domingo, 17 de junio de 2018

"LA ORDEÑADORA INVISIBLE"......
Sucedió en Vergara y en los inicios de la década de 1920, aproximadamente.-
Don Juan Techera (el padre de Hugo- el famoso golero de Vergarense F.C. y Jefe de Telégrafos en otros tiempos) tenía tambo en Vergara y con el transcurrir de los días comenzó a notar que había una de las vacas del plantel, que todas las mañanas aparecía "ordeñada"....
El viejo no le encontraba explicación al hecho, incluso varias noches "rondó" la zona donde se cobijaban "las lecheras" y no pudo ver ningún viviente ni cosa por el estilo que se aproximara sospechosamente a la mismas.-
Deseoso de terminar con el problema optó por ir a dar cuenta a la Policía y al no contar con una mínima pista para atar "los piolines" que permanecían sueltos, el Comisario José Germán Muiño (hombre de confianza del General Basilisio Saravia) cortó por los sano y destinó un guardiacivil para que pasara toda la noche, cuidando las vacas de don Juan.-
Y así fue que durante una semana entera, un pobre milico envuelto en el poncho durante todas las noches - sin faltar a ninguna- permaneció sentado o caminando en la vuelta de "las tamberas", aburrido de armar cigarros "de chala", de mirar las estrellas temblorosas, de escuchar algún ladrido de perros desvelados, de llenarse la cabeza con el "rasca-rasca" de los grillos de "El Charco" o de adivinar las voces y los pasos temblorosos, de las barras del día, sobre la superficie de la tierra.-
Nada pudo descubrir. Y todas las mañanas la vaca seguía apareciendo con la ubre desagotada....
Cambió la estrategia el Comisario Muiño. Y pensando que el milico que había mandado se dormía envuelto en el poncho, sin ver más nada, le pidió a su hombre de confianza el Sargento Casimiro Caballero que lo relevara al otro, que le descubriera de una vez por todas y que le trajera el ladrón "del pescuezo y a sablazos hasta la Comisaría"......
Caballero, un mestizo de indio guaraní, petiso, "saca-pecho", de pelo lacio y ojos verdes, que vivía con su mujer y gurises chicos en un rancho de terrón y paja, frente a la casona de don Guillermo Terra, había sido soldado del ejército colorado en la revuelta de 1904, a órdenes del propio Muiño; que figuraba como Capitán del ejército de Basilisio y de él, se contaba que tenía fama de "aguantador" y de celoso, en el cumplimiento de sus funciones policiales.-
Una noche oscura y sin luna del año 1917, lo agarró solo a Pedro Fasciolo (de los "tanos" que vivían en "El Oro") cruzando el puente sobre el arroyo Parao, en una "carretilla con martinica" (carro de cuatro ruedas con las delanteras bastante pequeñas y freno de mano) que contenía en su interior, un lote de kilos de tabaco y dos barriles de caña brasilera.-
Fasciolo, quiso conversarlo de todas maneras, pero el entonces guardiacivil Caballero, confiado en las potestades de su deber, con el caballo de la rienda y tomando cierta distancia por si tenía que desenvainar de apuro "el corvo" que pendía de su cintura, solo le dijo: - Usté, el carro y el contrabando pa la Comisaría....Ayá va y prosea con el Capitán....No creo que este entuerto se arregle fácil....Pero......
Y allá marcharon rumbo a la Seccional.-
 Fasciolo, en el carro, azuzando a sus caballos y Casimiro Caballero, montado en su pingo, como quien dice: "arreándolo" de atrás.-
"Prosiada" fue, que el carretillero quedó preso, el contrabando incautado, el carro y los caballos también presos hasta que el dueño quedara libre y Caballero, ascendido a Sargento, por disposición del mismo Comisario....
Bien sencillo todo.-
Así fue que el Sargento Caballero, se apersonó al tambo de Techera.-
Dos noches transcurrieron sin novedad de ningún viviente, a pesar de las constantes recorridas por el lugar donde estaban "las tamberas" y de las carencias de luz, alumbrándose a fuerza de un "yesquero"....
La tercera, fue la vencida....
Cerca de las 12 de la noche, Caballero, sentado en un banco de ceibo, había armado un cigarro y se disponía a darle fuego, cuando notó que una de las vacas se desprendía del grupo, se arrimaba a un costado del corral de "palo a pique" y comenzaba a mugir "como llamando al ternero"......
Dijo:- Aquí tá la cosa.....
Dejó el cigarro apagado, lo guardó en el bolsillo de la bombacha, se sacó el poncho sin hacer ruido, desenvainó "el corvo", lo sostuvo en la mano derecha y en un instante dado, atropelló rumbo a la vaca, con el "yesquero" prendido en la mano izquierda.-
No había ninguna persona en la vuelta de la rumiante, pero al bajar el "yesquero" recorriendo la anatomía del animal, le descubrió......una semejante culebra, pendida de una de las tetas.....
No pensó ni un minuto más.-
La mano fuerte y decidida, golpeó en la puerta principal de la casa de Muiño (que vivía enfrente a la misma Comisaría)...
-Qué pasa ?- gritó el Comisario desde adentro....
- Soy yo mi Capitán ! El Sargento Caballero....Le descubrí el ladrón de leche...Pero quiero que usté se levante y lo vea usté mismo....
- Y por qué no me lo trajo a sablazos, carajo?.....bramó el viejo Muiño...
- No mi Capitán, quiero que usté se levante, venga conmigo y vea lo qués el ladrón....
Pocos minutos después, el Comisario José Muiño y el Sargento Caballero, se dirigían a pasos largos, hacia el corral de don Juan Techera.-
En el lugar, el Sargento alumbró con su "yesquero", le mostró "el ladrón de leche" al Comisario y éste, más que sorprendido solo dijo:- Si me cuentan...digo que es mentira. Tenía que verlo para creer !!!.....

PD: Obviamente que esto es una leyenda que se gestó hace unos 900 años atrás, dado que la víbora no tiene "reflejo de succión", como los mamíferos y es lógico, que jamás podrá "mamar" en una vaca.-
Pueden ver en Internet, que este mito del cual se desconoce sus inicios y el motivo que lo construyó y aun lo nutre, se extendió por varias regiones de España, Alemania e Italia, llegando a la América del Sur "en las valijas" de algún inmigrante, vaya a saberse ahora, procedente de cual de los países antedichos.-
(Escuchado en Vergara a la finada Hilda Caballero de Ramos, en el año 2001).-
Texto: Jorge Muniz.-
Vergara, 17 de junio del 2018.-

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