En alguna
crónica de las tantas que he divulgado por este medio, me referí a Pedro Melo
de Portugal y Villena, nacido en Badajoz (Extremadura-Corona de España) el día
29 de abril de 1733 y que entre otras cosas fue: Guardiamarina del buque
“Perla”; Caballero de la “Orden de Santiago”; Gentilhombre de Cámara de S.M.
con ejercicio; Gobernador e Intendente del Paraguay entre los años 1778-1787 y
quinto Virrey del Río de la
Plata , entre los años 1795 a 1797.-
Se conservó
soltero, no dejó descendencia conocida y falleció en Montevideo, un día 15 de
abril de 1797, en pleno ejercicio de sus funciones.-
Su primer
apellido “Melo”, le aportó el nombre a la capital del Departamento de Cerro
Largo (República Oriental del Uruguay), quien desde el primer día de mensura y
gracias al Capitán de Infantería Agustín de la Rosa y Sarde de la Forest , un barcelonés,
nacido en 1759 aproximadamente, se denominó “Villa de Melo”…..Pero, no fue la
única. Porque también en la República
Argentina , el Virrey en cuestión, fue homenajeado con otra
“Villa de Melo”….
No voy a
detallar la obra que dejó Pedro Melo de Portugal a su fallecimiento, ya que se
encuentra en Internet al servicio de todos los interesados.-
Simplemente,
voy a referirme a cuatro hechos puntuales: 1) El nombre completo del Virrey,
era: Pedro José Antônio Melo de Portugal y de la Rocha Calderón …. 2) Al Virrey
le gustaba y practicaba el juego de las bochas. Sin embargo, tuvo que prohibir
este juego, porque a los pobladores se les tornó un vicio e irremediablemente,
afectaba en el rendimiento y mermaba las horas del trabajo… 3) Les prohibió
totalmente a los aguateros que extrajeran el líquido vital de la zona de “San
Telmo” – dado que allí se tiraba la basura de la ciudad de Buenos Aires y era
el lugar que usaban las lavanderas- pero además, los obligó a ir a la zona del
“Retiro” y por las dudas si alguno hacía oídos sordos al dictamen, les prometió
por escrito, castigarlos con: “multas y azotes”…..4) Su nombre también encontró
un lugar en la palabra escrita de Manuel Mujica Lainez, quien lo inmortalizó en
el cuento: “El Ilustre Amor”….
En el año
1797, el Virrey inquieto y cumplidor de las obligaciones emanadas de la realeza
española, decidió cruzar a la Banda Oriental
para dar una recorrida por la campaña y a la vez supervisar unas
fortificaciones que se estaban haciendo en Maldonado (uno de sus principales
desvelos era, detener el avance portugués).-
Antes de
hacer ese viaje concurrió a la
Iglesia de “San Juan Bautista”, un templo religioso que fuera
inaugurado el día 15 de agosto de 1795, ubicado en las actuales calles: Alsina
y Piedras de la ciudad de Buenos Aires y allí oró y pidió a las “Hermanas
Clarisas Capuchinas”, que lo tuvieran presente en sus oraciones ante Dios, para
que el viaje y las visitas planificadas se realizarán sin contratiempos.-
Cuenta la
historia, que en esa misma Iglesia un día 12 de agosto de 1806, elevó su
oración postrado de hinojos, ante “Santa Clara de Asís”, el militar francés
Santiago de Liniers, agradeciéndole por la Reconquista de Buenos
Aires, de manos del invasor inglés.-
Por consiguiente
esa acción y la coincidencia del día de la Reconquista , con la
fiesta de las hijas espirituales de “Santa Clara de Asís”, trajo aparejado que
el Cabildo bonaerense, designara a la virgen aludida como: “Patrona menor de la Ciudad ”….
Pero
también nos cuentan las crónicas de la época, que en el momento de retirarse de
la Iglesia el
Virrey Pedro Melo de Portugal, Sor Gregoria (una de las Capuchinas del Convento)
desde atrás de las rejas que la separaban de los fieles, le dijo: “Señor,
mándese sepultar aquí porque sus monjas son las que han de acordarse de
encomendarlo a Dios”….
Como un
extraño e inesperado vaticinio, el día 13 de abril de 1797, en oportunidad que
retornaba con su séquito desde la campaña hacia Montevideo, al llegar a Pando
(Departamento de Canelones), su caballo pisó mal, cayó y por ende lo tiró
violentamente al suelo, sufriendo heridas y un severo traumatismo en la
cabeza.-
Fue llevado
para Montevideo y agonizante, logró pedir a quienes rodeaban su lecho que de
sobrevenir la muerte, se le sepultara en la Iglesia de “San Juan Bautista” en Buenos Aires.-
Falleció el
día 15 y sus subordinados, acomodaron el cuerpo y lo velaron para que el pueblo
montevideano pudiera despedirlo. Luego, lo vistieron con el uniforme de
“Caballero de Santiago” y lo trasladaron en barco a la ciudad de Buenos Aires.-
Una vez
allá, el Cabildo y el pueblo le rindieron honores póstumos y a fin de cuentas, el
cuerpo recién fue sepultado el día 22, a la derecha del altar, casi frente a la
imagen de “Santa Clara de Asís” y bastante cerca de las rejas, que separaban a
las monjas de los fieles y donde él en vida, había mantenido la última charla
con Sor Gregoria.-
El epitafio
del sepulcro consigna en una parte: “Aquí yace por afecto a las vírgenes esposas
de Jesucristo, el Excmo. Señor D. Pedro Melo de Portugal y Villena”……..”Fallecido
a los 63 años, 11 meses y 16 días”.-
Mientras
que el día 27 de junio de 1795, el Capitán de la Rosa , fundaba la “Villa de
Melo” en Cerro Largo (Uruguay); el gobernador de Tucumán (Argentina) Rafael de
Sobremonte ( que después fue Virrey, entre los años 1804 a 1807) el día 1ero de
octubre de 1796, suscribía un decreto cuyo fragmento expongo en estas líneas: “ ….erigir
una villa útil, en el paraje aquí conocido como “La Piedra Blanca ”, jurisdicción de
San Luis de Loyola, procédase a la formación del pueblo, titulándose desde
ahora la “Villa de Melo”, en justa memoria del Excelentísimo Señor Nuestro actual
Virrey Don Pedro Melo de Portugal”…..
El 1ero de
enero de 1797, el Cura Francisco Regis Becerra (titular de la capilla “Nuestra
Señora del Rosario”), el Comandante de Armas Juan de Videla y su hijo menor
Ignacio, cumplieron con lo encomendado, fundando la “Villa de Melo”- (Provincia
de San Luis- Departamento de Junín) en el Noroeste de Buenos Aires y poniendo
la misma bajo el amparo de San Agustín, elegido como Santo Patrono.-
En el año
1864, una “ere” inoportuna, que nadie sabe de donde salió, alteró todo el panorama y de ahí en más, pasó
a denominarse “Villa de Merlo”…Y nunca más recuperó su nombre original.-
En el año
1910, el capellán Pedro Sardoy, descubrió que un camino de hormigas que llegaba
hasta el patio de la Iglesia
donde están sepultados ingleses, españoles y criollos, que participaron del
ataque y de la defensa de Buenos Aires en 1806, tenía su inicio en el sepulcro
virreinal.-
Los
principales del clero decidieron abrir el sepulcro y una vez hecha la maniobra,
comprobaron (al parecer, no lo sabían ni había quedado constancia de tal cosa)
que sobre el tórax del occiso reposaba una espada de plata y oro, empuñada por
la mano derecha y sostenida por la izquierda.-
La misma
fue retirada y luego de que limpiaran los huesos y exterminaran las hormigas, procedieron
a la fundición del arma. Con ella, hicieron una patena, cuyo servicio es
albergar las hostias, durante la celebración de la eucaristía.-
(Fuentes
consultadas: Apuntes diversos que obran en Internet).-
Texto:
Jorge Muniz.-
Vergara, 21 de noviembre del 2016.-
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