lunes, 12 de noviembre de 2018

"LAS SEIS CUERDAS DE MI GUITARRA"....
                                                                                (Quinta parte)

Diría para tomar una fecha y reordenar estas memorias, que a partir del año 1920, no hubo rancho de campaña ni casa de ricos en el pueblo, que no tuvieran una guitarra disponible y en algunas casos "ortofónicas o victrolas" con "discos de pasta" que reproducían la música y la voz de Carlos Gardel, de José Betinotti, de Agustín Magaldi, del payador argentino Evaristo Barrios (con sus décimas picarescas sobre los inventos de los puebleros), del payador oriental Juan Pedro López, de la "Ñata Gaucha" Azucena Maizani, etc. etc.
Ahí los viejos (que ya tenían "el oído" adecuado) sacaban sus piezas en la guitarra o repetían las décimas o los versos de los estilos, cielitos o cifras, cuando se daban por entero a las nobles tareas camperas.-
Recuerdo que de Evaristo Barrios, era muy usual una décima sobre la bicicleta (la bicleseta, le llamaba él) que durante dos generaciones al menos, había ido pasando de boca en boca:
"Los criollos en el poblao
no ensillan ningún sotreta
porque usan "la bicleseta"
de las Uropa importao.
Que corre más que el venao
serena y no corcovea,
no relincha ni patea
ni se asoma a la cañada,
y como no come nada
le juro que ni bostea"......
Había otra, entre muchas más, con la crítica hacia el tranvía:
"Y del tranvía aparcero
si le hago una comparancia
parece un galpón de estancia
sobre dos surcos de acero.-
Y corre más que el pampero
ese galpón embrujao
para hacer alto cuñao,
le avisa al guarda que baja
pega un tirón de la guasca
y se para el condenao".....
Según "El Laucha" Prieto, en su estudio pormenorizado de la guitarra y sus diferentes formas de pulsarla, los músicos "de oído", sentados, apoyaban la curvatura de la guitarra sobre la pierna derecha o cruzaban la pierna derecha sobre la pierna izquierda y apoyaban la curvatura de la guitarra, sobre esta última.-
No lo dice él, pero cuando tocaban parados, afirmaban el pie izquierdo encima de una silla o de un cajón y acomodaban la guitarra al menos de dos formas sobre la pierna izquierda (ya fuera apoyando la curvatura o la parte inferior de la caja de la guitarra).-
Esta última forma, muy común en los payadores o en los llamados "cantores de boliches".-
Los sonidos se obtenían frotando las cuerdas con las uñas o enganchándolas con la yema de los dedos. Luego de 1920, llega desde Montevideo por parte de los herederos de la escuela de Francisco Tárrega, el modo de tocar apoyando los dedos sobre las cuerdas.-
Algunos guitarreros usaron "púa", que era un dedil que se enganchaba en el dedo pulgar de la mano derecha, para los "punteos" (en el guitarrero de oído) y para los preludios musicales (en el guitarrista de academia).-
Acá en Vergara, por lo menos, usaron "púa", en la primera época y para sus legendarios "punteos", José Casiano Bonilla, Ciro Sequeira y "El Querido" Lucas.-
Hoy, es una práctica que se ha extendido mucho y alcancé a tocar con : Víctor Rosas, Angelmiro Brun (Miro), Héctor Rosas y Alberto Silveira, quienes usan "púas" de plástico, pero ya no era el dedil, o sea que la sostenían y la sostienen entre los dedos índice y pulgar de la mano hábil.-
También observé a Ernesto Farías, cantor y guitarrero de la ciudad de Río Branco, cantar una milonga y acompañarse con los respectivos "punteos", sentado, con la guitarra vertical, afirmada en el pie izquierdo y recostada a la pierna del mismo lado.-
Usaron y usan el recurso de invertir el encordado, cuando el que toca es zurdo (ejemplo, Héctor Rosas, en Vergara) y don Atahualpa Yupanqui, que en 1958 estuvo en el cine Dazer. Sin embargo Alberto Mastra (apellido Mastracusa), que tocó la guitarra y cantó tangos y milongas en la década de 1940 en el café de "Larrosa y Quiroga", frente al BROU de Vergara- donde hoy, es el SUPER DE LA VILLA- fue una "rara especie de guitarrero"....Porque era zurdo para tocar, sin embargo, no invertía el encordado, demostrando con ello la maña y la baquía que tenía en su mano derecha para dominar el mástil (el brazo, llamado comúnmente) de la guitarra.-
Nos dice Prieto, que don Prudencio Pereira, cambiaba la segunda de la guitarra por una cuarta y a su vez, la tercera, por una quinta, con el objeto de dotarla de más sonoridad.-
En Vergara, lo ví a Ruben Lucas "El Querido", cambiar la cuarta de la guitarra, por una segunda.-
Concomitantemente con la aparición del instrumento cordófono en cuanto rancho y casa rica había, se inició el periplo de los "guitarreros de boliche" y de los payadores, que eran y son los típicos representantes de los juglares franceses, de la Edad Media. Áquellos, artistas populares, que iban por los pueblos cantando y tocando sus instrumentos, difundiendo noticias o "sucedidos", exaltando hazañas, leyendas, relatos, etc. por la necesidad de una compensación material y hasta de un plato de comida, si no había dinero cantante y sonante....
No eran "bardos" (dado que así se le llamaba a los trovadores primitivos, que eran de raza escandinava o céltica), ni tampoco eran "trovadores" (dado que éstos, eran de raza noble, originarios del Sur de Francia, posición desahogada en cuanto a lo material y habían recibido educación en abadías o monasterios, emporios culturales de la época).-
Por último tampoco eran "troveros" (dado que éstos también eran similares a los anteriores con la diferencia de que residían en el Norte de Francia).-
En vista de ello, si nos ajustamos al caso, don Carlos Molina, no podría haber sido jamás: "El Bardo del Tacuarí"- cuando él no era de raza céltica ni escandinava, no descendía de nobles, dado que predicaba siempre que había nacido en un rancho humilde y su cultura, no era la de una escuela primaria; era, la de un autodidacta.-
Tampoco Walter Apetseche podría haber sido "El Trovero de San Ramón", dado que también predicaba en sus dichos, que era hijo de una numerosa y humilde familia de Canelones, que trabajaban de peones aradores con bueyes y plantadores de la tierra madre.-
Pero así están en la historia de la guitarra y del canto y así estarán para siempre en nuestros mejores recuerdos.-
El día 7 de mayo de 1928, se presentó con su guitarra y con su canto, en el viejo hotel de Claussen en Vergara (ya para la época, "Hotel Uruguayo" de Salvador Acosta) el payador oriental Pedro Medina, nacido en Durazno, que en sus mocedades había sido tropero a "La Tablada" y había matado a puñaladas a otro tropero más, en un hecho bastante confuso, donde Medina, se granjeó antipatías y enemistades, entre los colegas de "La Tablada".-
Tiempo después, iniciado en la guitarra y en el canto, se hizo amigo de Juan Pedro López, anduvo con éste por Buenos Aires y en el año 1925, ganó el primer premio de payadores en la "Rural del Prado" en Montevideo.-
Estaba casado con la vergarense Dorila López (descendiente de "Yuca Vergara" el fundador de nuestra localidad) y como Salvador, visitaba seguido las exposiciones ganaderas en Montevideo, se estima que llegó al hotel viejo, por la misma influencia de su dueño.-
El día 31 de enero de 1929, en el comedor del hotel que daba para la calle Dionisio Coronel, ofreció un recital de guitarra el famoso concertista paraguayo Agustín Pío Barrios Ferreira, el primero en usar cuerdas de metal en esta zona de Treinta y Tres.-
No usaba "púa". Frotaba las cuerdas con sus uñas, mientras junto a él, declamaba su hermano Francisco, que era poeta.-
Se estima que los hermanos Barrios, llegaron a Vergara, ya que visitaban seguido la ciudad de Treinta y Tres (donde Agustín alcanzó a residir temporariamente y era muy amigo de Tomás Muniz, el padre de Lucio, que también tocaba la guitarra y era periodista). Como también está la posibilidad de que hubieran sido traídos por don Julio González Soubes, un verdadero gestor cultural en Vergara, oriundo de "Nico Pérez" , que era periodista, pero además formó un coro junto con los hermanos Santibáñez e impulsó la concresión de varias obras de teatro.-
Por lo tanto Agustín Barrios, el reconocido "Nitsuga Mangoré", versado en filosofía, en historia y en linguística, FUE EL PRIMER ACADÉMICO DE LA GUITARRA, que tocó en Vergara.-
En mayo de 1929, fue inaugurado el Club Centro Uruguay de Vergara y el día 12 de octubre de ese año, para coronar la fiesta de la época e inaugurar el escenario, tocó otro eximio guitarrista nacido en "El Tala" (Canelones): Telémaco Bernardino Morales Hernández, gran rescatador de la música oriental: cielitos, mazurcas, shotis, pericones, valses criollos, milongas, etc. etc.
No tocaba nada más que se saliera de nuestra música del área rural y se cuenta que al dar un concierto por ese año en el Club de "Nico Pérez" (lugar muy frecuentado por Morales) una señora le pidió que tocara algo español.-
Él, huraño como era, no muy simpático que se diga, solterón empedernido y de pocas palabras, le contestó:- Para qué me pide una pieza española, señora?.... Si acá en el Uruguay tenemos nuestra propia música, casi que desconocida y a veces con piezas musicales, hasta más lindas que las que tiene la música española !...
La dejó sin palabras.-
Empuñó la guitarra, preludió algo y continuó tocando su música oriental....
Es de rigor dejar constancia que cuando Morales falleció en la década de 1950, había registrado en AGADU, 174 temas musicales, que obviamente, versaban sobre la música del campo uruguayo.-
(Fuentes: "La historia de la guitarra y de la milonga en Treinta y tres" y "Apreciación musical" de M. García Servetto, además del archivo particular del Escribano José Luis Cuello y del autor).-
Texto: Jorge Muniz.-
Vergara, 12 de noviembre del 2018.-

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