sábado, 11 de agosto de 2018

"UN TARARIRO COMO MIAREVALITO"......
Foto de los hermanos italianos: Scarano-Ramagli.-
A la izquierda : Nicolás (que era sastre), José (retratista y fotógrafo) y Miguel (que también era fotógrafo).-
Nicolás Scarano Ramagli, casado con la francesa Sara Thevenet (que había sido artista de un circo) llegaron a "El Parao", ya con algunos de sus hijos, el día 23 de octubre de 1895.-
Los tres hermanos Scarano, habían llegado adolescentes al Uruguay y procedían de aquella lejana Potenza, en el Sur de Italia, que también nutrió al caserío de "El Parao" con las llegadas de: Bonelli y su esposa, Padula y familia, Pucciarelli, Gonzatti, Fattarini, Marolto, Ducatelli, etc. etc.
Nicolás, que según el Dr. Bolívar Ledesma, venía desde "Polanco" (Lavalleja) compró a José Fernández Vergara, un predio, que estaba ubicado en la esquina de las calles : Francisco Tajes y Bernardo Berro (donde hoy reside "El Negro" Zuluaga con su familia).-
Posteriormente, allá por el año 1900, su hermano José se radicó como fotógrafo y retratista en el caserío y adquirió el terreno en la esquina de las calles Suárez y Jacinto Ruiz (donde hoy, vive Sarita Scarano de Miraballes); pero, en 1901, José decidió irse para la ciudad de Trinidad (Flores) y le vendió a Nicolás, ese terreno.-
Ahí, se levantó la sastrería "La Vencedora" en un rancho techado de paja, donde crecieron los Scarano-Thevenet, en compañía de "Machurita" García y contigua a ella, hubo a partir de 1905, una cancha de pelota de mano, donde el mismo italiano servía como "apuntador" de los partidos que se disputaban.-
Eran los tiempos del Vergara aldeano, cuando Cosme Araújo (hermano de Eladio- el taxista-) que era Guardia Civil, pasaba en recorrida a las cuatro de la tarde y si veía que la calle estaba tranquila y que no andaban superiores en la vuelta, entraba para la sastrería, se sentaba, "cruzaba la pata" y tomaba varios mates amargos con el viejo italiano y con sus hijos.-
Quedaron muchas anécdotas de don Nicolás y de sus entreveros idiomáticos que al final terminaban emergiendo en una extraña mezcla del castellano con el italiano, que más de las veces había que descifrar el pensamiento y/o las palabras.-
La gente de la época lo apreciaban mucho, tanto a él como a doña Sara, la esposa y le buscaban la boca de gusto, porque el italiano viejo, era blanco-herrerista, no lo quería ni un poquito a don "Pepe" Batlle y cuando su temperamento encendía la pólvora y explotaba, cerraba su puño derecho, fruncía el ceño y recitaba una sexteta que decía:
"Ariba blancos, ariba
Mondevedeo nos espera,
qui flamea el bandera,
azur de nossa independencia
saquen ya, de la Prosedencia
a ese boracho calavera " .....
Indudablemente que en sus constantes enojos políticos, se refería a don "Pepe" Batlle y por añadidura no se llevaba nada bien con el Comisario José Muiño, que en Vergara, obraba a pesar del uniforme "como un embajador del batllismo" y mucho menos después del lío suscitado en el interior de la Comisaría, en el año 1913, donde "Gabrielito" Guerra le tiró dos tiros a Luis Padula. Uno de ellos impactó en la pierna izquierda del Guardia Civil Julio Carballo y el otro tiro, en el brazo derecho, de don Nicolás....
Cuentan también que el italiano, sabía "benzer" "para el ojeo y para el empacho" (dones que heredó su hijo "Minguito", nuestro querido vecino de barrio, que muchas veces me "benzió" de "empacho"), que le gustaba el fútbol (sus hijos fueron buenos jugadores del Vergarense FC), el carnaval (sus hijos crearon la Murga "Los Gorriones") y por supuesto, le gustaba la pesca en el arroyo Parao.-
Sobrevivió varios años a la muerte de su esposa y falleció en la década de 1940, nonagenario como su coterráneo Francisco Padula, con quien eran íntimos amigos, rodeado del cariño de sus hijos y de algunos de los tantos nietos que llegó a tener.-
Una vez, contó Luis Alberto Scarano Ramagli, el inolvidable "Chiche" (nieto paterno de don Nicolás) en el comercio de mi padre, que un día de esos el viejo "tano" conversaba con un amigo, mientras cosía una prenda de vestir y entre mate y mate, le contó:- Saba que antiyer fui arroyo y pesqué un tarariro ?....
- Ah sí, don Nicolás?
- Si señore...comu la oye....un semejanto tarariro....
- Ah mire usted !- dijo el otro expresando una indisimulada exclamación....
- Así qué era grande la tararira, don Nicolás?
- Si señore...Grande, grande el tarariro.....Tenía tomaño de mijo Larevalito... (En realidad el hijo se llamaba: Arévalo).....
El otro, no se pudo aguantar y atinando a palabras respetuosas que no fueran a ofender al anciano, le dijo:
- No don Nicolás...Disculpe....Pero una tararira del tamaño de Arévalo.....Capaz que nooo.....
Y el viejo, un rayo de ligero como era, le aclaró de inmediato:
- Calla boca nu e mintira.....Miarevalito tenía un meso (un mes)....
Y para afirmar lo que estaba diciendo corroboró además de la palabra, abriendo los brazos y las manos:- Era asín de chocototito !....
Texto: Jorge Muniz.-
Vergara, 11 de agosto del 2018.-

domingo, 5 de agosto de 2018


"EL GENERAL RIVERA, HA MUERTO !"...
Una  escena poco conocida y que recrea la muerte del General Fructuoso Rivera, el día 13 de enero de 1854, en el rancho de Bartolomé Escolástico Silva Rebollo “Bartolo" (hijo de primeros pobladores, con mercedes otorgadas por el Capitán Agustín de la Rosa) a orillas del arroyo Conventos (Cerro Largo) y a escasa distancia de la "Villa de Melo".-
El hombre barbado que se encuentra a la derecha del dibujo, era el Coronel Brígido Silveira (caudillo colorado del Departamento de Lavalleja) que estaba asignado por el General Flores, con un grupo de militares "de línea" a custodiar al General Rivera.-
El que aparece sentado al costado de Silveira, era Andrés Vega que oficiaba como secretario del General y a los pies de la cama del fallecido, la figura barbada y de poncho negro, era el Comandante Manuel De Brun Carabajal “Manduca” (otro legendario caudillo, de la zona de Lavalleja) y quien de acuerdo a su jerarquía, era el segundo al mando de la fuerza militar que acompañaba a Brígido Silveira.-
Sentado a la derecha de Carabajal, está el Coronel Camilo Vega, hombre que siempre estuvo muy cercano a su general y parado a la izquierda de "Manduca" saco negro y brazos cruzados está el médico andaluz Dr. Luis María Navarrete Romero, quien en 1854 ejercía como “Médico de Policía” en la “Villa de Melo”.-
El muchacho de pelo ensortijado y rasgos morenos que viste chiripá, botas de potro y espuelas con grandes "lloronas", era: Faustino Reynoso, uno de los tantos “guayaquíes” que siempre acompañaron al caudillo.-
Es de rigor acotar, que esta escena fue dibujada siguiendo los minuciosos detalles que describió el periodista, historiador y político uruguayo: Telmo Manacorda, en su obra del año 1933: “FRUCTUOSO RIVERA. EL PERPETUO DEFENSOR DE LA REPÚBLICA ORIENTAL”.-
General Fructuoso Rivera.-

Para ordenar estas líneas es necesario hacer constar, que el General Rivera, había ingresado a territorio oriental, el día 10 de noviembre de 1853 procedente de Yaguarón donde se hallaba alojado transitoriamente en una casona (hoy,"Hotel Siñuelo") - y adonde había llegado, procedente de Río de Janeiro, muy deteriorado, acostado sobre cojinillos en el interior de un carruaje con difíciles etapas previas, vadeó el río  por el llamado “Paso de las Piedras” (no muy lejos de la hoy ciudad de Río Branco-Cerro Largo) y se puso bajo el amparo de unos 50 militares, “ una pieza de bronce” (vale decir un cañón) que comandaba el Coronel Brígido Silveira, quienes ya de antemano lo esperaban, para ejercer una sólida custodia.-
Mientras se desplazaba por territorio brasilero, lo acompañaron soldados del imperio de Don Pedro II, algunos orientales y unitarios argentinos que habían peleado en la batalla de “Monte Caseros” donde fue derrotado Juan Manuel de Rosas.-
Coronel Nicasio Borges.-
Según los historiadores orientales, el General Rivera, pasó el Tacuarí, el arroyo Sarandí de Barcelo, se volcó hacia las faldas del Cerro Largo y se fue buscando la “Posta de Mena” en las “Puntas del Avestruz” (hoy, Quinta Sección del Departamento de Treinta y Tres) donde confraterniza con el General Anacleto Medina y la gente de su División.-
Es lógico,  que ese periplo junto al escuadrón de Silveira, le insumió un derrotero más extenso donde llegó hasta Durazno, no quiso seguir hasta Montevideo y retornó una y otra vez a la zona de Cerro Largo, según la tradición oral recorriendo lugares puntuales como: las “Puntas del arroyo del Oro”, “El Leoncho” y “La Azotea de Ramírez” (hoy, Departamento de Treinta y Tres) llegando a acampar unos días junto al regimiento del Coronel Nicasio Borges (nacido en Santa Cruz de Tenerife- España- abuelo del escritor argentino Jorge Luis Borges) y al servicio de las fuerzas coloradas.-
No es novedad que el caudillo oriental sabía que había contraído tuberculosis pulmonar mientras había estado preso en rigurosas condiciones en la “Fortaleza de Santa Cruz” en Río de Janeiro, a solicitud del Gobierno de la Defensa de Montevideo y por intrigas del Dr. Andrés Lamas, entre los meses de febrero de 1851 hasta febrero de 1852 , incluso tras ser puesto en libertad, estuvo internado en un hospital de Río, con ahogos, pérdida de conocimiento y vómitos de sangre, siendo atendido por el Dr. Pablo Cándido y otras veces por los Dres. Geraldo y Barbosa.-
Tampoco es novedad que durante su estadía en la campaña oriental, vivaqueando sin rumbo, luego del 10 de noviembre de 1853, Rivera, buscaba afanosamente crear una insurrección entre los blancos (eso lo documentan sus últimas cartas) e incluso en las “Puntas de Tupambaé” estuvo a punto de chocar con la División Cerro Largo, que comandaba el Coronel blanco Dionisio Coronel Muniz y que fue neutralizado sin llegar al combate, por el escuadrón de  Medina, que como Nicasio Borges, recorrían la tierra oriental con el fin de aplacar probables brotes de guerra….

Foto de los calabozos de la "Fortaleza de Santa Cruz" (Río de Janeiro- Brasil)

La República vivía los tiempos de un triunvirato de gobierno, que ya no era tal, dado que el General Juan Antonio Lavalleja uno de sus integrantes, junto a los Generales Venancio Flores y Fructuoso Rivera, había fallecido en Montevideo el día 22 de octubre de 1853 a causa de un infarto de miocardio.-

Mientras las cartas del General Melchor Pacheco y Obes, le pedían encarecidamente a Rivera que retornara de una vez por todas a Montevideo, para asumir su rol de triunviro junto a Flores, éste, seguía con el tema de la insurrección de los blancos y según se dice, haciéndose atender por "El Pardo Bartolo" Silva, quien era uno de los tantos expertos en las “curas con agua fría”,  tan de moda en esa época.-
No se escatima tampoco decir que el General además de tener una amistad fluida con "Bartolo" (cuñado del militar Albano de Oliveira Bueno) era amante de una hermana del mismo, que se llamaba María del Carmen Silva (según el Dr. Luis Bonavita) María Rosa Silva (según otros historiadores) o Rosa del Carmen Silvera y que fruto de ese amor a escondidas, nacieron en Cerro Largo, los gemelos: Cayetano y Frutuoso (sic) el día 9 de agosto de 1822 .-
Sin embargo, bautizados al día siguiente, en la Parroquia de Melo, por el Teniente Cura Vicario Interino, el brasileño Juan Themudo Cabral Diniz, resultaron ser: "hijos legítimos de Ramón Benito Nodal, natural de Galicia- Reino de España- y de Rosa del Carmen Silvera, natural de Portugal y vecinos de esta Villa en paraje Cañada de los Burros.....Padrino, el Coronel del Regimiento de la Nación don Frutuoso Rivera" ...(Fs. 53- Libro I de Bautismos).-
O sea que documentalmente y en este caso, don Frutos, había quedado libre de culpas... Porque todo fue un gran invento de ciertos historiadores. La mujer antes nombrada, no tenía ningún parentesco fehaciente con "Bartolo" (que era yerno de los esposos: Luciano y Leonarda Teixeira de Mello) y además ella, vivía en "Cañada de los Burros",más cerca de Aceguá, que de la antigua "Villa de Melo".-
No así con : Ramona Laureana Rivera Fernández, nacida en "San Pedro del Durazno" (hoy, ciudad de Durazno- Uruguay) el día 4 de julio de 1842, quien bautizada el día 12 de setiembre del mismo año, por el Cura Vicario de la Iglesia de la localidad:  Raimundo Farragó, consta que "es hija natural del Sr. Presidente de la República Dn. Fructuoso Rivera, natural de la Florida y de doña Ramona Fernández, natural de Santa Lucía, vecina de esta Villa del Durazno; fueron padrinos Dn Martín Martínez, natural de Murcia y D. Saturnina Fernández, natural de Santa Lucía, vecinos de esta Villa"......
Incluso existen un lote de cartas debidamente archivadas, de Rivera a doña Ramona Fernández, algunas de ellas fechadas en el año 1852, cuando estaba preso en la fortaleza de Santa Cruz y culmina enviándole epístolas en 1853, cuando ya incursionaba por las tierras de Cerro Largo. Siempre preguntando y marcando pautas, en el cuidado e instrucción de la hija "Ramonita".-
Ramona Laureana Rivera Fernández, se casó con Hilario Pérez, tuvo 5 hijos del matrimonio y falleció en Durazno en diciembre de 1844, a los 42 años de edad.-
También es cierto que a su influjo y durante su Presidencia, un día 30 de setiembre de 1833, el Coronel Servando Gómez ( esposo de Manuela Visillac e hijo de crianza de Rivera, que después se pasó sin miramientos para los blancos) había dado inicio a la "Villa de San Servando", sobre el río Yaguarón, la que por motivos económicos y poblacionales, feneció a principios del año 1851, cuando su vecino y contemporáneo: "Pueblo Arredondo" (hoy, ciudad de Río Branco) comenzó a catapultarse con majestuoso poder comercial.-
Pero el General Rivera se sentía desfallecer, cada vez estaba más débil y en la tardecita del día 11 de enero de 1854, pasó con su séquito por la “Villa de Melo” sin detener la marcha y desmontó casi sin aire, debajo de la enramada del rancho de "Bartolo".-
Eligió sentarse al aire libre. Fue trasladado para la parte inferior de uno de los tantos árboles que rodeaban la finca constituida además por un galpón a la izquierda, con una cocina de media agua y con otro rancho abierto adelante y así que le arrimaron un banco de ceibo, se sentó casi que ahogado, pero, dando la espalda para la cercana villa.-
Es que el General, no era ni cerca de bien visto por los pobladores de Melo, donde era recordado por sus sitios "a sangre y fuego" en 1844 y 1845 (contra el cantón militar que mandaba Dionisio Coronel, con su segundo Juan Rosas “El Rubio-Negro”) y además, pendía del recuerdo, la famosa “estaqueada” que durante el segundo sitio, le mandó propinar al cordobés José Nicasio Guerrero (de ideales blancos,con campos propios y evidente prestigio en la zona) quien a raíz de ese castigo, quedaría de por vida, con serios problemas motrices para desplazarse.-

Coronel Dionisio Coronel Muniz.-
Perseguidor implacable del General Rivera.-
Alojado en el rancho de adobe y quincha de totora, el enfermo intentó dictar unos apuntes a su secretario Andrés Vega, pero se fatigó y dejó para hacerlo al día siguiente.-
El 12 de enero la situación permaneció incambiada a pesar de una mejoría breve durante la mañana. Próximo a la hora 14, les señaló un baúl a sus más próximos y les dijo: - “Ese baúl, si muero, se encargarán ustedes de entregarlo al Gobierno. En él, se encierran todos los actos de mi vida pública, y en ellos encontrarán mis enemigos documentos que prueban que jamás he dejado de servir a mi patria”.-
Después, entró en un coma casi irreversible….
Allí estaban: los Comandantes Carabajal, Pantaleón Illescas y Camilo Vega, el Mayor Francisco Gadea, el Capitán Julio Borches, el secretario Andrés Vega, el Sargento Pedro Onetti y el muchacho de nombre Faustino; mientras el Coronel Brígido Silveira en persona había ido hasta la “Villa de Melo” a buscar algún médico.-
Regresó de noche, con el Dr. Luis Navarrete, acompañado de los practicantes Juan Fernández y Francisco Mestre, pero, ya no había nada que hacer. Solo, esperar el desenlace fatal….

Dr. Luis María Navarrete Romero.-
General argentino y unitario
 Juan Madariaga.-
Extrañamente a la hora 05:00 del día 13 de enero, Rivera, se despertó, balbuceó con lucidez la hora, dijo que sentía mejor y “que a las ocho haremos esos apuntes, algunos de ellos servirán para la felicidad de mi patria”….
Casualmente a esa misma hora desmontó bajo la enramada del rancho, el General argentino y unitario Juan Madariaga, quien avisado de la gravedad que experimentaba Rivera, llegó “reventando caballos” y logró estar una hora y diez minutos, junto al lecho de muerte de su amigo.-
Tras hundirse en un pronunciado letargo a la hora 6 y 10 de la mañana, expiró y el Dr.  Navarrete, al respecto, certificó: “Hemotisis (sic) consecuente de pleuronemonía con gastro hepatisis e hipertrofia del corazón”…..
De inmediato el Coronel Silveira, salió al exterior del rancho y ordenó, que cada cuarto de hora, se hiciera un disparo de cañón, a la vez que dispuso de dos hombres, para que se trasladaran de apuro a caballo, a Montevideo con el siguiente parte: “Exmo. Señor General de la Campaña: Don Venancio Flores: Hoy, a la 6 y 10 minutos de la mañana, dejó de existir el señor Brigadier General, primer miembro del Gobierno de la República don Fructuoso Rivera, bajo las órdenes inmediatas de quién me hallaba; y estando las fuerzas que tengo el honor de mandar, a disposición del Gobierno, me dirijo a V.E. para que disponga de ellas, ordenándome lo que tenga que hacer a fin de llenar mi deber. Conventos, 13 de enero de 1854. (Firmado) Brígido Silveira”.-
Se cuenta, que poco después de producirse el deceso de Rivera, se presentó en el rancho Dionisio Coronel Muniz, observando las normas de respeto y consideración debidas, ante el cuerpo de su otrora rival político.-
Saludó a todos quienes se encontraban allí y luego, se retiró del lugar.-
Así eran áquellos hombres !!...

                                     EL TRASLADO DEL CUERPO A LA CAPITAL….
  
No esperó más órdenes Brígido Silveira y por su cuenta, inició las maniobras para el traslado del cuerpo a Montevideo.-
Mandó a sus hombres que consiguieran una gran caja de hojalata, la llenaron con caña blanca y luego introdujeron el cuerpo desnudo, taponaron todo escape con algodón y después, pusieron la misma, dentro de otra caja de madera, que se cerró, herméticamente.-
Consiguieron toda la tela posible de coco negro, colocaron el "improvisado ataúd" en un carruaje que consiguieron con la Sra. Justa Blanco Melgarejo de Puente (esposa de Epifanio Puente y sobrina del Coronel Luciano Blanco- oficial de confianza de Rivera-) lo cubrieron de negro y el Coronel Silveira, dispuso que toda la tropa portara luto y designó a seis lanceros, de custodia de honor (dos abriendo la marcha y cuatro más atrás, a ambos lados del carruaje).-

Para conducir el carruaje eligieron al moreno africano: Juan Teodoro Ferrán Sóñora, llegado al Brasil en un "barco negrero" y luego a tierra oriental, aproximadamente en 1824, como esclavo del brasileño Jerónimo de Silva Ferrón y luego fue esclavo de Manuel Sóñora, que fue quien lo libertó y por ende adoptó los apellidos de sus dos patrones.-
En 1874, Juan Teodoro Ferrán contrajo matrimonio con la Sra. María Fermina Centeno, en la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar y San Rafael, en la "Villa de Melo" y reconoció los hijos que ya tenían en común. (Libro IV- Fs. 125 de Matrimonios).-
Falleció en el año 1879 y su nombre se perpetúa en una calle de la hoy, ciudad de Melo.-
Así se pusieron en marcha hacia Montevideo, bajo el comando de “Manduca” Carabajal y en la mañana del día 17 de enero de 1854, sobre un gajo del arroyo Mansavillagra (Departamento de Florida), se encontraron a su vez con otro carruaje que procedente de Montevideo, traía a los Coroneles Santiago Labandera (medio yerno del fallecido) y Manuel Freire (uno de los 33 Orientales) conjuntamente con el Dr. Enrique Muñoz y doña Bernardina Fragoso de Rivera, quien había sido enterada de que su esposo estaba en cama, pero desconocía la gravedad del mismo y su posterior fallecimiento.-
Al ver acercarse aquel carruaje tapado de negro, con los lanceros escoltando su marcha, dos oficiales detrás (“ Manduca” Carabajal y Camilo Vega) y 30 hombres más, de la tropa asignada a la custodia del General, doña Bernardina, no tuvo dudas de que aquel vehículo conducía un muerto.-
Y sus dudas se aventaron totalmente, cuando al acercarse el mismo, el oficial que mandaba el cortejo, profirió un grito: - EL GENERAL RIVERA, HA MUERTO !....
Comandante "Manduca" Carabajal.-
La última vez que doña Bernardina había visto con vida a su esposo había sido en Yaguarón, en octubre de 1853, donde él había estado en cama con los empujes propios de la enfermedad, aunque luego se había repuesto y había vuelto otra vez a montar a caballo.-
Entonces ella se dirigió hacia Montevideo, a los efectos de preparar la casa, para el pronto retorno del esposo.-
Ello, no pudo ser.-
Descansaron viajeros y caballos todo día 17 de enero y el día 18, en horas de la mañana arrancaron a trote parejo rumbo a Montevideo.-
En la tardecita del 19 de enero, hicieron su ingreso en la capital y el cuerpo fue velado en la Iglesia San Agustín de la Unión, la misma donde tiempo después fue depositado el cuerpo del General Manuel Oribe.-
Gracias al cuidado dispuesto en Cerro Largo, por el Coronel Silveira, el cadáver se conservó sin descomponerse a pesar del intenso y sofocante calor.-
A las 7 de la mañana del día 20, el cortejo fúnebre partió de la Iglesia de San Agustín, escoltado por la fuerza militar que venía de Cerro Largo hacia el centro de la ciudad y al llegar frente a la Plaza Cagancha se les unió otra fuerza militar al mando del General César Díaz.-
Así llegaron a la casa de la calle Rincón (propiedad del General Rivera) próximo a la hora 11, donde se encontraban el Dr. Francisco Araucho, el General Venancio Flores y el General José María Paz ("El Manco Paz").-
Luego de los discursos de rigor el poeta Francisco Acuña de Figueroa, improvisó una poesía y terminada la parte protocolar, cargaron el féretro a pulso: los Generales Anacleto Medina y José María Paz, luego el Jefe de la Armada Argentina Almirante José Muratore y los Coroneles: Manuel Freire, Velazco, Possolo, Acosta, Espinosa, Dupui, Tajes y Labandera (que era casado con Concepción, hija adoptiva del General Rivera).-

Coronel Santiago Labandera.-
(Casado con una hija adoptiva
del General Rivera)

Al arribar a la Catedral Metropolitana, fue depositado en un sepulcro, abierto al costado de donde ya descansaba su compadre, amigo y enemigo varias veces, el General Juan Antonio Lavalleja, otro de los forjadores de esta nación.-
Anda una leyenda circulando entre el claro-oscuro de los tiempos, que dice que indios guaraníes que constituían la fuerza militar que custodiaba a Rivera, durante el viaje a Montevideo, bebieron de la caña blanca que cubría el cuerpo, buscando según sus ritos ancestrales "adquirir los poderes que el finado, había tenido en vida"....
Lo que sí no es leyenda, es que al frente del Gobierno quiérase o no, quedó el General Venancio Flores, un militar colorado, que había sido lugarteniente de Rivera, que se escapó por un pelo que lo degollaran en la "Batalla de India Muerta" el 27 de marzo de 1845 y que además de haberse convertido en dictador, optó por el servilismo y se volvió  aliado militar de Argentina y de Brasil, poniendo en juego en forma perversa y categórica, la soberanía de la Patria.-
(Fuente: Internet, además de los libros: “Mansavillagra- Crónica Histórica del Pago”- Edición año 1969- del historiador Alcides Olivera; “Fructuoso Rivera- El perpetuo defensor de la República Oriental"- Edición año 1933- del historiador y político Telmo Manacorda; "El silencio y la voz" del historiador Aníbal Barrios Pintos; Diario de Cerro Largo, año 1993; versiones familiares del Profesor José María Mujica Miralles y Libros de la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar y San Rafael, de la ciudad de Melo- Cerro Largo).-
Texto: Jorge Muniz.-
Ampliado y corregido, en Vergara, a 29 de enero del 2024.-

Actualmente, el rancho de Bartolo Silva, reconstruido a orillas del arroyo Conventos.-
"Parque Rivera" de la ciudad de Melo (Cerro Largo).-

miércoles, 1 de agosto de 2018

"VAYA PA DENTRO QUE ESTÁ CAYENDO NIEVE".....
Probablemente eran las 8 y media de la mañana y en el interior de la CASA ROBAINA, esquina de las calles Suárez y Ruiz, de la hoy ciudad de Vergara (donde funciona el SUPER GERO de Lilian Machado) se desgranó en un chirriante sonido la cajita del teléfono negro, caracterizado con el número "33".....
Nervioso como era mi padre, guardapolvos gris y boina negra, sobre su cabello cortado a la antigua usanza, dejó el cigarrillo RICHOMND´S sobre el cenicero del escritorio (porque era fumador empedernido) levantó el auricular y contestó con su inolvidable.- Olá-Olá.....33 de Vergara... Prudencio Antúnez y yo?.....
Desde el otro lado del éter, una voz fingida y desconocida sin identificarse, le preguntó: -Señor....Usté tiene familiares en campaña?
- Sí señor !....Tengo mi padre, mi madre y un hermano....Por qué ? Qué pasó?.....
- No, no pasó nada.....Dígales que vayan pa dentro y usté también, que hace mucho frío y tá cayendo nieve.....
De inmediato, se cortó la comunicación.-
Eran los tiempos de los teléfonos "a manija y por operadora" en Vergara y en realidad los padres de mi padre (Severo Antúnez y Laurentina Niz, al igual que el hermano: "El Bayano" Antúnez) vivían en la costa del Sarandí Grande, en la Tercera Sección de Treinta y Tres.-
Era, el 4 de julio de 1960 y a esa hora de la mañana, el cielo vergarense lagrimeaba en copos de nieve.....
Mi padre, se quedó "con la espina clavada" y luego de cierto tiempo no aguantó más y llamó a la central de teléfonos que estaba ubicada en la casa del "Charo" Tizze frente a la Agencia Ancap.-
Le contestó Hortencia Techera (casada con el Policía Juan Carlos Antúnez- primo hermano de mi padre): - Ché de qué telefono fue que llamó uno haciéndose "el vivo"?
- Mirá Prudencio, nosotros no podemos decir de que número llaman.....pero en confianza te viá decir......Fue del teléfono del Banco República que llamaron a tu casa.....
- Bueno muchas gracias, ché y quedate tranquila que esto queda entre nosotros !
Colgó, sacudió la cabeza y esbozó una sonrisa:- Ése, es el "Coco" Correa.....
Octavio Correa Arroyal "El Coco", esposo de Gloria Zuluaga Muiño, hijo de don Octavio Correa que había peleado con los colorados y en la División del General Basilisio Saravia en Tupambaé en 1904 y que luego era portero del Banco República en Vergara y de doña Zulma Arroyal, que había nacido en la ciudad de Treinta y Tres.-
A su vez, cuando don Octavio se jubiló y se fue a vivir a Montevideo, consiguió que al "Coco", le dieran de portero y de limpiador de la sede del Banco, en Vergara.-
Eran íntimos amigos con mi padre.-
Habían jugado al fútbol juntos en el glorioso Vergarense FC, salían a pescar casi que todos los fines de semana y se vivían haciendo bromas de ambas partes, porque si "El Coco" era tremendo...mi padre no se quedaba atrás.-
En esa época, año 1960, "El Coco" y su familia, alquilaban parte de la casona donde fuera el antiguo Hotel de Medina, frente a la Barraca del "Gordo" Guadalupe (hoy, casona de sucesores de Bairo Machado) y de gusto a la hora 11:30 cuando salió de limpiar la sede del Banco, le dio por pasar "como provocando" por la vereda del comercio de Antúnez, en dirección a la Agencia Ancap......
Miró de reojo y la puerta del frente estaba cerrada; lógicamente, había un frío que cortaba. Pero jamás supuso que al llegar al medio de la calle Jacinto Ruiz (la que pasa por frente a la Escuela 17) una escoba, cabo de madera y cuerpo de paja (de aquellas que vendían los comercios de Montevideo), se le iba a "anidar" en el lomo....
Es que papá lo había visto y rápido como un rayo, manoteó una de las escobas de la pila, lo esperó que pasara y se la largó de atrás con toda la fuerza, hasta pechar en el sobretodo gris que llevaba puesto "El Coco".....
- Sabandija´el diablo.....Yo se que fuiste vos el de la llamada por teléfono.....
Y los dos largaron la carcajada. Entraron para dentro del comercio y se pusieron a conversar de la nieve que había caído.-
Como sin querer, los dos viejos estaban haciendo historia en aquel Vergara del 4 de julio de 1960, cuando a mí, todavía me restaban unos días para abandonar "la panza" de mi madre.-
Texto: Jorge Muniz.-
Vergara, 1ero de agosto del 2018.-

sábado, 21 de julio de 2018

"UN OLVIDADO, POR LA HISTORIA RECIENTE".....
Muchas veces las historias de los pueblos, tienen su propia fisonomía ideológica, duele mucho contarlas; pero por sobre todas las cosas y de alguna forma, se les manipula voluntaria o involuntariamente, para que sus huellas no puedan trascender en el tiempo.-
He aquí, que en el cementerio de Vergara y en el nicho Nro. 24, yacen los restos de "un olvidado" por la historia reciente. Y hoy lo escribo por este medio, porque en parte, yo también, experimenté en carne propia ese asesinato "a sangre fría", cobarde y artero.-
A mis diez años de edad, acompañé a mi padre de crianza Prudencio Antúnez, en su camioneta Ford V 8, modelo 55, color amarilla, a retirar de la estación de AFE de Vergara, el día 7 de noviembre de 1970 en horas del mediodía, el féretro que contenía los restos mortales de Mario Fructuoso Ledesma Fernández, quien el día 5 de noviembre del corriente año, había sido asesinado, por una ráfaga de metralleta, disparada por un Comando Tupamaro, al abortar un asalto "a mano armada", en una Sucursal de Manzanares, en la ciudad de Montevideo.-
Mario Ledesma Fernández, que era soltero, había nacido en el "Rincón de Ramírez", no era Policía ni Militar en actividad (anteriormente había estado unos años en la Policía de Montevideo, donde llegó al grado de cabo y lo habían dado de baja, por cierta enfermedad que tenía en uno de sus pulmones).-
Al momento de su muerte hacía once años que era "peón caballerizo" del Frigorífico Modelo S.A. y ese fatal día 5 de noviembre de 1970, en plena ebullición de la guerrilla tupamara y de la represión de las fuerzas policiales del gobierno de don Jorge Pacheco Areco, ingresó a una Sucursal de Manzanares, para comprar algunos productos, dado que le habían otorgado licencia en el Frigorífico y se venía para Vergara a pasar en la casa de sus padres: don Fructuoso Ignacio Ledesma y doña Carmén Fernández, vecinos apreciados y entrañables personas que vivían sobre la calle Segundo Oxley, en el barrio "La Estación" de la hoy, ciudad de Vergara.-
Abruptamente, irrumpieron en el comercio de Manzanares, un hombre armado de metralleta y una mujer "al parecer embarazada", quienes a voz en cuello y arma en mano, obligaron a los presentes a quedarse quietos, sin hacer el mínimo movimiento, porque era un asalto.....
Quizá instintivamente brotó en el corazón de Ledesma lo "del milico viejo" asumiendo un procedimiento por dictado de su conciencia como tal o quizá fue lo contrario; aquello del ciudadano honesto y laburante, aburrido de los robos y de los vejámenes a los que estaba siendo sometido el pueblo oriental, de un lado y del otro......
Lo cierto fue que en un segundo agarró a la mujer, le dobló un brazo para la espalda, la inmovilizó y salió con ella puerta afuera.....
Fue en ese momento "de arrebato" que la mujer se resistió y en una corta lucha, lo desacomodó y lo dejó con el perfil ideal para que el tupamaro que portaba la metralleta, le disparara una ráfaga, sin piedad de ninguna clase....
Cayó muerto instantáneamente y aun recuerdo la foto de Mario Ledesma, en el diario, caído en la vereda de cuerpo entero y tapado con papeles. Ni que decir que el Comando Tupamaro, se dio a la fuga de inmediato sin poder llevarse ni un peso.....
Tumba del cementerio de Vergara, Nro. 24, donde en su interior yacen
los restos del infortunado Mario Fructuoso Ledesma Fernández.-
Después, se conocería que dicho asesinato correspondía al "Plan Remonte", dado que el "Plan Cacao", no había dado resultado y quien se hizo responsable de la muerte de Ledesma, fue Antonio Mas Mas, un mallorquino inmigrante, llegado con sus padres y hermanos al Uruguay en el año 1952, que era estudiante de Medicina; aunque hasta hoy es motivo de controversia, dado que para algunos de la organización quien efectivizó la muerte, fue Ángel Yoldi Arciet, que era maestro y había nacido en Florida. Ni qué decir que ambos hombres, estaban afiliados al movimiento Tupamaro.-
En cuanto a la mujer que participó en el intento de asalto y fue cómplice del homicidio no he establecido fehacientemente de quien se trataba, por ello no lo detallo. Supuestamente, era una compañera sentimental de Mas Mas........
Cabe agregar, que el cuerpo de Ledesma, llegado a Vergara el día 7, en un vagón del ferrocarril Montevideo-Río Branco, como ya lo manifesté al inicio de estas líneas y de acuerdo al calor imperante, presentaba signos de descomposición y mi padre, en la tardecita, en su camioneta amarilla, lo trasladó hasta el cementerio, oficiando de "carroza fúnebre" ante un pobre y modesto cortejo....
Ese hecho quebró emocionalmente y para siempre a don Fructuoso (que había sido servidor de los blancos en las revoluciones de 1897 y 1904) y a doña Carmen, amén de sus hermanos "El Quico" y "La Totó", quienes jamás pudieron superar el desenlace.-
Lo se bien....porque mi padre, era gran amigo de esa familia.-
Pero también no me olvido, que quebró a todos los que repudiábamos y repudiamos, las muertes injustas de esa época.-
Hoy, ninguno de los Ledesma- Fernández, queda vivo y anteayer, recorriendo el cementerio de Vergara, observé que en el nicho donde casi todos ellos están sepultados (a excepción de Romeo Toribio, que está sepultado en el cementerio de Garao- Cerro Largo) no hay ninguna placa que recuerde a Mario Fructuoso Ledesma Fernández.-
También falta su nombre en Internet, donde hay un sitio de las víctimas que cobró la guerrilla tupamara.-
Cuando hoy, nos rasgamos las vestiduras tratando de buscar "cabezas de turcos" entre un lote de libros, escritos por los más diversos autores y sembramos hipótesis de quien fue "el que disparó la primera bala" y quienes eran los "represores policiales del gobierno de Pacheco"; deberíamos y debemos, fijar la mirada en los civiles injustamente asesinados por la guerrilla....
Donde algunos como MARIO FRUCTUOSO LEDESMA FERNÁNDEZ, no tiene ni "un perro que lo llore"....No tiene una placa que lo recuerde....No tiene un memorial, donde el futuro inscriba su nombre....
Aquí en la campaña oriental y no allá, en la urbe conmocionada y llena de ruidos, es donde se nota que la historia de este país, muchas veces y en forma voluntaria, está siendo escrita a conveniencia !....
Texto: Jorge Muniz.-
Vergara, 21 de julio del 2018.-

domingo, 15 de julio de 2018

"GENTE DE UNA ÉPOCA BRAVÍA".....
Foto de 1908, aproximadamente.-
Corresponde a parte de la familia compuesta por el italiano Francisco Faliveni Tedesco y la brasilera Emiliana De Ávila, dicen que descendiente de aquel famoso portugués Souza Ávila o De Ávila, suegro del saladerista pelotense Teodolino Farinha y que fue dueño de medio Departamento de Treinta y Tres, allá por 1820 en adelante.-
A consecuencia de ello surgió la antigua heredad del "Ríncón de Ávila", después de dirimir durante varios años, un pleito, con la Sucesión de los Bauzá.-
Familia Faliveni-Dávila.-
A la derecha de la foto, la niña que aparece sentada junto a
la madre, era mi abuela materna: María Rosa Faliveni Dávila.-
El italiano, era nacido en Curti (un pequeño pueblecito que hasta ahora existe, en la Provincia de Salerno-Italia) cerca de la ciudad de Nápoles y la esposa, era nacida en el paraje "Juncal" (cerca de la ciudad de Yaguarón- Río Grande del Sur-Brasil).-
Procrearon 14 hijos entre varones y mujeres.-
Vivieron en un campo en la "Cuchilla de Dionisio" (Cuarta Sección de Treinta y Tres) y fueron muy amigos, se diría que íntimos, del General colorado Basilisio Saravia, que tenía campos pegados a lo del italiano.-
Ellos, fueron los progenitores de mi abuela materna: María Rosa Faliveni Dávila de Cuello y ahí en la foto, ella, aparece a la derecha de la misma y quien está detrás, era su hermano y compadre: Carlos Ermindo Faliveni Dávila.-
El italiano, como todo "gringo" de ese tiempo, trabajaba en lo que viniera y la brasilera, una asmática crónica, como era, se dedicaba a la crianza de los hijos, a las labores de la casa y más de los días, tenía que fumar cigarros de "floripón" para poder calmar los ataques de asma que le venían.-
Fue gente de una época bravía, sangrienta y rebelde, donde tuvieron que habituarse a la vida semi-salvaje de los campos orientales y a los avatares de la Revolución de 1897. Luego, a la revolución de 1904, donde mi abuela contaba, que lo tuvieron que esconder a Froilán Ramos, que era de familia vecina y que era un niño de 10 años, adentro de una barrica, porque se venía el ejército blanco y la gente de Froilán, eran todos colorados, temían por sus vidas y hasta creían que los blancos le iban a llevar el hijo "enrolado" en alguna de las Divisiones...
El italiano Faliveni, no se inmiscuyó en las guerras y como quedaba en su domicilio sin salir a la campaña, Basilisio, le pidió en más de una oportunidad que velara por su campos, por sus haciendas y por su gente, todo lo que pudiera y hasta donde le diera el naipe....
En noviembre de 1910, dos de los blancos revolucionarios a órdenes del Comandante Bernabé Noblía (hermano de Isidoro) y desprendidos de la partida de éste, requisaron un petiso, que era de Carlos Ermindo.-
La bisabuela Emiliana "que era una brasilera tora", se encontraba sola en la casa con algunos de sus hijos e hijas y al enterarse de lo que pasaba, salió y les pidió - casi que les rogó- a los insurrectos, que no le fueran a llevar el equino, porque no les servía para nada y además lo dejaban llorando a su hijo.....
Uno de ellos, le contestó irrespetuosamente:- Mire vieja, usté vaya pa dentro que en las revoluciones todo sirve y todo vale.....Además, esto no es cuestión de mujeres....
En ese momento, la vieja, cerró el puño derecho. lo alzó hacia el cielo y a los gritos respondió a la afrenta del iracundo blanco:- Fiada puta ! Vai morrer fiada puta ! Vai morrer, embaixo duma cavalhada fugindo.....Escuta e lembra o que falo pra você: -Agora vai-te embora na merda, onde meus olhos nâo te vejam nunca mais !!! ...
Los otros, nada contestaron y le dieron la espalda, llevándose uno de ellos, el petiso de Carlos; pero en su retirada y de puro gusto nomás, marcaron territorio, cortándole los hilos del alambrado....
"La vieja tora", aun quedó parada desafiándolos "a mano limpia" y enjugando en su pollera, el lloradero y "moqueadero" de los gurises chicos.-
Poco rato después y alertados por uno de los Faliveni-Dávila, llegaron unos vecinos a la casa, quienes la convencieron "a la comadre", de ir a hablar con el Comandante Noblía que estaba acampado no muy lejos de allí.-
La vieja no quería de ninguna forma, pero lograron convencerla:- Mire que Noblía es un hombre bueno, yo lo conozco comadre....Él, no sabe nada de lo que pasó...etc. etc. Y tocaron todos de a pie, para el campamento, dejando al italiano en el caserón, con los gurises chicos.-
Ante unos 50 hombres más o menos, de golilla blanca, con su clásica "perita" y los bigotes "doblados hacia arriba", Bernabé Nobía que vivía en "Nico Pérez", era veterano de guerra de los blancos desde 1870 y estaba casado con Francisca Amilivia, los recibió con el mate amargo en la mano.-
Escuchó las rogativas del vecino y de la brasilera vieja, quien le refirió como andaba vestido y la fisonomía del que "la mandó pa adentro de las casas" y de inmediato ordenó a su ayudante que ubicara y llamara al hombre en cuestión.-
Comandante blanco Bernabé Nobía.-
Allí apareció el insurrecto y el diálogo con el Comandante fue  conciso y efectivo:
-Usté quitó un petiso de un niño, en casa de la señora ?
- Si fui yo, mi Comandante.....
- Devuélvaselo !
- No mi Comandante y disculpe....No se lo devuelvo, porque la señora ésa, me rogó una maldición.....Me dijo que me iba a pasar una caballada disparando por arriba...
- No me importa ...Vaya y traiga el petiso para devolverlo...Si no, aténgase a las consecuencias !!....
El otro guardó silencio, agachó la cabeza y se fue a buscar el petiso, entre la caballada.-
Poco después retornó y sin encarar con la bisabuela De Ávila, solo le dijo:- Ahí tá su petiso.....
Agradecieron a Bernabé Noblía por el gesto que había tenido y retornaron para el caserón, llevando el petiso de tiro por los campos.-
Después supieron que los blancos, iban en desbandada hacia el Brasil dado que la revolución bajo el mando del General Basilio Muñoz, había abortado a pesar de que por dos días se habían hecho fuertes del pueblo de "Nico Pérez", donde libraron una dolorosa batalla con muertos y heridos, entre blancos y colorados, civiles y militares del Regimiento local, que mandaba el Teniente Coronel José Pollero.-
Años después también supieron por el vecino Adán Cabrera, que el hombre al cual doña Emiliana, le había "rogado una maldición", no le había pasado ninguna caballada disparando por arriba; por el contrario, gozando de muy buena salud andaba a caballo en la zona, visitando estancias y comprando lanas y cueros, para una barraca de Montevideo.....
(Escuchado a mi abuela María Rosa y al menor de sus hermanos: José Galileo Faliveni Dávila).-
Texto: Jorge Muniz.-
Vergara, 15 de julio del 2018.-

domingo, 8 de julio de 2018

"LA ESPUMITA DEL BOCAO"......
Los paisanos siempre estamos aprendiendo.-
Cuando nos sentamos a la orilla de un fogón, de ésos, con leña en el medio de la llanta de la carreta y las sillas que son "caderas o cabezas" de vaca, siempre tenemos que estar "con el repollo" o "las antenas", al servicio de los que más saben.....
Esta foto que todos pueden ver, me la cedió el amigo Sergio Ruben Pastorino Garcia, de los pagos de "Cerro Colorado", Florida y justamente trata de la tan mentada "doma de abajo" que la inventaron los indios y que los criollos la fueron mejorando en calidad hasta llamarla "Doma Racional".-
No se trata de ninguna crueldad, ni de "dadas de palo" por el lomo, por la cabeza o por la "tabla del pescuezo", ni de clavar espuelas hasta que los costillares sangren, que el hombre que es campero, jamás, le pega un chirlazo a un caballo ni le colorea los costillares a fuerza de espuelas tampoco....Porque sabe que el caballo, como el perro es el mejor aliado, rumbero y compañero que tiene campo afuera.-
Hay que tener mucha paciencia para domar- eso me lo decía Antolín Pereira, que "domaba de abajo"- al igual que el mestizo de indio Félix Terán (pariente de mi padre biológico) porque hay que tratar de entender y mucho "al viviente caballo".....
Y una de las tantas ciencias aplicada a la doma, es el secreto del "bocado" (que puede ir o no, apretando la lengua del caballo) y que es un aparato rudimentario de cuero, que "aprisiona" las dos quijadas del animal y por lógica, se convierte en el anuncio de lo que luego será el freno, porque ni qué hablar que el equino tiene que quedar con "la boca como seda". Da nada sirven los "pingos loros" que no obedecen ni a "frenos" ni a "riendas"......
Puede llevar meses el amanse del caballo y acá en la foto se ve algo muy llamativo saliendo de la boca del equino: "el bocao de pabilo" y "la espumita" de la cual hablaba tanto el payador Héctor Umpiérrez, que antes de andar con la guitarrita y las coplas había sido domador y tropero, en las estancias.-
"El bocao de pabilo", se confecciona con un "pabilo" de una lámpara a queroseno y el pingo que está con la boca bien ablandada, no lo revienta ni por juguete......
En cuanto a "la espumita", el paisano tiene que medir entre sus dedos la consistencia de la misma. Si es resistente, el pingo está a punto......Si se rompe entre los dedos, al pingo todavía le falta trabajo en la boca.....
Me contó alguna vez Carlitos Machado Pires (el hijo de Bairo) que el brasilero José Avelino Beledo, domaba el mismo sus caballos y cuando estaban prontos, los probaba con un pedazo de trapo como "bocao", que podía hasta ser un pañuelo de cuello de seda y si no lo reventaba, ese flete, bailaba en la boca......Daba hasta para robar alguna "querida" en el anca, como hizo el General Justino Muniz, con su primera esposa.....
Y los caballos del General Muniz, eran de pelo rosillo-moros. Si no eran de ese pelaje, no los quería.-
Tal vez el viejo que era caprichoso y cascarrabias, tenía recuerdos gratos de algún rosillo-moro, que por otra parte, son muy resistentes para el camino.-
(Agradecimiento a Sergio Ruben Pastorino Garcia).-
Texto: Jorge Muniz.-
Vergara, 8 de julio del 2018.-
"LA MEJOR MEDECINA"........
En la década de 1960, principìando la de 1970, cerca del Arrozal "El Palmar" en la Tercera Sección del Departamento de Treinta y Tres, existía un centro poblado de rancheríos al cual los lugareños y no tanto, le llamaban "El Pueblo de la Escopeta".-
Muchos Eguía, Roldán, Puentes, Pírez, Fernández, etc. nacieron y/ o vivieron en esa zona, cercana al río Tacuarí.-
Gente que se dedicaba a peonar en las estancias, a trabajar en las arroceras y a sembrar y cosechar las chacras de esas tierras consideradas "realengas"......Hasta boliche, bar y cancha de carreras, había en "La Escopeta".....
Estaba el bar de Pantaleón. Chiquito de tamaño, medio aindiado en la mirada, "sacador de pecho" para caminar, de cuchillo y revólver en la cintura y todito metido a bravo.-
Con la sinceridad de los paisanos de una época, Pantaleón, que había sido "milico del cuartel" en Montevideo y "capataz-encargao" como decía él, de la estancia de Vifredo Robaina (antigua casa de los Olano, en el Tacuarí) contaba las ganadas...pero, las perdidas también. Y todo, lo resumía en una frase que quedó para la historia y sobrevivió al galope incansable de varias generaciones: Yo ha dao, es muy verdad!.. Y no soy ningún relamido, pu´eso cuento.....Pero ha llevao, tamién !!!...
Obviamente que se refería a los líos de acciones (de palizas y de trompadas) y no de boca, que había tenido con otros compaisanos.-
Desde ahí, de la tierra de "La Escopeta", desde ese lugar lejano del Tacuarí, llegó al comercio de mi casa cierto día, un viejo alto y flaco, con la cara con más arrugas "que una cordión de dos hileras", bigote grande, sombrero requintado, buen pingo, bien montado y hablando a los gritos, como si estuviera "con la mancera" en la mano derecha y sujetando "la orejera" y sacudiendo "la picana" con la izquierda a los bueyes pachorrientos.....
Don Martínez, era de Melo y era el padre de la Nurse Martínez que fuera esposa del "Cholo" Monforte y durante muchos años trabajó como Jefa de Enfermería en el Hospital Regional de Treinta y Tres.-
El viejo era muy buena persona, muy trabajador y enseguida hizo amistad con mi padre.-
Era de los tiempos del "juir", del "juego", del "dentrar" y del "amalaya", tan usado en el vocabulario de los paisanos de tierra adentro.-
A veces venía en un carro de dos ruedas y traía zapallos "verruguientos" y choclos "a descrisión", para vender a todo aquel que quisiera. Medio corto en el lápiz, pero, se defendía para calcular y pesar en "una romanita" cuyo brazo quedaba casi que perdido entre sus imponentes manos.-
Manos surcadas "de tajos" provocados por el trabajo digno, en eterno diálogo y escuchas con la madre tierra.-
- Tengo unas coles don Antúnez.....Una cosa bárbara (y abría las manazas don Martínez para mostrar el diámetro de las mismas)....Pero mire tengo una que parece una "paragua", don, por el tamaño que tiene...Y qué tierra guena esa de "La Escopeta"...Amalaya le digo, es guena derecho.....Una tierra bien escura y como fofa...Yo soy hombre de la guerta...Tengo todito el sitio plantao al lao de mi rancho.....Y allí uté encuentra zanagoria, zapallo, zapalla de hacer dulce, moñatos, máiz catete, máiz común, coles, rabanitos, lechugas, acelgas, tomates....Gueno, lo qué pida y de todo un poco....
Y seguía prosa y prosa, el hombre viejo, hablando a los gritos y deshaciéndose en ademanes.....
Una mañana llegó al comercio de casa y tras los saludos de rigor, le preguntó a mi padre:- Y comuanda don Antúnez?
-Ah dejemé don Martínez, jodidazo de la pata derecha...
-Gué y que le pasó hombre, en la pata?
- Tengo un juanete don Martínez, que mire, me ha hecho ver las estrellas.....Se me inflamó la coyuntura del dedo grande y no puedo ni ponerme zapatos. Bueno, el otro día fui a un velorio y tuve que ir de alpargatas.....Pero le digo que hasta pa dormir me molesta.....Porque me rozan las sábanas y grito de dolor....
- Pero deje quieto hombre...No precisa ver dotor...Malhaya, yo tengo un remedio guenazo pa los juanetes....Pero mire, agarra un latón de esos de zinc y lo enyena hasta la mitá de agua, un poco menos y hace una salmuera y mete la pata lo más caliente que aguante......Tiene que ser todos los días don, y va ver uté que el cuero del juanete se va afinando y un día revienta y sale todito el mugrerío que tiene mezclao en la sangre muerta ...Y ahí, dejuro que se alivea enseguida....Haga y va ver y dispués se va acordar del viejo Martínez !!.....Gué y yo tenía juanetes y me los curé asina don Antúnez !!
Le viá decir la verdad: ES LA MEJOR MEDECINA QUE HAY PA ESE MAL !
Lo cierto del caso, es que mi padre (Antúnez), nacido y criado en las llanuras primorosas y eternas del "Rincón de Ramírez", siguió el consejo de don Martínez y poco tiempo después, hasta pudo calzarse zapatos y caminar en forma normal.......
Tiempo después, contaba para todos los que lo quisieran oir en el comercio:- Parece hasta mentira, que un viejo, un gaucho de allá de los "quintos apuraos", que ni debe saber escribir el nombre dél, me enseñó una "medecina" como dice él y me curó sin vueltas, de los juanetes que no había manera de aguantarlos !!
No precisé médico ninguno. El médico, fue el viejo Martínez nomás !
Texto: Jorge Muniz.-
Vergara, 8 de julio del 2018.-