El diálogo áspero y seco, mantenido aquella tarde, de un lejano, caluroso y polvoriento febrero de 1845, fue, sin darse tregua entre dos hombres que los separaban las divisas y los ideales.-
Retrato del General Fructuoso Rivera.- |
La soldadesca colorada, había llegado poco antes al campamento del General Fructuoso Rivera, con el Escribano José Nicasio Guerrero, reconocido militante blanco, en calidad de detenido.-
La historia oral, cuenta que Rivera, quería cobrar otra vez contribuciones a los vecinos, para solventar en parte, la guerra y la manutención de sus tropas y como Guerrero, era reconocido notario y vecino de la zona, les aconsejó que no pagaran.-
Ahí vino la detención antedicha y el diálogo, con palabras que de por sí, medían y contorneaban la rudeza de una época:
- Así, qué vos sos el "cordobés Guerrero ?-habría dicho Rivera, aludiendo irónicamente a Córdoba del Tucumán, donde había nacido Guerrero, en el año 1812.-
El aludido, no se "achicó" adelante del General y con prestancia y suficiencia, le contestó:- Y vos....sos "El Pardejón " Rivera !!!
La orden terminante fue: - Una estaqueada....pa qué aprenda a respetar !
Más o menos de esa forma, comenzó a gestarse el segundo sitio, impuesto por "El Pardejón" un 11 de febrero de 1845, a la "Villa de Melo" (Cerro Largo) cantón militar que defendía el Coronel Dionisio Coronel Muniz, caudillo blanco, leal al General Manuel Oribe, al frente de 847 hombres, armados de fusiles, lanzas y un coraje, que rayaba en los ancestros espartanos.-
Se vivía en la República, la efevescencia de la "Guerra Grande" y Rivera, aliado a la Defensa de Montevideo, por segunda vez, intentaba tomar a sangre y fuego, la "Villa de Melo", sitio estratégico en la "Frontera Rebelde" con el Brasil.-
El 12 de agosto de 1844, había intentado la misma hazaña por primera vez, aunque el día 23 de agosto, "los bomberos" le avisaron que se aproximaba la vanguardia blanca del Capitán Timoteo Aparicio y "El Pardejón" que tenía mucho de astuto, enseguida se dio cuenta que si se demoraba dos o tres días más, se las iba a tener que ver con el grueso de la gente que mandaba el General Justo José de Urquiza.-
Levantó campamento y distribuyó fuerzas. Unas hacia Aceguá. Otras Tacuarí, abajo.-
Ahora en febrero de 1845, insistía con el asalto a la guarnición blanca, mientras lo tenía al Escribano José Nicasio Guerrero, "estaqueado" en el patio principal del Cuartel improvisado que había mando hacer.-
En realidad y según el historiador Germán Gil Villamil, página 116 de su libro "Un Ensayo para la Historia de Cerro Largo", editado en 1981, las fuerzas de Rivera, estaban acampadas "en el actual campo de la familia Gianola" frente a Melo y según el Profesor José Mujica Miralles, estaban acampados en campos que en esa época (1845) pertenecían al propio Guerrero, cuyo casco principal lo constituía la estancia denominada: "Santa Mónica".-
Según Dionisio Coronel, en esta emergencia, lo acompañaban a Rivera unos "6.000 bultos, contando "las chinas", "los guayaquises", la gente que no es de armas, alrededor de 300 carretas y dos piezas de artillerías al mando del Comandante Bergeret".-
Pero retornamos al suplicio de Guerrero.....
Como no retornaba a su casa, al mediodía la esposa Sra. Mónica Vázquez Colina de Oro, oriental, nacida en 1826, le mandó el almuerzo por una sirvienta negra, que tenía.-
Ésta, volvió "sarapantada" a la casa, diciéndole a doña Mónica:- Qué susto, mi señora !.... Al señor, lo tienen estaqueao en el patio del cuartel, al rayo del sol !
De inmediato doña Mónica, agarró la comida y fue ella mismo, a ver que era lo que ocurría con su marido.-
Al serle franqueado el galpón por dos soldados, pudo ver al "cordobés" estaqueado, sufriendo el terrible suplicio.-
Apenas logró articular de quien se trataba y al saberlo "El Pardejón", mandó que le cortaran los tientos y lo dejaran libre....
Pero la suerte ya estaba echada. Guerrero, quedó baldado para toda su vida y doña Mónica, perdió la razón y enloqueció para siempre, con momentos que adquiría la razón y otros, donde su mente se llenaba de un vacío inconmensurable.-
El día 13 de agosto, las guerrillas de Rivera, rodearon la "Villa de Melo" y a las 9 y media de la noche (según consigna el Dr. Francisco N. Oliveres) atacó la población bajo un cerrado fuego de artillería.-
Muchas casas se prendieron fuego y ante el griterío de hombres, mujeres y niños, la defensa de Dionisio Coronel y de su segundo Juan Rosas (El "Rubio Negro" de los Treinta y Tres Orientales) se mantuvieron en sus puestos, respondiendo como podían con el tenor de sus fusiles.-
Al día siguiente (14 de agosto) las guerrillas coloradas, recrudecieron en su ataque al mando del Coronel Cabral y 350 hombres de caballería. Pero Coronel, siguió firme con su gente y uno de sus soldados, logró bajar del caballo al Coronel Cabral, quien cayó al suelo sin vida, aprovechando los atacantes para replegar su acción.-
"El Pardejón", decidió retirarse definitivamente.-
Dejó atrás 30 hombres muertos y 121 heridos; mientras que los sitiados perdieron 4 hombres, 5 heridos y 2 niños muertos.-
Se fue hacia "La Cruz del Tacuarí" y luego de que la retaguardia, organizara la marcha de las carretas y cuidara las espaldas de los hombres en armas, rumbió hacia "Yerbalito del Convoy" (hoy, Cuarta Sección de Treinta y Tres) - que incluso tomó esa denominación topográfica, por el convoy de carretas de Rivera y luego rumbeó hacia la Fortaleza de Santa Teresa.-
Después, es conocido el periplo, porque en marzo de 1845, lo topó Urquiza en la 2da. Batalla de "India Muerta" (Rocha) y le hizo trizas la gente de armas, logrando salvarse providencialmente, las 300 carretas con sus ocupantes.-
Con unos pocos leales y una mujer apodada "Juana la Manca", "el Pardejón" huyó por "Mariscala" y "Olimar", rumbo al "Paso de las Piedras" en el río Yaguarón, donde según los testimonios escritos del Dr. Oliveres, el día 6 de abril de 1845, en horas tempranas, tuvo que tirarse de la carreta donde se encontraba, con una mujer y cruzar el río para el Brasil, "en camisa y calzoncillos y sin sombrero, perdiendo en absoluto cuanto material de guerra le restaba".....
El oído avizor de Rivera, escuchó el toque de clarín de la gente de Dionisio Coronel, antes que sus propios soldados y se dice que cruzó el río, perseguido muy de cerca por el Comandante Juan Rosas, "errándole manotones"........ De ahí surgiría el mote de "Rubio-Negro", con que sería llamado posteriormente "El último de los Treinta y Tres".-
Sin dudas que todo esto, nos pinta de cuerpo entero, lo que fue el transcurso de la "Guerra Grande" en el Uruguay, donde hubieron mercenarios: ingleses, franceses, brasileños, italianos, "porteños", otros de las Provincias, como el General Justo José de Urquiza, que se beneficiaron sin dudas, de una guerra cruel y sangrienta, que comenzó entre blancos y colorados.-
La economía del país, casi que tocó fondo. Los ganados vacunos, ovinos y caballares, mermaron tremendamente en todo el territorio nacional, asolados por la propia soldadesca, por "los tigres americanos" (yaguaretés), por "los leones bayos" (pumas) y por los "perros cimarrones".-
"Balsa de Guerrero", sobre el arroyo Conventos.- |
Nunca más, se irá a saber los favores que se pagaron desde el lado de la "Defensa de Montevideo" (colorados) y desde el lado del "Sitio Grande" (blancos), lo que se logra percibir es que hubieron muchos "pescadores de río revuelto", empujados básicamente, por Juan Manuel de Rosas, por Justo José de Urquiza y por los "dos Bentos" (Bento Gonçalves da Silva y Bento Manuel Ribeiro), amigos y por qué no ? de Oribe, de Lavalleja y de Rivera.-
Hoy, cuando está de moda la palabra "TRAICIÓN", manejada con liviandad y suficiencia histórica, es interesante, remontarse al pasado y tratar de vivir esos momentos, donde Rivera, Lavalleja y Oribe, tuvieron que negociar con medio mundo, para poder salvar la soberanía de la Patria.-
Fueron sádicos ? Fueron crueles ? Fueron sanguinarios?...... Hay que medir tiempos y consecuencias, para después hablar y no caer en la ingenuidad de que a un enfrentamiento armado "se van a vender masitas".-
Con esto no debo ni quiero, salvaguardar la integridad moral y espiritual de nuestros caudillos, simplemente pienso, que había que estar en un teatro de operaciones, donde los de afuera, querían llevarse hasta las migajas de la torta.....
En cuanto al Escribano José Nicasio Guerrero, logró procrear una familia en la "Villa de Melo" junto a su esposa Mónica Vázquez Colina de Oro y sus hijos fueron: Victoria Modesta Guadalupe (1846-1914) quien casó con el Escribano Agustín Elío Muñoz; Nicasio Luciano (1847-) quien casó con Corina Sabina Alizal (hija de uno de los socios de Juan Pedro Ramírez), José (1849-) quien casó con Fernanda Prieto, Deidamia (1851-) y Adela (1852-) quien casó con Antonio Varela Rivero.-
Guerrero, falleció en Melo, en el año 1870 y su esposa, cuidada por los descendientes, pero, ubicada en una pieza al fondo del caserón que ocupaban, entre la enajenación y la cordura, falleció en el año 1873.-
(Fuentes: Profesor José María Mujica (testimonio oral); Genealogía de Family Search; "Un Ensayo para la historia de Cerro Largo"- Germán Gil Villamil y "Apuntes de la Topononimia de Cerro Largo y Treinta y Tres" Dr. Francisco N. Oliveres).-
Jorge Muniz.-
Vergara, 25 de junio del 2021.-
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