sábado, 10 de noviembre de 2018

"LAS SEIS CUERDAS DE MI GUITARRA"....
                                                                             (Primera parte)

Yo tenía 7 años de edad, cuando desde la calle Bernardo Berro, a metros de la Escuela Nro. 17 de Vergara y por la puerta principal, flanqueada de dos grandes ventanales de maderas y vidrios, pintadas de verde, me asomaba al mundo interior de la casona que había sido de los esposos: Bernardo Lacco y Luisa Coronel.-
Para mi tiempo, vivía en ella: Hindemburg, uno de los hijos de la pareja aludida, quien tenía un bar, donde las 24 horas del día, siempre había una guitarra dispuesta, para los dedos torpes o no, de los ocasionales visitantes.-
Corría el año 1967 y adentro de esa casona con las paredes pintadas de amarillo, había un cartel lujosamente decorado y obviamente, hecho en una imprenta de Montevideo, cuyas letras rezaban de un lado, junto al dibujo de un sombrero mejicano: BAR "EL CHAMACO"..... Y del otro lado cuando el cartel giraba, se leía con total claridad: "BIENVENIDOS A LA PEÑA".....
Ése y no otro, es mi recuerdo imborrable que siempre lo asocio con el sonido clásico de la guitarra criolla de Hindemburg Lacco Coronel "El Chamaco". Gran cantor y guitarrero, que vivió y vive consustanciado al recuerdo de aquel mejicano cantor, que durante un lote de años, se metió varios públicos de América Latina en el bolsillo y que se llamó: Miguel Aceves Mejía.-
A pesar de que mi madre, siempre "me cinchaba" para que estudiara el piano con mi hermana Mariel (que era profesora de música y tenía un enorme piano antiguo) me salteaba las clases de solfeo y de piano que me daba Blanca Arbelaiz (alumna de Mariel) para ir a ver como tocaban la guitarra, en el bar de "El Chamaco"....
Ahí empecé a conocer el mundo de la música y de los clásicos payadores y cantores de las viejas canciones del terruño.-
Allí ví a los payadores: Felipe Feliciano Alvárez "El Boniato"; José María Muniz (que residía en Melo) al igual que su socio repentista, en las trovas gauchescas: don Osvaldo Cuenca (que también vivía en la ciudad arachana).-
Allí lo vi cantar y tocar la guitarra a "El Hijito" Lacco (que era hermano de "El Chamaco" y que se llamaba Bernardo) y decidí de una vez y para toda la vida, que mi norte, era la guitarra y mi esperanza de gurí de pueblo: el canto mismo, de los orientales.-
Poco tiempo después comencé a aprender los primeros acordes y los primeros "punteos" en la guitarra, con un amigo del alma, que se llamó: Artigas Colón Rosas Arias.-
Me colé en una generación, donde muchos eran músicos "de oído" y uno solo de academia, que por un tiempo dio clases en el Club Centro Uruguay de Vergara. Era: Washington Téliz Larrosa.-
Aun estaba "ardiendo la marca" que había dejado don Atahualpa Yupanqui cuando estuvo en el cine DAZER de "El Tono" Zito en el año 1958 y muchos de los viejos guitarreros vergarenses, tocaban los aires de zambas, chacareras, estilos y milongas que don Ata les había ofrendado, a cine y vereda llena, donde muchos no pudieron entrar porque llegaron tarde; pero aun así se quedaron en la vereda para escuchar el canto y la guitarra de "El Payador Perseguido".-
Por otro lado, los viejos carreros de carreta con bueyes, monteadores, alambradores, poceros, domadores, guasqueros, etc. etc. muchas veces largaban "sus changas nobles" y se ponían a pulsar una guitarra y "de oído" nomás, se sacaban una milonga "rabona", una mazurca, un vals, un estilo, un shotis, un cielito y algunos hasta intentaban cantar.-
Según los más viejos no había rancho de campaña, donde no hubiera una "victrola" con discos de pasta de Evaristo Barrios, de Ignacio Corsini, de Agustín Magaldi, de Carlos Gardel, de Azucena Maizani, de Juan Pedro López, de Gabino Ezeiza, de Higinio Cazón, etc. etc o una guitarra criolla, con clavijas de madera y cuerpo pequeño, para ofertarle al visitante.-
Y no eran solo hombres, los que pulsaban el instrumento y cantaban. Tambien había mujeres que lo hacían y en todos los casos, trataban de extenderlo a los sucesores para que esas piezas tradicionales, persistieran a lo largo de los años.-
Nos cuenta la historia que los hititas y los asirios, allá por el año 1000 a.c.al igual que los pobladores del antiguo Egipto y de la antigua Grecia, usaban un tipo de instrumentos para sus fiestas tradicionales, con cuerdas y cajas, similares a una guitarra.-
Sin embargo, otros historiadores y son los más, significan que la guitarra fue introducida por los árabes cuando ocuparon las tierras de España entre los años 711 al 726.-
De ahí surgió el instrumento denominado "qítárah", que tenía 4 cuerdas dobles y que en los hechos, se convirtió en el antecedente más lejano de la guitarra.-
Entre los años 1400 al 1600, nace "la vihuela" (un poco más chica que la guitarra) su contorno parecido, pero, con 6 cuerdas dobles.-
Vale decir que vihuela y guitarra no es exactamente lo mismo (son similares) y coexistieron y coexisten ambas, desde esos años tan distantes para nuestra historia.-
La vihuela, era utilizada para cantarle a los reyes y a los nobles de la Edad Media, mientras que la guitarra, con sus 4 cuerdas simples, se utilizaba para cantar a la plebe, vale decir al pueblo en general. Lógicamente, que este tipo de instrumentos fue utilizado por los viejos juglares que iban de pago en pago, oficiando de "noticieros" y cobrando en dinero o "en comida", por tal concepto.-
En el año 1618, el poeta andaluz Vicente Espinel, que era sacerdote católico, músico, escritor y recordado por su construcción métrica de la "décima", le agrega una cuerda más a la guitarra y poco tiempo después, comienzan a usarse cuerdas de metal, para el instrumento, tomando el nombre definitivo de: guitarra española.-
Entre los años 1700 a 1800, un desconocido Jacob Otto, le agrega la sexta cuerda a la guitarra y con su cuerpo de madera de: polisandro de la India, abeto, caoba, cedro de Canadá, pino, ciprés o ébano, viaja en los mismos barcos de los conquistadores, para radicarse definitivamente, en la América Latina.-
Ya en el año 1773, "El Lazarillo de Ciegos Caminantes", escrito por el español Alonso Carrió de la Vandera y su ayudante Calixto Bustamante Carlos Inca, alias "Concolorcovo" avisoran en la Banda Oriental a gauchos "que tocan sus guitarritas destempladas".-
Por su parte el sabio y geógrafo militar español Félix de Azara, en el año 1790, indica que en cada pulpería del suelo oriental hay una guitarra y el que la toca "bebe a costa ajena".....
Agrega que vio a muchos gauchos de la época, cantar "Yaravíes y Tristes, que son inventados en el Perú" .-
A su vez en el año 1794, José Espinosa perteneciente a la expedición de Alejandro Malaspina (italiano, al servicio del Rey de España) comenta que los gauchos cantan seguidillas que llaman "cadena" o "el Perico" (orígenes del Pericón?) o "mal- ambo" (orígenes claros del "malambo") acompañándose con una "desencordada guitarrilla".-
Poco después, ya se puede inferir con total certeza, que el general don José Artigas en su campamento de "Purificación", al igual que varios de sus oficiales y soldados, cantaban y tocaban la guitarra- no así el acordeón, como se ha dicho en forma errónea- dado que este instrumento recién fue inventado en Austria en el año 1829, cuando el general y gran parte de sus compañeros, ya se encontraban en el exilio paraguayo.-
(Fuentes: Internet e "Historia de la guitarra y la milonga en Treinta y Tres" de Oscar Prieto y Beatriz Bustamante).-
Texto: Jorge Muniz.-
Vergara, 10 de noviembre del 2018.-

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