sábado, 10 de noviembre de 2018

"LAS SEIS CUERDAS DE MI GUITARRA"........
                                                                         (Segunda parte)

A pesar de que fui a dos o tres clases de guitarra, no más, que dictaba en el Club Uruguay de Vergara, mi inolvidable amigo de la vida el Profesor Washington Téliz Larrosa, no me cautivó para nada el estar dibujando: "redondas, blancas, negras y corcheas" sobre un pentagrama y pulsando cada cuerda de la guitarra al aire, mientras repetía "como un loro" a que nota pertenecía.-
Tenía 8 años de edad y resolví que la Academia, no era para mí y que quería tocar y cantar, como lo hacían los viejos bardos de Treinta y Tres y de su zona de su influencia, que se destacaban a través de la ondas de la CW 45 "Difusora Treinta y Tres" o desde los concursos de tango y folclore que organizaban en la confitería "Las Brisas", de la ciudad capital.-
Poco después comencé clases de guitarra "por oído" con Artigas Colón Rosas Arias, vecino de mi madre en el barrio "La Cuchilla" y a los pocos meses ya "punteaba" alguna milonga campera, intentaba cantar viejos versos del payador Juan Pedro López o le acompañaba tangos, milongas y marchas que él, "punteaba" en la guitarra.-
Artigas Rosas, además tocaba la guitarra eléctrica en el conjunto "Los Diamantes Negros", orquesta que se había formado en Vergara para amenizar bailes ya fuera en el Club Centro Democrático (Club Obrero) que para la década de 1960, estaba instalado en la planta baja del "Altillo de Padula" (sobre la calle Jacinto Ruiz, donde hoy funcionan oficinas del Municipio) en el Club Uruguay o en las Escuelas Nros. 17 y 50, donde también, se armaban muy buenos bailes.-
La orquesta estaba integrada por: Artigas Rosas (guitarra), Víctor Rosas (guitarra), Alberto Silveira (guitarra), "El Cholito" Tizze (batería, aunque también tocaba la guitarra) y Fernando Scarano (piano). No tenían vocalistas, vale decir que su música era solo instrumental.-
Otros gurises de mi edad se fueron plegando a estudiar guitarra con Artigas Rosas y entre ellos recuerdo a: Sergio "Pelé" Cuello, Ademar Vaz Azambullo, el hoy médico Dr. José Galileo Méndez, pero que en realidad tampoco fueron constantes en el aprendizaje y luego de uno o dos años, abandonaron las clases aunque me consta que "Pelé" y Galileo, siguieron tocando solos. El primero alcanzó a tocar en el conjunto "Sol Esteño" de Vergara y el segundo de ellos, en una orquesta de cumbias y jazz, que se llamó "Star", se formó en 1975, duró poco tiempo y donde la primera guitarra era un muchacho de Treinta y Tres, que se llamaba Sigifredo.-
A fines de la década de 1960, Vergara, era visitado por cantores y guitarristas o guitarreros que se presentaban en el Salón Parroquial contiguo a la Iglesia del Santísimo Sacramento; en el Club Democrático o en el cine DAZER.-
Fue así que pude ver actuaciones de: Marcos Velásquez (que estuvo residiendo por 15 días en Vergara y en la pensión de Eulogio Blanco, donde paraba transitoriamente, compuso el shotis "La Borrachera" a raíz de que lo habían llevado a un baile en la Escuela Nro. 17 y andaba un paisano bastante metido en los tragos, que bailaba solo, pero que no sabía ni que rumbo llevaba la música); de "Alvarito" Coimbra; de "El Indio" Barreto; de "La Cruzada Gaucha", donde se destacaban por ejemplo : la vergarense Nancy Silvera (inefable recitadora) y los payadores Walter Apetseche, Gabino Sosa y "El Pampa" Barrientos; del payador Carlos Molina "El Bardo del Tacuarí"; de Osiris Rodríguez Castillos; de Alfredo Zitarrosa; del argentino Alberto Baretta (que recorrió el Uruguay a caballo); de "Los Olimareños"; de "Los Arrieros del Este" (conjunto que venía de Treinta y Tres y uno de ellos, tocaba el arpa); conciertos a cargo de Washington Téliz Larrosa, etc. etc.
Según Oscar "Laucha" Prieto, exquisito concertista de guitarra y estudioso de la historia del instrumento a traves de los años, afirma en sus memorias escritas, que la guitarra, llegó a la "Villa de los Treinta y Tres" en el año 1874, en las procesiones callejeras que hacía el cura Ramón Rodríguez y que los carreros de carretas con bueyes, domadores y esquiladores, se encargaron de difundir su cultura por el interior de la entonces campaña del departamento de Cerro Largo.-
Pero, no da por descartado que los "lanceros de 1870" que anduvieron en son de guerra por la zona, pulsaban: cielitos, tristes y estilos, cuando acampaban con sus fogones dorados, entre el esmeril sufriente de los grillos y las nochecitas insomnes, de las crispadas montoneras.-
Al parecer el acordeón había llegado a la "Villa de los Treinta y Tres" en el año 1855, suponiendo que uno de sus primeros ejecutantes, fue, el mismo cura Ramón Rodríguez.-
Desde la Patria Vieja, ya se desplazaban los "cielitos" de Bartolomé Hidalgo, de Victoria "La Payadora" (una mujer que desafiaba a los invasores españoles, cantando al son de su guitarra contra los muros del Montevideo sitiado) y de Eusebio Valdenegro, que al igual que Hidalgo, algún "tono que otro" conocían en la guitarra.-
Estos pioneros de la guitarra, "templaban" los instrumentos por dos métodos: "Tiemple por guitarra" (donde se comienza por afinar la sexta cuerda al aire y se sigue sucesivamente, hasta llegar a la primera) y "Tiemple del diablo" (llamado así, para diferenciarlo del primero y en contraposición ajustar las cuerdas de manera que al tocarlas al aire, suena un acorde determinado en tonos mayores. Ej: sol mayor, do mayor, mi mayor etc.).-
Aprendían mirando y oyendo a otros guitarreros y de alguna forma, fueron creadores de un oficio que permitía improvisar, modificar y descubrir, nuevos sonidos en la guitarra.-
Indudablemente, que ellos (o sea los guitarreros "de oído") fueron los verdaderos pioneros de las tragedias y de las alegrías del campo y los que llevaron adelante, la ciencia y la esencia del folclore oriental.-
Las guitarras, eran más chicas que las actuales. Tenían clavijas de madera y sus cuerdas: primera, segunda y tercera, eran de tripas de carnero: mientras que la cuarta, la quinta y la sexta, eran de hilos de seda de colores, recubiertas por una lámina de metal en espiral que cubría todos los hilos.-
Se dice que el origen de estas últimas, procedía de Italia y obviamente habían sido introducidas al país, por los emigrantes siete-oficios, que llegaron a este suelo, algunos de ellos, combatiendo a órdenes del general José Garibaldi.-
(Fuentes y fotos: "Historia de la guitarra y la milonga en Treinta y Tres" de Oscar Prieto y Beatriz Bustamante)
Texto: Jorge Muniz.-
Vergara, 10 de noviembre del 2018.-

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