"EL GENERAL GARIBALDI Y EL ORIGEN DE LA SONDA NÉLATON"......
Quienes estudiamos, practicamos y ejercimos el arte de la enfermería, más de una vez tuvimos que introducir una sonda Nélaton o Nelaton (se escribe de ambas formas) en la uretra de una paciente para drenar la orina de la vejiga; ignorábamos totalmente la verdadera historia de esta fiel colaboradora de la urología y de la obstetricia, cuando se trataba de acometer un parto inducido por el método de Krause.-
Este catéter flexible, de látex, de 35 a 40 cm de largo, se utiliza solo para vaciar la vejiga cuando existe un grado bastante avanzado de estenosis uretral y no se le puede fijar, dado que no tiene balón; pero, nació en una forma más que curiosa y alumbró, como un simple estilete y con una bola de porcelana deslustrada en su extremo inferior.-
El invento, se le debe al cirujano francés Dr. Auguste Nélaton (1807-1873) quien fue alumno del Profesor Guillaume Dupuytren y dotado de una natural creatividad, además de la sonda que lo hizo famoso, creó un trocar y una pinza especial para la ovariotomía (de la cual fue pionero en Francia) e introdujo la ayuda de la electrólisis, en el entorno de la cirugía.-
Toda la historia comenzó, un día 29 de agosto de 1862, cuando el general José Garibaldi al mando de sus tropas, iba en dirección a Roma para enfrentar a los franceses que defendían los estados pontificios y el Rey de Italia, al enterarse de tal hecho y previendo una escalada de tremendas consecuencias, mandó su propio ejército de italianos, a interceptar al de Garibaldi.-
Se encontraron en Aspromonte (Calabria) y el general, mandó el alto al fuego, para no combatir contra sus compatriotas. No obstante hubo un malentendido y ambas tropas se cruzaron unos disparos, hiriendo casualmente uno de los tiros, el tobillo derecho del general Garibaldi, luego de haberle atravesado la bota que llevaba puesta.-
Allí fue hecho prisionero por sus compatriotas italianos, quienes lo hicieron atender en primera instancia por el cirujano Enrico Albanese y éste, por más que hurgó en la herida, no pudo dar con el proyectil que se había introducido por delante del maléolo medio, casi llegando a la articulación con el pie.-
Levantado en andas por los compatriotas italianos, el general Garibaldi, quedó detenido de inmediato, fue llevado hasta el barco "Duc de Gêne" y desde allí trasladado por mar hasta la prisión de Varignano (Liguria) cerca de "La Spezia", donde quedó alojado en una pieza "VIP" por el delito de "traición".-
A los dos días de estar detenido, llegaron los Profesores: Porta (Pavía), Rizzolli (Bolonia) y Zanetti (Florencia), acompañados de los cirujanos: Prandini, Negri y Ripari, quienes le examinaron la herida, hurgaron largo rato buscando el proyectil y llegaron a la conclusión que el mismo ya no se encontraba en la zona herida y que por algún lado "había tenido el orificio de salida"....
Posteriormente, el día 16 de setiembre de 1862, se presentó en dicha prisión el Profesor Richard Patridge (1805-1873) una de las eminencias de la cirugía londinense, quien al igual que sus pares italianos, diagnosticó luego de extensa consulta, que el proyectil ya no se encontraba en la zona, retornando de inmediato a Londres y siendo cortesmente tratado por sus pares italianos.-
Recordemos, que en esa guerra de la unificación, Gran Bretaña, gozaba de la simpatía de Rusia, apoyaba a Italia y como "los tanos" mismos, estaba enfrentada a Francia.-
No obstante todo ello y dado el carácter de populismo que rodeaba la figura de Garibaldi, a quien muchos de sus compatriotas lo consideraban "el segundo Jesucristo", le habían puesto su nombre a calles, a plazas, a blusas, a galletas y las damas se morían por un autógrafo suyo o por un mechón de sus largos cabellos; optaron por llamar a un médico francés y ese fue, el Dr. Auguste Nélaton.-
El galeno, llegó a la prisión en momentos que los cirujanos italiano hablaban de una probable amputación del tobillo y tras examinar al quejoso e incómodo general, diagnosticó: QUE EL PROYECTIL AUN SE ENCONTRABA DENTRO DE LA ZONA DEL IMPACTO; aconsejó que la amputación no se llevara a cabo; que se iba a formar un abceso y en ese caso era muy probable que el proyectil abandonara su sitio temporario, sugiriendo antes de retirarse de la consulta, que se ampliara el diámetro de la herida, mediante la aplicación de esponjas.-
Nélaton, se volvió otra vez a París, pero sus colegas italianos, se quedaron sacudiendo la cabeza y afirmando que el proyectil no estaba en el tobillo de Garibaldi.-
El 31 de octubre de 1862, concurrió a la prisión de Varignani, el cirujano ruso Nicolai Pirogoff (1810-1881) conjuntamente con el inglés Patridge y al menos 17 cirujanos, quienes utilizando al parecer otros métodos sofisticados, dieron marcha atrás y concluyeron que la bala, no había abandonado la región y en ese caso, concordaron con Nélaton, pero, no pudieron encontrarla bajo ningún concepto.-
El notable francés, humilde y silencioso como era, no se había quedado quieto y así que llegó a París se puso a trabajar e inventó un estilete, con una bola deslustrada en el extremo, descubriendo que si ésta tocaba hueso no sufría alteraciones de ninguna índole; por el contrario, si tocaba un proyectil, tenía que salir con un pequeño teñido en su estructura....
Remitida que fue a Italia, con los detalles correspondientes, el Dr. Zanetti, la introdujo en la herida del general y vaya sorpresa, al retorno de la misma, la bola deslustrada salió teñida de un gris semi- metalizado.-
Esto indicaba que la bala, aun estaba allí y el mismo Zanetti, un día 22 de noviembre de 1862, puso todo su empeño y logró extraerla, mientras el herido esbozaba una sonrisa de complacencia.-
Cayó totalmente la trayectoria médica del Dr. Richard Patridge, quien hasta ese momento era la eminencia de la Gran Bretaña y en su lugar se produjo el ascenso del francés, que de niño huérfano y pobre, llegó por sus propios pasos y sin que nadie le tendiera la alfombra de la gloria, a ser médico personal del Emperador Napoleón III.-
Desde aquel lejano 1862, aun restarían 33 años para que el científico alemán Conrad Röentgen, descubriera por casualidad, el mundo de imágenes que emitían los rayos X.-
Ni qué decir a todo esto de que "El Héroe de dos Mundos", se recuperó rapidamente y que el invento propiciado por el Dr. Nélaton, poco tiempo después de la original creación para rastrear cuerpos extraños, se convirtió en una sonda vesical, para provecho de toda la humanidad.-
Quienes estudiamos, practicamos y ejercimos el arte de la enfermería, más de una vez tuvimos que introducir una sonda Nélaton o Nelaton (se escribe de ambas formas) en la uretra de una paciente para drenar la orina de la vejiga; ignorábamos totalmente la verdadera historia de esta fiel colaboradora de la urología y de la obstetricia, cuando se trataba de acometer un parto inducido por el método de Krause.-
Este catéter flexible, de látex, de 35 a 40 cm de largo, se utiliza solo para vaciar la vejiga cuando existe un grado bastante avanzado de estenosis uretral y no se le puede fijar, dado que no tiene balón; pero, nació en una forma más que curiosa y alumbró, como un simple estilete y con una bola de porcelana deslustrada en su extremo inferior.-
El invento, se le debe al cirujano francés Dr. Auguste Nélaton (1807-1873) quien fue alumno del Profesor Guillaume Dupuytren y dotado de una natural creatividad, además de la sonda que lo hizo famoso, creó un trocar y una pinza especial para la ovariotomía (de la cual fue pionero en Francia) e introdujo la ayuda de la electrólisis, en el entorno de la cirugía.-
Toda la historia comenzó, un día 29 de agosto de 1862, cuando el general José Garibaldi al mando de sus tropas, iba en dirección a Roma para enfrentar a los franceses que defendían los estados pontificios y el Rey de Italia, al enterarse de tal hecho y previendo una escalada de tremendas consecuencias, mandó su propio ejército de italianos, a interceptar al de Garibaldi.-
Se encontraron en Aspromonte (Calabria) y el general, mandó el alto al fuego, para no combatir contra sus compatriotas. No obstante hubo un malentendido y ambas tropas se cruzaron unos disparos, hiriendo casualmente uno de los tiros, el tobillo derecho del general Garibaldi, luego de haberle atravesado la bota que llevaba puesta.-
Allí fue hecho prisionero por sus compatriotas italianos, quienes lo hicieron atender en primera instancia por el cirujano Enrico Albanese y éste, por más que hurgó en la herida, no pudo dar con el proyectil que se había introducido por delante del maléolo medio, casi llegando a la articulación con el pie.-
Levantado en andas por los compatriotas italianos, el general Garibaldi, quedó detenido de inmediato, fue llevado hasta el barco "Duc de Gêne" y desde allí trasladado por mar hasta la prisión de Varignano (Liguria) cerca de "La Spezia", donde quedó alojado en una pieza "VIP" por el delito de "traición".-
A los dos días de estar detenido, llegaron los Profesores: Porta (Pavía), Rizzolli (Bolonia) y Zanetti (Florencia), acompañados de los cirujanos: Prandini, Negri y Ripari, quienes le examinaron la herida, hurgaron largo rato buscando el proyectil y llegaron a la conclusión que el mismo ya no se encontraba en la zona herida y que por algún lado "había tenido el orificio de salida"....
Posteriormente, el día 16 de setiembre de 1862, se presentó en dicha prisión el Profesor Richard Patridge (1805-1873) una de las eminencias de la cirugía londinense, quien al igual que sus pares italianos, diagnosticó luego de extensa consulta, que el proyectil ya no se encontraba en la zona, retornando de inmediato a Londres y siendo cortesmente tratado por sus pares italianos.-
Recordemos, que en esa guerra de la unificación, Gran Bretaña, gozaba de la simpatía de Rusia, apoyaba a Italia y como "los tanos" mismos, estaba enfrentada a Francia.-
No obstante todo ello y dado el carácter de populismo que rodeaba la figura de Garibaldi, a quien muchos de sus compatriotas lo consideraban "el segundo Jesucristo", le habían puesto su nombre a calles, a plazas, a blusas, a galletas y las damas se morían por un autógrafo suyo o por un mechón de sus largos cabellos; optaron por llamar a un médico francés y ese fue, el Dr. Auguste Nélaton.-
El galeno, llegó a la prisión en momentos que los cirujanos italiano hablaban de una probable amputación del tobillo y tras examinar al quejoso e incómodo general, diagnosticó: QUE EL PROYECTIL AUN SE ENCONTRABA DENTRO DE LA ZONA DEL IMPACTO; aconsejó que la amputación no se llevara a cabo; que se iba a formar un abceso y en ese caso era muy probable que el proyectil abandonara su sitio temporario, sugiriendo antes de retirarse de la consulta, que se ampliara el diámetro de la herida, mediante la aplicación de esponjas.-
Nélaton, se volvió otra vez a París, pero sus colegas italianos, se quedaron sacudiendo la cabeza y afirmando que el proyectil no estaba en el tobillo de Garibaldi.-
El 31 de octubre de 1862, concurrió a la prisión de Varignani, el cirujano ruso Nicolai Pirogoff (1810-1881) conjuntamente con el inglés Patridge y al menos 17 cirujanos, quienes utilizando al parecer otros métodos sofisticados, dieron marcha atrás y concluyeron que la bala, no había abandonado la región y en ese caso, concordaron con Nélaton, pero, no pudieron encontrarla bajo ningún concepto.-
El notable francés, humilde y silencioso como era, no se había quedado quieto y así que llegó a París se puso a trabajar e inventó un estilete, con una bola deslustrada en el extremo, descubriendo que si ésta tocaba hueso no sufría alteraciones de ninguna índole; por el contrario, si tocaba un proyectil, tenía que salir con un pequeño teñido en su estructura....
Remitida que fue a Italia, con los detalles correspondientes, el Dr. Zanetti, la introdujo en la herida del general y vaya sorpresa, al retorno de la misma, la bola deslustrada salió teñida de un gris semi- metalizado.-
Esto indicaba que la bala, aun estaba allí y el mismo Zanetti, un día 22 de noviembre de 1862, puso todo su empeño y logró extraerla, mientras el herido esbozaba una sonrisa de complacencia.-
Cayó totalmente la trayectoria médica del Dr. Richard Patridge, quien hasta ese momento era la eminencia de la Gran Bretaña y en su lugar se produjo el ascenso del francés, que de niño huérfano y pobre, llegó por sus propios pasos y sin que nadie le tendiera la alfombra de la gloria, a ser médico personal del Emperador Napoleón III.-
Desde aquel lejano 1862, aun restarían 33 años para que el científico alemán Conrad Röentgen, descubriera por casualidad, el mundo de imágenes que emitían los rayos X.-
Ni qué decir a todo esto de que "El Héroe de dos Mundos", se recuperó rapidamente y que el invento propiciado por el Dr. Nélaton, poco tiempo después de la original creación para rastrear cuerpos extraños, se convirtió en una sonda vesical, para provecho de toda la humanidad.-
(Fuente: Extraída de Internet. En las fotos se puede ver al Dr. Nélaton controlando el pulso de un convalesciente Garibaldi; luego una sonda Nélaton y por último, la bota derecha que usaba Garibaldi atravesada por un tiro a la altura del tobillo derecho).-
Texto: Jorge Muniz.-
Vergara, 20 de setiembre del 2018.-
Vergara, 20 de setiembre del 2018.-
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