domingo, 10 de junio de 2018

"LAS CONJETURAS DEL INDIO TERAN".....
Contaban los viejos de mi época de niño, luego de adolescente y después de joven, que uno de los mejores domadores de caballos que hubo en Vergara, fue: "El Indio" Terán.-
En realidad se llamaba Félix Terán, era mestizo de guaraní y era hijo de Pedro Terán y de Eugenia Jacinta Martínez, quien "por añadidura", era la madre de mi abuelo paterno Gregorio Muniz (muerto a los 32 años de edad, en la batalla del "Paso de los Carros" en mayo de 1904, mientras cargaba a caballo con la vanguardia colorada del Coronel Pablo Galarza Fleitas).-
Hermano de Cecilia y de Simona Terán (que murió con más de 100 años en Vergara y no necesitaba de lentes para enhebrar una aguja) este "Indio" de piel tirando a moreno, pelo lacio, petiso y algo retacón, no era otra cosa que "hermano por parte de madre" de mi abuelo paterno.-
"Enfrenando el bagual".-
Mi padre biológico José Muniz Sierig, lo sabía y por eso lo visitaba seguido y se trataban de "parientes".....Aunque las viejas chismosas de aquel tiempo (década de 1940) decían que desde el fondo del rancho del "pariente" Terán, mi padre (que también era morocho bastante "cargado") controlaba a una de las hijas del viejo Adramantino Cuello das Neves, que le decían "Nené" y que andando el tiempo, se convertiría en mi madre....
"El Indio" Terán ya compartía el rancho "sentimentalmente" con doña Inés Merlo y cuando no domaba caballos, se desempeñaba como tropero de haciendas y más haciendas con destino a "La Tablada".-
Desde allá retornaba con el cinto "buchón" de plata y lo primero que hacía cuanto llegaba a Vergara era surtir la despensa de su rancho, después comprarle ropas y calzados para doña Inés y para una sobrina que los acompañaba y el resto que le sobraba, lo gastaba en cualquier boliche tomando caña blanca, hasta salir de "lao a lao" y de "cuneta a cuneta"......
Todo lo de honesto y buena persona que era no estando borracho, lo perdía totalmente bajo los efectos del trago y aunque no rayaba en la deshonestidad de robar o jorobar al prójimo, se volvía "malevo", era peligroso y a la mujer y a la sobrina, les decía cualquier clase de "palabrotas" y "las puteaba" de arriba a abajo......
Como de la cintura nunca se le caía la faca, muchos, cuando lo veían entre la nebulosa del alcohol, trataban de evitarlo, pero un mediodía de esos, tuvo semejante lío con la Policía, frente a lo de mi abuelo Cuello en las orillas del barrio "La Concordia".-
No le dieron tiempo a echar mano a la faca. Pero borracho y todo no obedeció a diálogo ninguno y además tuvo que ser reducido a la fuerza, porque la caña de barril, lo había dejado "como un puma de malo".....
Allá tocaron con él de a pie y en una lucha casi que continua hasta la Comisaría, perdiendo en el camino uno de los guardiaciviles la gorra del uniforme y "El Indio", el sombrero que usaba.-
De él, también se cuenta que un mediodía de calor, en momentos que se retiraba para su rancho bastante "bien preparado", percibió por el camino que a la altura de su brazo y en un árbol de la calle, se había formado un camoatí. Verlo y desenfundar la faca, fue una cosa sola. Desafió el peligro latente y tras atropellar el nido de avispas, le hundió la hoja de acero una y otra vez hasta dejarlo destruido.-
Extrañamente, ninguna avispa lo picó, mientras "seseaban" en la vuelta de su maltratado físico, enfurecidas a más no poder.-
Quedó para la memoria del pago aquella frase que tanto utilizaba "cuando se cargaba en el frasco" o "comía semillas de trasparente" -como decía Paulo Araújo- : - Tu no hallas ?....
Cualquier prosa que "enrabara" estando borracho, enseguida afloraba el consabido:- Tu no hallas ?.....
Pero más allá de todo eso, la gente del pago seguía dándole caballos para domar, porque "El Indio", era de palabra, no bebía mientras trabajaba y además "domaba de abajo"- como lo hacían los antiguos charrúas y guaraníes.-
Cuando se trepaba al caballo, éste, pegaba solo unos corcovos y enseguida se le entregaba, con la boca "como una seda".-
El último caballo que domó en su vida, fue un moro que le habían regalado al "Tono" Zito (me refiero a Antonio Zito Bonelli) con el consiguiente compromiso de palabra:- Mirá gringo....te lo viá domar porque somos muy amigos, pero ya las piernas y los brazos no me ayudan. Estoy deshecho de los "porrazos" que me han pegado los caballos.....Y te viá decir la verdad más de las veces me han "volteao empedo"........(Como que "El Gringo" Tono, no supiera)....
Y así fue.-
"El Indio Viejo".-
Con la ayuda de Asunción Sequeira Dávila, conocido por "Sequeirón", Félix Terán, dio comienzo a la faena de conducir la doma del potro de "Tono".-
"Sequeirón", lo trajo a fuerza de "lazo" cinchándolo del cogote y "amurándolo" contra el palenque. Después vino el bozal y el cabresto para después, efectivizar la tarea de darle con "el cojinillo" por la cabeza, las patas y las manos. Salvado ese trance vino el tema "maneador" y potro al suelo, con el trabajo de agarrar la oreja que queda libre y sacudir la cabeza de arriba a abajo, tratando de que no se inclinara hacia ninguno de los costados. Esto lo hacían para que el animal no saliera "porfiado en la riendas". Posteriormente, le colocó "un bocado" de tiento grueso y llegaron los consabidos "tironeos de abajo". Cuando Félix Terán estimó de que el moro estaba listo para ponerle freno, esperó a que se hiciera la "luna menguante" así el caballo "no quedaba baboso". Seguidamente, lo largaron para un terreno con el freno puesto y cada 10 o 12 horas, se lo quitaban. Así, el moro empezó a acostumbrarse al freno y ese trabajo más o menos les insumió una semana.-
Cuando "El Indio" tuvo la necesidad de montar "el redomón", le "plantaron" las garras, pero ahí dos o tres más, tuvieron que ayudarlo a estribar y a subir, porque sus piernas casi que no le respondían.-
Con "Sequeirón" en otro caballo y "apadrinando" salieron al camino a trote y galope, castigando lo menos posible y tratando de que el caballo agarrara el paso normal.-
A los pocos meses y con todo el sacrificio y el empeño que ponía aquel famoso domador, "El Gringo Tono", tenía entre sus manos, flor de pingo.-
Fue chisme común y corriente en el pago que doña Inés, no le tenía miedo a su compañero por más borracho que estuviera, le hacía frente y cuando llegaba al rancho a los manotones con la puerta, la vieja, con el índice le marcaba el dormitorio y le ordenaba:- Andá acostarte mamao impalagoso!.....
Y "El Indio" se iba calladito....
Después de acostado, sí, le echaba la boca y la "rajaba" de arriba a abajo, pero la vieja, ni pelota le daba y más de una vez, lo levantó y le dio un baño "a balde" para que se le pasara "la tranca".-
Tiempo después, la sobrina se fue a vivir a Montevideo, pero nunca perdieron la comunicación con ella, porque les escribía dándoles noticias de ella y pidiéndoles a su vez, noticias de como estaban, los dos viejos.-
"El Indio" Félix ya caminaba con bastón y hacía tiempo que había dejado de andar a caballo, cuando un día recibieron una carta de la sobrina, donde de acuerdo a la palabra de la vecina que les leyó la misma, ésta, les comunicaba que iba a ser intervenida quirúrgicamente de la vesícula, que tenía que conseguir donantes de sangre y que por unos días iba a estar internada con suero intravenoso.....
Al escuchar atentamente el texto de la carta, el viejo asintió con la cabeza, pensó un instante y después le dijo a doña Inés:- Vieja, hacele saber a la pobrecita que no si haga problema ninguno por la operación....Qué todo va a salir bien, si Dios quiere!.....Y que no se priocupe con la sangre que yo hablo con el carnicero y le consigo en el abasto.....Y en cuánto al suero que dice, también decile que no hay problema y que yo mismo le consigo, con las viejas que hacen queso.!......
Después, cerrando sus conjeturas y tratando de afirmar lo dicho con aquella gallardía que lo caracterizó, le largó la consabida frase:- Tú no hallas?.....
(Escuchado a Prudencio Antúnez y a Pedro Domínguez)....
Texto: Jorge Muniz.-
Vergara, 10 de junio del 2018.-

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