carnicería.-
En determinado momento de la batalla, Juan Francisco, le ordenó a su asistente que le pidiera más municiones a Saravia, dado que habían logrado desalojar a los colorados de su posición; sin embargo, éste le respondió con un lacónico:- Dígale al Coronel Mena, que espere un poco más y que le van a llegar las municiones.....
Ante esta noticia, la demora y preservando la vida de sus subordinados, Mena, de quien se dice que un balazo lo había herido superficialmente en el abdómen y que no penetró más adentro porque pegó en una de las libras esterlinas que el Coronel guardaba en su cinto y que se las había confiado un subordinado por si lo mataban en la batalla, dio la orden tajante a su división de retirarse de la batalla y con parte de sus fuerzas tomó dirección hacia el Brasil.-
Ahí fue cuando Lamas, lo mandó al Coronel Fortunato Jara a cubrir el claro dejado y el veterano de 74 años, hijo de guaraníes y oriundo de Cerro Largo, encontró la muerte por una bala perdida, cuando ordenaba una carga a lanza.-
El retiro del Coronel Mena, en plena batalla, sorprendió a muchos de sus compañeros blancos. Pero dejó al desnudo evidentes desinteligencias con el General Saravia y con el Coronel Lamas, con quien el trato no era ni cerca de bueno.-
Posteriormente, Juan Francisco, intentó retornar al ejército blanco, pero, Aparicio y Lamas con los demás Comandantes, estuvieron de acuerdo que tenía que someterse a un "Consejo de Guerra" y abstenerse a lo que éste, decidiera.-
Huelga decir que a partir del 14 de mayo de 1897, Juan Francisco Mena, pasó a ser "un flojo" para una parte de sus compañeros blancos y aunque según Enrique Mena Segarra, reorganizó su división y peleó en la batalla de Aceguá en 1897, su estrella brillante, se apagó fugazmente en un cielo oscurecido por las dudas, las traiciones y las venganzas.-
No se sometió al "Consejo de Guerra" y junto a su hermano Ignacio, permaneció en Rivera, hasta el fin de la Revolución de 1897.-
Luego del Pacto de la Cruz, fue instructor de Policías, cuando el Coronel Abelardo Márquez (blanco) se hizo cargo de la Jefatura Política y de Policía de Rivera.-
Su predominio natural en la zona, le brindó amistades con el Coronel Joâo Francisco Pereyra de Souza ("La Hiena de Caty") dueño y señor de vidas y bienes, en la frontera de Livramento; enemigo de Saravia en 1893 y amigo y colaborador, en 1897 y 1904.-
El 14 de enero de 1904, Juan Francisco Mena, comenzó otra etapa en su vida política y fue la de adherirse a la minoría blanca, que comandaba Eduardo Acevedo Díaz y que la integraban además reconocidos blancos como José María Pampillón, Enrique Olivera, Julio C Barrios o de Barros, Antonio Paseyro, Anselmo Urán, Ramón Batista, José Gil, Escolástico de los Santos, Arturo Díaz, Felipe Luna, Cicerón Marín, Luis Mongrell, el Dr. Alfredo Vidal y Fuentes y Froilán Gastán, entre varios más, quienes pusieron sus espadas y sus pensamientos a favor de don José Batlle y Ordóñez, intentando conciliar viejos rencores entre blancos y colorados y tratando de que la República se encauzara en la paz que tanto necesitaba.-
Pero lejos de esto, la balanza se desequilibró totalmente y varios de los compañeros de Mena, antes nombrados omitieron firmar el manifiesto, se fueron otra vez con Aparicio y lo dejaron a él, solo, con Florencio Sánchez (que era el secretario) y con Acevedo Díaz.-
Apoyado de "calepino" (caballo blanco que pintado de colorado corrió y ganó una carrera) de "traidor" y consecuentemente, expulsado de las filas blancas de Saravia, el Coronel Mena, a órdenes de don José Batlle y Ordóñez, se trasladó a Paysandú, para cumplir servicios de vigilancia, sin entrar para nada en combate, durante la revolución de 1904.-
Es de agregar que jamás perdió la amistad con los Comandantes blancos: Juan José Muñoz, José González, Cicerón Marín y Rafael Zipitría. Sus diferencias eran con Aparicio y con Lamas, esencialmente y nunca abjuró de decir que no había ido a la guerra de 1904, porque no estaba de acuerdo con las causas que la generaron.-
Juan Francisco Mena, falleció el día 30 de octubre de 1904, en el Hospital de Caridad de Montevideo, al herirse circunstancialmente con su propio revólver que se le disparó tras caer al suelo, en el baño del hotel de París, donde se alojaba transitoriamente.-
Hubo rumores nunca confirmados, de que pudo tratarse de "un asesinato político o de un suicidio".....
Fue intervenido quirúrgicamente por el Dr. Alfredo Navarro, pero el balazo había afectado órganos nobles y con el correr de las horas, el resultado fue letal.-
Antes de fallecer y consciente de que su herida era grave, estuvo conversando con sus hijos Isabel y Carlos y aconsejó a su sobrino Bernardino Mena Arellano (hijo de Antonio, que murió en la batalla de Masoller) que no anduviera metiéndose en guerras y mucho menos, haciéndose matar como el padre.-
Cabe acotar que el Coronel, estaba casado con la señora Rita Brandi y sus hijos fueron: Carlos, Isabel, Bernardino, Leila, Mario, Juan Francisco e Isaías.-
Tenía 49 años de edad.-
Fue sepultado el día 1ero de noviembre en el Cementerio Central y entre los acompañantes colorados de relevancia que integraron el cortejo se puede ennumerar a: General Eduardo Vázquez (Ministro de Guerra y Marina- vencedor en la batalla de Masoller), el Dr. José Romeu (Ministro de Relaciones Exteriores- que había sido blanco) el Dr. Mario Gil, el Coronel Atilio Pigurina (que fue Jefe Político y de Policía de Treinta y Tres en 1897) el Senador Velloso, el Sargento Mayor Ricardo Cruces Rodríguez, Teófilo Sánchez, Solano Riestra, el Dr. Vargas y el Coronel Juan Bernassa y Jérez, un masón, de la entera confianza de don José Batlle y Ordóñez.-
Por la minoría blanca, asistieron al sepelio: Antonio Paseyro y Luis Mongrell.-
Antes de colocar el féretro en la tumba, el Dr. Vargas y Solano Riestra leyeron sendos discursos, donde ponían de manifiesto las condiciones y la valentía que había tenido Mena, en su trayecto terrenal.-
Fue un TRAIDOR, el Coronel blanco Juan Francisco Mena, al apoyar con su espada y con su ideal el gobierno de don José Batlle y Ordóñez?....
Un amigo, como lo fue el Profesor don Omar Moreira, quien hizo un concienzudo y meditado trabajo de investigación sobre la vida del militar, lo definió de la siguiente manera: "Puedo decir sin vacilación: el coronel Juan Francisco Mena no fue un traidor, era un hombre fiel a sus ideas; no un "flojo", fue un valiente responsable. Debe salir del olvido"......
A sus palabras, me remito.-
(Fuente: "La Espera del Coronel".- Profesor Omar Moreira).-
Texto: Jorge Muniz.-
Vergara, 9 de abril del 2019.-
Vergara, 9 de abril del 2019.-
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