UNA DE LAS HISTORIAS DE SERAFÍN.......
Fue en Vergara y en los inicios de la década de 1930.-
Media noche de noviembre, con clima agradable, el cielo tapizado de estrellas y una luna ingenua y somnolienta mirando desde el cielo....
Por alguna de las tantas calles del pueblo caminaban sin rumbo dos vivientes, que además eran grandes amigos: Serafín J. García y Lino R. Ledesma, a quien apodaban: "El Sijo".-

Hombres de la noches largas, de “las timbas” y de las bohemias pueblerinas….

Serafín J. García

Contado por ellos mismos: donde veían luz, golpeaban la puerta y pedían permiso para entrar…

Si era baile, amanecían bailando. Si era velorio, tomaban asiento y se acomodaban para pasar la noche junto a los dolientes. Si era timba, “orejiaban” como venía la cosa y si andaban con plata “tiraban unas manos”, de lo contrario, ayudaban al viejo Benero Andrada, a cebar mate a los jugadores y después, se repartían “los saltos” recibidos.-

Pero había otra cosa más.-

 “El Sijo” Ledesma, fue muy reconocido en el ambiente vergarense, por “la moda” de visitar con frecuencia los gallineros de la población y a causa de ello, también, se convirtió en un destemido “visitante” de la Comisaría de la Novena Sección…..

Una vez llegó a robarle las gallinas a doña Belmiria Alves Pereira de Gigena (al fondo del caserón, donde hoy es el Liceo “Dr. Braulio Lago Miraballes”) y cuando lo “recataron” le dijo al mismo Natalio Vergara Gigena “El Trompo”, que era el Oficial de la Comisaría y que incluso vivía en una de las tantas habitaciones de la casa:

      - Y no te dije la otra vez, qué le iba a robar las gallinas a tu abuela?....

-          Tenés razón que me dijiste…Es verdá….Mirá andate desfachatao y no comentés nada d´esto, así la abuela no se entera…. Pero por lo menos, convidame con una de las gallinas cuando la prepares….

Pues bien, esa noche de noviembre de 1930, los dos amigos (Serafín y “El Sijo”) advirtieron que en un patio abierto hacia la calle, en una de las casas del Centro, había una jaula de madera de “dos aguas” y de inmediato supusieron que en el interior dormían sus sueños vacíos, varias plumíferas...
Sin perros, sin gente y sin “pitazos” de los Guardia Civiles “de ronda”, los dos amigos se acercaron y comprobaron que en realidad varias gallinas y al parecer hasta un gallo, dormitaban pacientemente.-

Aprovechando el momento, en un segundo, se pusieron de acuerdo y decidieron cargar con todo, agarrando la jaula uno por cada extremo.-

Salieron “a paso de campeones”, abriendo la noche, cuidando que el silencio no se fuera a resentir y bajo la mirada cómplice y desinteresada de la luna.-
Por allá, como a la cuadra de haber caminado con la jaula, decidieron parar, contabilizar y repartir "el botín arrebatado"....

Pero he aquí que los dos secuaces, invadidos por un intenso y repentino estupor, se dieron cuenta que la jaula de madera.....carecía de piso!!
Ya no les quedó fuerza, para dar vuelta.-

Tiraron el armatoste a un costado de la calle e invadidos por una intolerable desazón encaminaron sus pasos lentos y cadenciosos, hacia lo más profundo y misterioso de la noche !!

(Escuchado a José Nicolás Sarasola "El Gordo" y a Luis Larronda Fernández).-
Texto: Jorge Muniz.-
Vergara, 5 de febrero del 2017.-