domingo, 9 de septiembre de 2018

LA FRONTERA REBELDE.....
"BASILISIO SARAVIA, ESTANCIERO Y CAUDILLO MILITAR COLORADO"....
- Usted es el Sr. Basilisio Saravia?
- Sí señor, el mismo. Estanciero, en tiempos de paz y Coronel, en tiempos de guerra !
Palabras más, palabras menos, así se definía Basilisio Saravia da Rosa, ante un cronista de un diario montevideano que le efectuó un reportaje en 1904.-
Según ciertos historiadores, había nacido un día 2 de marzo de 1853, en paraje "Pablo Páez", cerca de Santa Clara de Olimar (Departamento de Treinta y Tres) y fue el segundo hijo de los 13 que tuvo el matrimonio constituido por don Francisco Saravia Caneda (Don Chico) y doña "Propicia" o "Sulpicia" da Rosa (ambos brasileros).-
Fue bautizado en Arroio Grande (RGS-Brasil) en la "Iglesia Nossa Senhora da Graça", el día 14 de setiembre de 1853, donde quedó anotado a Fs. 119 del Libro II "ficando registrado como filho desta terra" (sic) - vale decir nacido en Río Grande del Sur-  y desde joven se mostró como una persona serena, de carácter tranquilo y con una educación bastante esmerada para la época (dado el medio y de que no fue a estudiar a Montevideo, como Aparicio, por ejemplo) sin embargo, se defendía lindo con los números y en la parte comercial de la hacienda de su padre.-
De algún modo, fue el preferido de su padre (sin desconocer a los demás) dado que en las rencillas frecuentes entre hermanos, obraba como un catalizador de reacciones, buscando siempre calmar la violencia y equilibrar las acciones.-
De joven, alto y delgado, trabajó en un almacén de don Chico, en "Cañada Brava" y se reveló como muy correcto en la atención para con los clientes, muy ahorrativo, muy escrupuloso con el dinero tanto propio como ajeno y además muy cuidadoso de su higiene personal.-
Cuando no andaba afectado a las tareas de trabajo, usaba traje impecable y años después, uniforme militar, tan higiénico y cuidado como su traje de paseo.-
En la actividad comercial, fue socio de Chiquito, pero al parecer, ésté, le dejó la marcha del negocio en manos de Basilisio, quien escribía con letra considerable y sin errores ortográficos.-
Fue un hombre bien intencionado, sincero y leal.-
Cuentan que llegó a llorar como un niño. Era amable y sencillo en el trato, un hombre sin alardes ni pedanterías, pero también era y fue corajudo cuando tuvo que serlo.-
Parece que el único vicio que se le conoció, fue el de jugar al "solo" y al "monte", pero también en esa actividad fue moderado y conservador.-
Ingresó al ejército colorado con 17 años, durante la Revolución de las Lanzas y a órdenes del comandante Pedro Ramírez y pronto se le reconoció el grado de alférez de Guardias Nacionales.-
En el transcurso de dicha revolución fue herido de un balazo en el brazo izquierdo y trasladado a Montevideo, los médicos le extrajeron el proyectil sin utilizar anestesia, no explicando el motivo por el cual lo hicieron.-
Tiempo después se incorporó a su batallón, mantuvo una entrevista con Gumersindo (quien junto a Aparicio pelearon del lado blanco) y cuando se hizo la paz, regresó a su negocio y al campo de su padre, ostentando el grado de teniente segundo de Guardias Nacionales.-
El 14 de marzo de 1874 (mes que sería crucial en la vida de Basilisio) contrajo enlace en la capilla de Santa Clara de Olimar con su prima hermana Elvira Barrios, quien le dio 8 hijos entre varones y mujeres.-
En 1880, ante el fallecimiento de su madre, recibió campos en herencia y posteriormente, en 1893, cuando murió el padre, los agrandó llegando con el tiempo a poseer 40.000 cuadras de campo, con casco de estancia, cerca del arroyo Corrales del Parao.-
Es conocido el hecho de no haber participado en la Revolución Federalista de 1893, por aquella frase de don Chico: "Basilisio no puede ir porque es colorado"; pero, unos años antes en 1889, cuando Gumersindo cayó preso en el Brasil, él, se ocupó de tramar el "operativo rescate" del hermano, algunos dicen que acompañado por Chiquito y otros, argumentan que tuvo ayuda en hombres y caballos del Coronel blanco Basilio Muñoz Galván- estanciero de Durazno- (con quien eran amigos) sumado a que Gumersindo en tierra oriental, era blanco de ideales y también, íntimo amigo de los Muñoz.-
Sea como sea, la trama con la "famosa llave" que abrió la celda donde estaba Gumersindo preso en Santa Vitoria do Palmar, existió, los hombres que fueron a rescatarlo también y la fuga para la estancia de Basilisio, también se protagonizó.-
Antes de 1897, Basilisio enviudó y se casó con Jovelina Barrios, con la cual tuvo 12 hijos entre varones y mujeres. Y cuando se trató de organizar a los colorados en Cerro Largo y Treinta y Tres, él, se ocupó de ello, ostentando el grado de teniente coronel de Guardias Nacionales.-
El Jefe Político y de Policía de Treinta y Tres, era el Coronel Ángel Casalla, quien puso a Basilisio al frente de media división de Treinta y Tres y la otra parte, al mando del Sargento Mayor Gabriel Trelles, quien fue convocado para la ocasión con el Sargento Mayor Estanislao Muniz Páez (mi bisabuelo paterno) de quien no hay constancia de que haya salido a la guerra. Sí, de que fue nombrado Comisario de la Comisaría de la Primera Sección (ciudad capital del departamento de Treinta y Tres).-
En el mes de junio de 1897, Basilisio fue nombrado Comandante Militar de Treinta y Tres, cargo que ocupó hasta el final de la guerra.-
Es conocido el tema que después de la batalla de Aceguá, mantuvo varias entrevistas con Aparicio, de que los acompañaron sus 5 hijos varones más viejos a la revolución (dicen que uno era blanco, pero fue por no contrariar al padre) de las cartas cruzadas entre los dos hermanos y hasta de la concurrencia del caudillo blanco Basilio Muñoz, a varias de esas entrevistas; porque Basilisio con sus hermanos siempre cultivó una gran amistad por encima de los ideales y toda otra cosa que se diga en contrario (como lo han hecho seudo-historiadores) es una habladuría "de boliche" y una mentira barata.-
Un detalle a tener en cuenta: en 1897, Basilisio no usó golilla colorado, por no digustar a su jefe inmediato, el general Justino Muniz, quien sirviendo en filas coloradas, no abjuró nunca de ser blanco.-
Finalizada la revolución de 1897, retornó a sus negocios ganaderos y de alguna forma a rodear y cuidar al general Justino Muniz, quien obviamente en Cerro Largo, no era ni cerca de bien mirado y padecía un profundo rechazo social.-
Luego de la elección de don José Batlle y Ordóñez, Basilisio fue nombrado nuevamente, Comandante Militar de Treinta y Tres y participó en la revolución de 1904, bajo las órdenes del General Pablo Galarza, encontrándose presente en las acciones del "Paso del Parque" y en "Tupamabaé" (donde contaba Belarmino Silvera Igarabide, vecino de Vergara que estuvo presente en la batalla) que Basilisio no quería emplazar las ametralladoras para contener las cargas de los lanceros blancos y que fue el General Pablo Galarza, que le dio la orden "a cara de perro".....
Cuando estaba expirando esa batalla, un frío 23 de junio de 1904, los dos hermanos Aparicio y Basilisio, se dieron EL ÚLTIMO ABRAZO, en la estancia de don José Francisco Lucas, cercana al lugar de la batalla. Y afirmo enfáticamente este hecho porque aun queda viva en Vergara (con 98 años de edad y lucidez total) una nieta del mayordomo de Lucas, quien atendió a los Saravia en la estancia y que incluso contó a sus descendientes, que uno de los que estaba con Aparicio, durante la entrevista, era Basilio Muñoz.-
Aquí le erraron feo los historiadores que cuentan que la ÚLTIMA VEZ que se vieron los hermanos, fue el 8 de julio de 1897, luego de culminada la batalla de Aceguá.-
Cuando se produjo la herida de Aparicio en Masoller, Basilisio, estaba con su división acampado en Tacuarembó y según relató su sobrino Nepomuceno, fue él que lo hizo desistir de seguir la guerra y de que guardara algunas de las armas más nuevas, dado que en el futuro no descartaba de que hubieran nuevos enfrentamientos.-
El mismo Nepomuceno dice que su tío, desconfiaba de Batlle, de Galarza y de otros más.....
Finalizada la revolución de 1904, Basilisio, fue incorporado al ejército "de línea" con el grado de coronel; pero, se dedicó a su familia, a los negocios ganaderos y a sus amigos, no importaba que fueran blancos o colorados.-
En 1910, cuando el levantamiento en armas de Nepomuceno Saravia y de Basilio Muñoz, tuvo que salir a campaña otra vez y acá, acompañado de su hermano José (el del asesinato de "La Ternera") y ordenado a tales efectos por el Presidente Claudio Williman.-
Ya estaba sufriendo del corazón, de diabetes y con una obesidad galopante, cuando el día 1ero de julio de 1912, Batlle lo ascendió a general de brigada y en 1914, lo designó Jefe de la Zona Militar número 2.-
Es de consignar, que Basilisio Saravia, en dos oportunidades, la primera como teniente coronel (junio -julio de 1897) y la segunda, ya como coronel (noviembre de 1904 a diciembre de 1914) ocupó titular, la Jefatura Política y de Policía de Treinta y Tres.-
Cuentan algunos familiares que para ese tiempo Basilisio, viajaba en volanta (porque le dificultaba andar a caballo), atendía a blancos y a colorados en su comandancia y por momentos, quizás a causa de la diabetes, se quedaba dormido.-
Falleció en la ciudad de Montevideo, un día 14 de marzo de 1916, mientras esperaba una consulta médica con especialista.-
Se fue, con la misma serenidad que lo había caracterizado la vida y reconocido como buena persona y mejor vecino, hasta por aquellos mismos, que en 1897 y en 1904, lo habían combatido en los campos de batalla.-
En 1943, por parte del escultor Armando González, le fue erigido un monumento ecuestre en Santa Clara de Olimar, pagado por su hermano José.-
(Fuentes: Internet; "Caudillos y Doctores" de Lincoln Maiztegui; investigaciones del periodista brasileño Joâo Alberto Dos Santos y archivo personal del autor).-
PD: Dedico estas líneas a la memoria de mi abuela materna María Rosa Faliveni Dávila de Cuello, quien conoció de niña al General Basilisio Saravia, vecino de campos con el italiano Francisco Faliveni Tedesco (uno, de mis bisabuelos materno) y que siempre habló de Basilisio como hombre de bien, correcto, sencillo y generoso con todos sus vecinos.-
Texto: Jorge Muniz.-
Vergara, 9 de setiembre del 2018.-

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