"DE VEREDA A VEREDA "
En la noche del 17 de agosto de 1886, no bien hubo arribado al interior del "Teatro Cibils", el Presidente de la República Oriental del Uruguay, Capitán General Máximo Benito Santos Barbosa, en compañía de su hija Teresita, para presenciar la ópera "La Gioconda", donde actuaba la diva italiana Eva Tetrazzini (la cual decían que era amante del Presidente en cuestión) el Sub Teniente (hoy, Alférez) Gregorio Saturnino Ortiz, que era colorado y ahijado de Santos, se le aproximó por el lado izquierdo, mientras éste saludaba por la derecha a su amigo Tulio Freire (el creador de la Banda Presidencial) y le abocó en la mejilla izquierda un revólver "Bull-Dog" 12 mm, disparándole un proyectil explosivo, del cual se piensa que tenía la punta hueca con un fulminante de mercurio.-
Capitán General Máximo Santos |
El revólver, había sido proporcionado en Buenos Aires, al heridor, por el Coronel Nicasio Galeano (hombre de Latorre) y la bala explosiva que impactó en el maxilar inferior del Presidente, además de abrirle una herida considerable, le llenó de esquirlas la mejilla.-
Lo otro que sigue ya es conocido por todos. Ortiz, disparó de a pie, les tiró un tiro a sus más inmediatos perseguidores y posteriormente, al no encontrar un caballo que le había sido prometido para escapar de la zona, se recostó a un muro, y se suicidó con el mismo revólver, pegándose un tiro en la sien derecha.-
Extrañamente, dicen las crónicas de la época que el proyectil que hirió a Santos, no fue encontrado por lado ninguno y que a Ortiz, el Médico de Policía, solo le hizo un reconocimiento exterior. No hubo autopsia correspondiente.-
Santos, fue trasladado de inmediato en su propio carruaje hasta su casa (hoy "Palacio Santos", sito en calle 18 de julio esquina Cuareim, de Montevideo) vendado en la emergencia con una bufanda de su hija y una vez que hubo arribado al domicilio, recibió de pie, las primeras curaciones de los Dres. Julio Rodríguez Barruezo (un granadino, que era su médico personal); Francisco Antonino Vidal (que era Senador) y de su futuro yerno: Isabelino Bosch.-
La esposa del Presidente Teresa Mascaró y Sosa (hija de un panadero catalán y casada con Santos, desde 1872) no resistió verlo en aquel estado y se desmayó de inmediato.-
También se presentó en la casa el Dr. Ángel Brian (correntino) que era el Jefe Político y de Policía de Montevideo, el cual no ejerció su actividad como médico en la oportunidad, pero, sugirió algún consejo a sus colegas y dio cuenta de lo ocurrido a la Justicia Letrada.-
En determinado momento el Dr. Francisco Vidal, fue a buscar al Dr. Pedro Visca, que en 1870, había obtenido su diploma de médico en París (Francia) y estaba teniendo muy buen suceso en el Uruguay.-
Visca, no lo quería ni un poquito a Santos. Pero fiel a su juramento hipocrático, acudió al llamdo del colega y examinó al paciente, no sin antes despotricar contra el mismo a la entrada de la casa, momento en el cual Vidal, le llamó la atención:- Callate Pedro, que los negros nos matan".... (Se refería a la custodia personal de Máximo Santos).-
Visca, luego de examinarlo, le tomó el pulso en ambos brazos y al retirarse dijo a sus colegas:- Tengan cuidado, con los calmantes que le dan.....
Y acá viene el fundamento de las palabras del eminente médico y catedrático, que fue el Dr. Pedro Visca (un montevideano hijo de genoveses, nacido en 1840 y fallecido en 1912).-
Palacio Santos |
Resulta, que una mañana de 1882, Visca pasó por la vereda de enfrente al "Palacio Santos" con un amigo común y al dirigir su vista al coloso de cemento, vio que Santos, estaba sentado en el patio tomando mate.-
Entretuvo su paso, sin dejar de fijarse en el militar y cuando reanudó la marcha, lo miró al otro y le dijo: "Es un aórtico"....
El otro, sin entender un bledo de lo que pasaba, lo miró sorprendido y Visca, le repitió: "Qué Santos, es un aórtico!.... Ví que cuando se llevó el mate a la boca, sacudió rítmicamente la cabeza, sincronizándola involuntariamente con el latido cardíaco... Y éso, es un signo evidente de un aneurisma o de una insuficiencia aórtica !....
Pasó el tiempo, las expresiones del Dr. Visca para con su amigo quedaron como una anécdota más y un Presidente Santos, desmoralizado y entregado anímicamente, renunció a sus funciones ejecutivas y se trasladó a Europa, para consultar a connotados médicos italianos y franceses, buscando alivio para su fístula torturadora de la mejilla y un consejo práctico, para frenar las arritmias de su corazón ultrajado.-
El 17 de enero de 1887, el Profesor Dr. Pierre C. Potain (uno de los mejores clínicos franceses de la época) lo vio en París (Francia) y luego de un riguroso estudio biológico, llegó a la conclusión que no era posible operar la fístula en la mejilla izquierda, dado que el paciente presentaba: "Insuficiencia aórtica y ventricular".....
Para ir paleando la situación, prescribió ciertas indicaciones.-
Exiliado Máximo Santos, con su familia, en la ciudad de Buenos Aires (desterrado del Uruguay por un decreto inconstitucional de su antiguo amigo el General Máximo Tajes, Presidente de la República, en ejercicio) falleció el día 19 de mayo de 1889, a la edad de 42 años.-
El certificado médico de defunción, firmado por el Dr. Arturo Leeson, rezaba en su parte medular: "Insuficiencia y dilatación aórtica".... Probablemente, fue una rotura de aneurisma y contrario a lo que han dicho algunos historiadores que suponían que la misma se debía a una sífilis tardía, no es cierto. Dado que el exhaustivo informe presentado por el médico francés Dr. Potain, expresa bien claro: "Etiología desconocida".....
Dr. Pedro Visca |
A todo esto quedó de manifiesto, el ojo clínico del Dr. Pedro Visca, propio de la práctica que enseñaba la escuela francesa de la medicina y que por una casualidad, fue capaz de constatar la insuficiencia aórtica de Santos, de una vereda a la otra.-
(Fuente: Apuntes de Internet suscritos por el Dr. Guido Berro Rovira).-
Jorge Muniz.-
Vergara, 17 de enero del 2022.-
Lecturas muy interesante ,buenisimas
ResponderEliminarSoy Luis Eduardo Peña Segovia ,los Segovia eran del Paso Ancho
ResponderEliminarMuchas gracias.
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