"UN OLVIDADO, POR LA HISTORIA RECIENTE".....
Muchas veces las historias de los pueblos, tienen su propia fisonomía ideológica, duele mucho contarlas; pero por sobre todas las cosas y de alguna forma, se les manipula voluntaria o involuntariamente, para que sus huellas no puedan trascender en el tiempo.-
He aquí, que en el cementerio de Vergara y en el nicho Nro. 24, yacen los restos de "un olvidado" por la historia reciente. Y hoy lo escribo por este medio, porque en parte, yo también, experimenté en carne propia ese asesinato "a sangre fría", cobarde y artero.-
A mis diez años de edad, acompañé a mi padre de crianza Prudencio Antúnez, en su camioneta Ford V 8, modelo 55, color amarilla, a retirar de la estación de AFE de Vergara, el día 7 de noviembre de 1970 en horas del mediodía, el féretro que contenía los restos mortales de Mario Fructuoso Ledesma Fernández, quien el día 5 de noviembre del corriente año, había sido asesinado, por una ráfaga de metralleta, disparada por un Comando Tupamaro, al abortar un asalto "a mano armada", en una Sucursal de Manzanares, en la ciudad de Montevideo.-
Mario Ledesma Fernández, que era soltero, había nacido en el "Rincón de Ramírez", no era Policía ni Militar en actividad (anteriormente había estado unos años en la Policía de Montevideo, donde llegó al grado de cabo y lo habían dado de baja, por cierta enfermedad que tenía en uno de sus pulmones).-
Al momento de su muerte hacía once años que era "peón caballerizo" del Frigorífico Modelo S.A. y ese fatal día 5 de noviembre de 1970, en plena ebullición de la guerrilla tupamara y de la represión de las fuerzas policiales del gobierno de don Jorge Pacheco Areco, ingresó a una Sucursal de Manzanares, para comprar algunos productos, dado que le habían otorgado licencia en el Frigorífico y se venía para Vergara a pasar en la casa de sus padres: don Fructuoso Ignacio Ledesma y doña Carmén Fernández, vecinos apreciados y entrañables personas que vivían sobre la calle Segundo Oxley, en el barrio "La Estación" de la hoy, ciudad de Vergara.-
Abruptamente, irrumpieron en el comercio de Manzanares, un hombre armado de metralleta y una mujer "al parecer embarazada", quienes a voz en cuello y arma en mano, obligaron a los presentes a quedarse quietos, sin hacer el mínimo movimiento, porque era un asalto.....
Quizá instintivamente brotó en el corazón de Ledesma lo "del milico viejo" asumiendo un procedimiento por dictado de su conciencia como tal o quizá fue lo contrario; aquello del ciudadano honesto y laburante, aburrido de los robos y de los vejámenes a los que estaba siendo sometido el pueblo oriental, de un lado y del otro......
Lo cierto fue que en un segundo agarró a la mujer, le dobló un brazo para la espalda, la inmovilizó y salió con ella puerta afuera.....
Fue en ese momento "de arrebato" que la mujer se resistió y en una corta lucha, lo desacomodó y lo dejó con el perfil ideal para que el tupamaro que portaba la metralleta, le disparara una ráfaga, sin piedad de ninguna clase....
Cayó muerto instantáneamente y aun recuerdo la foto de Mario Ledesma, en el diario, caído en la vereda de cuerpo entero y tapado con papeles. Ni que decir que el Comando Tupamaro, se dio a la fuga de inmediato sin poder llevarse ni un peso.....
Muchas veces las historias de los pueblos, tienen su propia fisonomía ideológica, duele mucho contarlas; pero por sobre todas las cosas y de alguna forma, se les manipula voluntaria o involuntariamente, para que sus huellas no puedan trascender en el tiempo.-
He aquí, que en el cementerio de Vergara y en el nicho Nro. 24, yacen los restos de "un olvidado" por la historia reciente. Y hoy lo escribo por este medio, porque en parte, yo también, experimenté en carne propia ese asesinato "a sangre fría", cobarde y artero.-
A mis diez años de edad, acompañé a mi padre de crianza Prudencio Antúnez, en su camioneta Ford V 8, modelo 55, color amarilla, a retirar de la estación de AFE de Vergara, el día 7 de noviembre de 1970 en horas del mediodía, el féretro que contenía los restos mortales de Mario Fructuoso Ledesma Fernández, quien el día 5 de noviembre del corriente año, había sido asesinado, por una ráfaga de metralleta, disparada por un Comando Tupamaro, al abortar un asalto "a mano armada", en una Sucursal de Manzanares, en la ciudad de Montevideo.-
Mario Ledesma Fernández, que era soltero, había nacido en el "Rincón de Ramírez", no era Policía ni Militar en actividad (anteriormente había estado unos años en la Policía de Montevideo, donde llegó al grado de cabo y lo habían dado de baja, por cierta enfermedad que tenía en uno de sus pulmones).-
Al momento de su muerte hacía once años que era "peón caballerizo" del Frigorífico Modelo S.A. y ese fatal día 5 de noviembre de 1970, en plena ebullición de la guerrilla tupamara y de la represión de las fuerzas policiales del gobierno de don Jorge Pacheco Areco, ingresó a una Sucursal de Manzanares, para comprar algunos productos, dado que le habían otorgado licencia en el Frigorífico y se venía para Vergara a pasar en la casa de sus padres: don Fructuoso Ignacio Ledesma y doña Carmén Fernández, vecinos apreciados y entrañables personas que vivían sobre la calle Segundo Oxley, en el barrio "La Estación" de la hoy, ciudad de Vergara.-
Abruptamente, irrumpieron en el comercio de Manzanares, un hombre armado de metralleta y una mujer "al parecer embarazada", quienes a voz en cuello y arma en mano, obligaron a los presentes a quedarse quietos, sin hacer el mínimo movimiento, porque era un asalto.....
Quizá instintivamente brotó en el corazón de Ledesma lo "del milico viejo" asumiendo un procedimiento por dictado de su conciencia como tal o quizá fue lo contrario; aquello del ciudadano honesto y laburante, aburrido de los robos y de los vejámenes a los que estaba siendo sometido el pueblo oriental, de un lado y del otro......
Lo cierto fue que en un segundo agarró a la mujer, le dobló un brazo para la espalda, la inmovilizó y salió con ella puerta afuera.....
Fue en ese momento "de arrebato" que la mujer se resistió y en una corta lucha, lo desacomodó y lo dejó con el perfil ideal para que el tupamaro que portaba la metralleta, le disparara una ráfaga, sin piedad de ninguna clase....
Cayó muerto instantáneamente y aun recuerdo la foto de Mario Ledesma, en el diario, caído en la vereda de cuerpo entero y tapado con papeles. Ni que decir que el Comando Tupamaro, se dio a la fuga de inmediato sin poder llevarse ni un peso.....
Tumba del cementerio de Vergara, Nro. 24, donde en su interior yacen los restos del infortunado Mario Fructuoso Ledesma Fernández.- |
Después, se conocería que dicho asesinato correspondía al "Plan Remonte", dado que el "Plan Cacao", no había dado resultado y quien se hizo responsable de la muerte de Ledesma, fue Antonio Mas Mas, un mallorquino inmigrante, llegado con sus padres y hermanos al Uruguay en el año 1952, que era estudiante de Medicina; aunque hasta hoy es motivo de controversia, dado que para algunos de la organización quien efectivizó la muerte, fue Ángel Yoldi Arciet, que era maestro y había nacido en Florida. Ni qué decir que ambos hombres, estaban afiliados al movimiento Tupamaro.-
En cuanto a la mujer que participó en el intento de asalto y fue cómplice del homicidio no he establecido fehacientemente de quien se trataba, por ello no lo detallo. Supuestamente, era una compañera sentimental de Mas Mas........
Cabe agregar, que el cuerpo de Ledesma, llegado a Vergara el día 7, en un vagón del ferrocarril Montevideo-Río Branco, como ya lo manifesté al inicio de estas líneas y de acuerdo al calor imperante, presentaba signos de descomposición y mi padre, en la tardecita, en su camioneta amarilla, lo trasladó hasta el cementerio, oficiando de "carroza fúnebre" ante un pobre y modesto cortejo....
Ese hecho quebró emocionalmente y para siempre a don Fructuoso (que había sido servidor de los blancos en las revoluciones de 1897 y 1904) y a doña Carmen, amén de sus hermanos "El Quico" y "La Totó", quienes jamás pudieron superar el desenlace.-
Lo se bien....porque mi padre, era gran amigo de esa familia.-
Pero también no me olvido, que quebró a todos los que repudiábamos y repudiamos, las muertes injustas de esa época.-
Hoy, ninguno de los Ledesma- Fernández, queda vivo y anteayer, recorriendo el cementerio de Vergara, observé que en el nicho donde casi todos ellos están sepultados (a excepción de Romeo Toribio, que está sepultado en el cementerio de Garao- Cerro Largo) no hay ninguna placa que recuerde a Mario Fructuoso Ledesma Fernández.-
También falta su nombre en Internet, donde hay un sitio de las víctimas que cobró la guerrilla tupamara.-
Cuando hoy, nos rasgamos las vestiduras tratando de buscar "cabezas de turcos" entre un lote de libros, escritos por los más diversos autores y sembramos hipótesis de quien fue "el que disparó la primera bala" y quienes eran los "represores policiales del gobierno de Pacheco"; deberíamos y debemos, fijar la mirada en los civiles injustamente asesinados por la guerrilla....
Donde algunos como MARIO FRUCTUOSO LEDESMA FERNÁNDEZ, no tiene ni "un perro que lo llore"....No tiene una placa que lo recuerde....No tiene un memorial, donde el futuro inscriba su nombre....
Aquí en la campaña oriental y no allá, en la urbe conmocionada y llena de ruidos, es donde se nota que la historia de este país, muchas veces y en forma voluntaria, está siendo escrita a conveniencia !....
Cabe agregar, que el cuerpo de Ledesma, llegado a Vergara el día 7, en un vagón del ferrocarril Montevideo-Río Branco, como ya lo manifesté al inicio de estas líneas y de acuerdo al calor imperante, presentaba signos de descomposición y mi padre, en la tardecita, en su camioneta amarilla, lo trasladó hasta el cementerio, oficiando de "carroza fúnebre" ante un pobre y modesto cortejo....
Ese hecho quebró emocionalmente y para siempre a don Fructuoso (que había sido servidor de los blancos en las revoluciones de 1897 y 1904) y a doña Carmen, amén de sus hermanos "El Quico" y "La Totó", quienes jamás pudieron superar el desenlace.-
Lo se bien....porque mi padre, era gran amigo de esa familia.-
Pero también no me olvido, que quebró a todos los que repudiábamos y repudiamos, las muertes injustas de esa época.-
Hoy, ninguno de los Ledesma- Fernández, queda vivo y anteayer, recorriendo el cementerio de Vergara, observé que en el nicho donde casi todos ellos están sepultados (a excepción de Romeo Toribio, que está sepultado en el cementerio de Garao- Cerro Largo) no hay ninguna placa que recuerde a Mario Fructuoso Ledesma Fernández.-
También falta su nombre en Internet, donde hay un sitio de las víctimas que cobró la guerrilla tupamara.-
Cuando hoy, nos rasgamos las vestiduras tratando de buscar "cabezas de turcos" entre un lote de libros, escritos por los más diversos autores y sembramos hipótesis de quien fue "el que disparó la primera bala" y quienes eran los "represores policiales del gobierno de Pacheco"; deberíamos y debemos, fijar la mirada en los civiles injustamente asesinados por la guerrilla....
Donde algunos como MARIO FRUCTUOSO LEDESMA FERNÁNDEZ, no tiene ni "un perro que lo llore"....No tiene una placa que lo recuerde....No tiene un memorial, donde el futuro inscriba su nombre....
Aquí en la campaña oriental y no allá, en la urbe conmocionada y llena de ruidos, es donde se nota que la historia de este país, muchas veces y en forma voluntaria, está siendo escrita a conveniencia !....
Texto: Jorge Muniz.-
Vergara, 21 de julio del 2018.-
Vergara, 21 de julio del 2018.-
Gracias amigo por el justo recuerdo....el pueblo que olvida...vuelve a equivocarse
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras, querida amiga !!
EliminarBuenos días, soy Diego Burgueño, de la Asociación Toda la Verdad de familiares de víctimas del Terrorismo, necesitaría contactarme con usted, si es tan amable, mi tel es 095561879
EliminarHoy, 8 de Noviembre del 2021, a las 17 y 25 hs he leido esta maravillsa narracion en mi programa FRANCAMENTE que realizo en CX 40 Radio Fenix.
ResponderEliminarGracias a Jorge por darme la oportunidad de recordar a un heroe olvidado. Ruben Sanchez 099998590