(7ma. Parte)
Temprano de la mañana, pasaba rumbo al “Centro”, doña Máxima Álvarez (hermana entre otros de “Jacinto
Lechiguana” y de Alberto, que era
alambrador y “pocero”) con un gurí chico de la mano, con sus polleras largas, media agachada para
caminar, en un barquinazo solo y la boca que era un pororó…

Venía a surtirse de alimentos y de remedios en la farmacia de
“El Bebe” Freire, con la certeza de que le diera para pasar todo el mes. Porque
el viaje era largo y tenía que hacerlo de a pie.-
-Guen día, don Antune….
- Buen día doña Máxima….Cómo anda Usted?
-Bien y uté don…Dice que tenía la patrona media culeca?...Yo
escuché nel arradio que dio que taba internada …..
-Sí estuvo internada….Pero ahora ya está en casa y por
suerte se está recuperando bien….
-Mire uté! Qué suerte pobre!...Yo siempre digo que las
enfermedades dispués que dentran, pa salir …..es brava la cosa…..Mire el finao
mi marido, un hombre guapo, yeno e salú, se levantaba al aclarar, se acostaba
con las gallinas, comía máiz y boniato asao, nada li hacia mal y de guenas a
primeras se enfermó el pobre y empezó pa tras y pa tras y tomaba un rimedio y
tomaba otro y nada li hacia bien….hasta que pasó lo que pasó…..terminó en “la
estancia blanca” en custión de un mes más o menos……Deje quieto!....No es changa
el tema enfermedá….
-Y este gurí va a la Escuela?
-No don Antune, que va dir a la Escuela….
-Y qué le pasó? No tiene la edad cumplida?
-Gué y tiene todo, don. Hasta portafolio nuevo le había comprao
y cuaderno pa escribir y lápice de colore pa dibujar….Gue y resulta que un día
viene y me contó que había ido un hombre y que les empezó a dar “ginástica” nel
patio e la Escuela…..
- Ginástica?- dijo papá sorprendido…
-Gué eso mismo…Eso di hacer ejercicio….De sacudir brazos y
piernas pa arriba y pa abajo… Tonce agarré y le dije: Gueno, a partir di hoy no
vas más a la Escuela……Pero, aguela….. No, no hay pero aguela, no vas más a la
Escuela y tá…..Qué joder yo te mando a aprender a ler y escribir y vos me venís
con el cuento de que va un forastero pa que hagan “ginástica de camburgo”. No,
no vas más y pelada la costilla…..Ah sí….pelada la costilla….
En realidad doña Máxima, a cuyo marido le decían “El Corral
de Embasto”, porque cuando estaban construyendo el matadero cerca del cementerio, él, que trabajaba en ese sitio lo denominaba de esa forma, no había mandado más el niño a la Escuela, porque hacían gimnasia
como los soldados, a los cuales los viejos y viejas de otro tiempo, les
llamaban “Los Camburgos”………
EL
PAGO VIEJO……
Un sol generoso iluminaba casas y calles del pago viejo.-
La rueda de viejos, comenzaba a poblarse y con ella,
revivían nuevamente aquellos sucedidos de un tiempo ido, que como las brasas de
un imaginario fogón, bastaban unos soplidos para que enseguida se reivindicara
la llama….
Comenzaba la tertulia, por el viejo Pedro Alquilino Icart y Alvariza, que allá por
1911 más o menos había llegado desde “Nico Pérez”, con su vieja de nombre
María, con su empresa de “Pompas Fúnebres” y con su primera radio “a galena”.
Hombre con cierta influencia en “Nico Pérez”, incluso comentaban que había
heredado a un tío que era estanciero, que guardaba una bolsa de libras
esterlinas y que además de ser la primera persona que trajo un receptor de
radio a Vergara, también se defendía componiendo relojes de bolsillo y de
pared.-

Prescindiendo de todas esas habladurías, que el viejo
Alvariza ni pelota les daba, hasta se dio el lujo de ser Presidente del Concejo
Auxiliar que tutelaba bienes, obligaciones y derechos públicos, de los
habitantes de Vergara….
La prosa continuaba y desde el aire desvanecido, surgía “El
Negro” Bentos Exequiel Vergara, peón de campo de don Pedro Martín Zuluaga “Baigorra”
y “compositor de parejeros” que allá por la década de 1920, le había prestado
su caballo lobuno a Julio María Sosa, colorado escindido del grupo de don “Pepe”
Batlle y que se tiraba a Presidente de la República, para que entrara a
Vergara, con el sombrero en la mano, entre los Vivas! de la gente y los aplausos
cerrados de sus seguidores, que no eran muchos…
Hablaban de don Honorio Zuluaga, cuando se golpeaba los
bolsillos de las bombachas y gritaba: - Tengo plata y más plata, carajo!….. Sin
embargo, perdió una penca contra los Robaina-Moreno, a los cuales no los
conocía mucho y de malo que estaba por ser perdedor, gritaba entre la
concurrencia:- Dónde están y de dónde son carajo?...Esos mulatos Ribaña!!
Comentaban de que “El Chato” Zuluaga, había estado presente
en la Revolución de 1904, acompañando a Basilisio Saravia, que éste, le regaló
un revólver calibre 44 y que después de Tupambaé, se enfermó de tifus. Lo
cuidaba “La Turca de Mayo”, que era enfermera de la División colorada y cuando “El
Chato” deliraba de fiebre, ella lo envolvía en sábanas mojadas y decía:- Bobre hijo….Madre
nu verlo nunca má!
Pero salvó el trance. Fue hacendado en la zona de Vergara y
murió muchos años después de terminada la guerra.-
Hablaban de los faroles a querosén que había donado Fermín
Hontou en 1906; del Sargento Mayor Quintín Silvera, que en 1910 tuvo un
Sargento, un Cabo y seis soldados “acuartelados” en su casona, por si Basilio
Muñoz y su gente agarraban con esta dirección y que como era un hombre nervioso
y emprendedor, en 1911, el Concejo Auxiliar de Vergara, lo había nombrado “Inspector
del alumbrado público”; de los faroles a nafta, que llegaron en 1922; de los
faroleros Timoteo Berrueta, Cándido Alcarraz, Felisberto Hernández y Rufino
Silva, que fue el último antes de la llegada de la luz eléctrica y que tenía un
hijo que le decían “Gallinal”, que trasmitía los partidos de fútbol, imitando a
Carlos Solé. Además de otro hijo que era tuerto, que le decían “El Pepe” y que cuando le
dolía alguna muela, tomaba unos tragos de caña blanca y se la arrancaba con una
tenaza, que le pedía prestada a Juan
Bautista Poliack. A su vez don Rufino, tenía una hija que se llamaba Amelia,
que fue la eterna novia de Héctor Percovich que trabajaba en la UTE de Vergara
y que hasta la vejez, no perdió nunca los buenos modales para expresarse, la
candencia para caminar, las “caravanas” pendiendo de sus orejas y los labios
encendidos de rojo carmín.-
La prosa continuaba con el recuerdo de don "Félix Guerrero",
que en realidad se llamaba : Filisbino Guerrero, que siempre andaba de pañuelo
blanco (por eso le decían “Nuca blanca”); del viejo Fabriciano Cabrera; de
Eduardo Rosas (que era descendiente del cruzado libertador Juan Rosas) ; del
duelo criollo que habían sostenido Gregorio Presa y Pedro Santana, donde ambos
resultaron muertos; de los conciertos de
guitarra que brindaron el paraguayo Agustín Barrios y el oriental Telémaco
Bernardino Morales; de la llegada de los alemanes Paulo y Guillermo; de la
zapatería del belga Juan Fouquet y su perro de nombre “Cerazón”; de la Ford T
de Rogelio Baudean, que una mañana no había forma de hacerla arrancar dándole
manija y sorpresivamente se le abrió una de las puertas. Baudean, pólvora de
genio como era, le pegó semejante portazo y aunque no se crea….la cachila quedó
“pistoneando”….
Seguían hablando de la pulpería y posta de diligencias de
José Granada, en la “Buena Vista”; de las luchas contra la manga de langostas a
fuerza de latas con piedras, banderines de arpilleras y máquinas lanza-llamas.
Las viejas decían que era la maldición escrita en la Biblia y los viejos,
afirmaban que esas nubes de bichos marrones y “catinguientos” que arrasaban con los sembradíos, venían desde
“El Chaco paraguayo”; de los aguateros con barril: Severo Gómez, “El viejo”
Denis, Mario Téliz, “El Pertingo” Pérez, “Pañuelo Colorao” que se llamaba
Bernabé Rivero, “El Negro” Mario Téliz, Malvárez, Paulo Araújo, Modesto Batalla
y Jesús Barreto (que a causa de la viruela que tuvo, le había quedado “un toco”
de nariz) y cuando le preguntaban cómo se llamaba, decía: - Me llamo… Jejús
Baggeto!

“LA
SOTANA DE CHUZINSKY”
Fue uno de los tantos personajes que hubo en Vergara.-
Sacerdote pallottino, que llegó allá por la década de 1950,
dicen que huyendo de la Argentina que gemía bajos las botas del General Juan
Domingo Perón y que para escaparse de incógnito para el Uruguay, tuvo que
cambiar la sotana, por un vestido de mujer….

Mis años de niño lo
recuerdan: con el pelo blanco, la sotana gastada y con “manchones” blancos, de
tantos lavados, servicios y oraciones, lentes con armazón de carey, cara redonda,
petiso de físico pero robusto, de sandalias, invierno y verano y una pipa, tipo “cachimbo”
ubicada casi que en todo momento, junto a la comisura de sus labios pulposos.-
Terrible “garronero”. Mientras pudo, no almorzó ni cenó
jamás, en “La Paroquia”- como decía él, porque tenía a disposición las casas
del Dr. Bellistri; lo de Constancio Islas; lo de “Manolo” Ferrada o lo de “Fernandito”
Correa, entre muchas más.-
Llegaba la hora del almuerzo o de la cena en esas casas e
imprevistamente se escuchaba el timbre o “el llamador” de bronce de la puerta
principal….No faltaba uno o una que dijera:- Ése, es el cura Chuzinsky…..Y no
le erraban ni un poquito….
No había reunión en el pueblo que él, no fuera un “convidado
de piedra” y hasta llegó a ser de los habitúes al café del “Brasilero”
González, frente a la plaza principal, por el solo hecho de “chuparle de arriba”,
alguna caña blanca a un gentil y solícito parroquiano…
-
Se puede o no se puede tomar caña un domingo,
Padre?... O es un pecado?
-
Má, sí convidá con una al Paróco…no é pecado…..
Y al otro, no le quedaba más remedio que entregarse…
Su compañero fiel, era un perro lanudo y “retobado”, blanco
y negro de nombre “Perón”…
-
Y se puede saber por qué le puso “Perón” al
perro, Padre?
-
Muy fácil ché! Poque Peggónn é un peggoo con la
gente…..
Cada cierto tiempo, lo visitaba el cura Sebastián Barreto,
que era profesor de etnología en la Escuela Agrícola Jackson y sabía desde
hacer historias y cuentos de toda clase, hasta fabricar, dulces, pasas de higo,
vinos caseros, quesos artesanales, salsa de tomates y orejones de durazno.-
Era muy bueno con los niños, irradiaba un contagioso afecto
por todo el mundo, había visitado el “Solar de Artigas” en el Paraguay, había
seguido el “Ruralismo” de Benito Nardone y cuando se preparaba para salir a la
calle, se ponía una sotana impecable de limpia y un sombre negro.-
Mientras que Chuzinsky, de andar lento y torpe, tenía
sus rencores bien guardaditos y una memoria, que no se le escapaba nada……
Un día Ventura Robaina, había mandado hacer unos arreglos en
el cementerio local y como sabía que Chuzinsky había obtenido unos ladrillos
donados para unos trabajos en el edificio de la Iglesia, le pidió un lote de
ellos prestados, comprometiéndose a devolvérselos en un plazo breve.-
Nunca más, se los devolvió……
Poco tiempo después de suscitado ese hecho, llevaron un niño
para bautizar….
El cura la vio venir de lejos, porque lo vio a Ventura
Robaina entre el séquito de los invitados e intuyó de inmediato que si andaba
allí, era porque jugaba un rol importante, en la fiesta religiosa…
Se preparó para el embate, con todas sus armas y lo espero como los boxeadores "con la guardia cerrada"…..La prueba
está que fue tajante e invariable en su decisión…
-
Padre, venimos a bautizar este niño…
-
Má y quien é el padrino?....
-
Es Ventura Robaina, Padre….
-
Ah! É el Ventura?- preguntó como sorprendido- y
de inmediato “le bajó el hacha”..
-
Entonce, si el Ventura é el padrino......son 25 peso……
(Fin de la 7ma. Parte)
Jorge Carlos Muniz Cuello
Vergara,
26 de febrero del 2018.-