Mucho se ha hablado en la historia de la "Batalla del Sarandí", librada en el Departamento de Florida, en las márgenes del arroyo homónimo, un día 12 de octubre de 1825.-
Allí se enfrentaron orientales al mando del general Juan Antonio Lavalleja, contra fuerzas del Imperio del Brasil, al mando de los Generales Bento Manoel Ribeiro y Bento Gonçalves da Silva.-
Era, el período de la Provincia Cisplatina, salvaguarda de los brasileños (que se habían independizado de los portugueses el día 7 de setiembre de 1822), tutela del general (nacido en Faro- Portugal el día 11 de setiembre de 1764) Carlos Federico Lecor y las cabezas tanto de Rivera como de Lavalleja, puestas bajo precios, por el entonces titulado: "Barón de la Laguna".-
El resultado de la batalla, con el triunfo de los orientales, es tan conocido como la frase: "Carabina a la espalda y sable en mano" y el epílogo con la persecusión hasta el "Paso de Pereira" sobre el río Negro y lindando con Cerro Largo, que ha llevado a muchos historiadores del momento, a barajar la hipótesis que el General Rivera, quien llevaba bajo su mando la persecusión de los brasileños, dejó escapar adrede a los " dos Bentos" porque su astucia y su picardía, le indicaban que en un futuro no muy lejano, los iba a necesitar .....
Más allá de todo eso, la historia poco o nada habla, que en el año 1881, cuando Blanes fue a pintar el cuadro alusivo de la batalla de marras, para una mejor ilustración, consultó a los tres participantes de la misma que aun quedaban vivos: el general José Possolo, el sargento mayor Justo Fernández y el capitán Lorenzo Torres, quienes residían en Montevideo y le relataron todo el transcurso de la batalla, con esmerados detalles.-
Entre varias cosas más, le contó Lorenzo Torres, dichos que fueron respaldados por Possolo y por Fernández, que en su división de las milicias de Canelones, había combatido una mujer que vestía de hombre y era compañera sentimental del sargento Benito Silva, de San Ramón.-
Agregó el capitán Torres, que dicha mujer (de la cual no pudo recordar el nombre) cargó al galope a caballo, "meneando sable contra los brasileños", usando tercerola (carabina corta) y boleadoras atadas a la cintura. Portaba un enorme cuchillo atravesado en la cintura, trenzas colgando, un sombrero alto de paño, vestía chaqueta y pantalones y calzaba espuelas de plata.-
Sin embargo, Blanes, no la incluyó en el cuadro alusivo....
Allí se enfrentaron orientales al mando del general Juan Antonio Lavalleja, contra fuerzas del Imperio del Brasil, al mando de los Generales Bento Manoel Ribeiro y Bento Gonçalves da Silva.-
Era, el período de la Provincia Cisplatina, salvaguarda de los brasileños (que se habían independizado de los portugueses el día 7 de setiembre de 1822), tutela del general (nacido en Faro- Portugal el día 11 de setiembre de 1764) Carlos Federico Lecor y las cabezas tanto de Rivera como de Lavalleja, puestas bajo precios, por el entonces titulado: "Barón de la Laguna".-
El resultado de la batalla, con el triunfo de los orientales, es tan conocido como la frase: "Carabina a la espalda y sable en mano" y el epílogo con la persecusión hasta el "Paso de Pereira" sobre el río Negro y lindando con Cerro Largo, que ha llevado a muchos historiadores del momento, a barajar la hipótesis que el General Rivera, quien llevaba bajo su mando la persecusión de los brasileños, dejó escapar adrede a los " dos Bentos" porque su astucia y su picardía, le indicaban que en un futuro no muy lejano, los iba a necesitar .....
Más allá de todo eso, la historia poco o nada habla, que en el año 1881, cuando Blanes fue a pintar el cuadro alusivo de la batalla de marras, para una mejor ilustración, consultó a los tres participantes de la misma que aun quedaban vivos: el general José Possolo, el sargento mayor Justo Fernández y el capitán Lorenzo Torres, quienes residían en Montevideo y le relataron todo el transcurso de la batalla, con esmerados detalles.-
Entre varias cosas más, le contó Lorenzo Torres, dichos que fueron respaldados por Possolo y por Fernández, que en su división de las milicias de Canelones, había combatido una mujer que vestía de hombre y era compañera sentimental del sargento Benito Silva, de San Ramón.-
Agregó el capitán Torres, que dicha mujer (de la cual no pudo recordar el nombre) cargó al galope a caballo, "meneando sable contra los brasileños", usando tercerola (carabina corta) y boleadoras atadas a la cintura. Portaba un enorme cuchillo atravesado en la cintura, trenzas colgando, un sombrero alto de paño, vestía chaqueta y pantalones y calzaba espuelas de plata.-
Sin embargo, Blanes, no la incluyó en el cuadro alusivo....
(Fuentes: "El Silencio y la Viz"- Aníbal Barrios Pintos- año 2001)
Texto: Jorge Muniz.-
Vergara, 26 de setiembre del 2018.-
Vergara, 26 de setiembre del 2018.-
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