Rua "27 de Janeiro"- Yaguarón- Brasil |
General Basilio Muñoz Palacios |
EL SIMBOLISMO HISTÓRICO DE UNA CALLE…..
(Primera parte)
“LA TOMA DE YAGUARÓN”….
La foto que se
puede apreciar es del río Yaguarón, con la calle "27 de Janeiro" que
tiene su inicio o su culminación (depende de quien y de donde se la mire) en
ese extenso y sinuoso curso fluvial....
Su denominación de "27 de Janeiro", obedece a que un 27 de enero de 1865, la ciudad de Yaguarón en el marco de un enfrentamiento bélico, fue “tomada” por fuerzas orientales y en esa calle antedicha se desarrolló uno de los tantos combates épicos; con un epílogo donde orientales y brasileros, cada cual a su manera, se adjudicaron una victoria que al parecer se quedó inconclusa.-
En cuanto a los orientales tuvieron que retirarse al no lograr los objetivos propuestos (por un lado tratar de distraer y aflojar la presión de las tropas brasileras que secundaban al General Venancio Flores en su lucha por hacerse del poder en el Uruguay y por el otro, liberar a los esclavos y tratar de que los mismos, se rebelaran contra el Imperio del Brasil).-
A esa altura ya había caído Paysandú y había sido fusilado el General Leandro Gómez y sus principales lugartenientes.-
Flores, apoyado por tropas brasileras y argentinas, marchaba hacia Montevideo y el Presidente Atanasio de la Cruz Aguirre, desalentado por no conseguir el objetivo que se proponía tras la “Toma de Yaguarón”, ordenó que el “Ejército de la Vanguardia de la República Oriental”- pues así se denominaba- retornara a suelo uruguayo.-
Por su parte, los brasileros siguieron siendo dueños de sus dominios, victorearon a su modo la gloria conquistada, premiaron con el recuerdo perenne a sus bravos defensores y consiguieron que la ciudad de Yaguarón fuera elevada por el Imperio al rango de “Cidade Heroica”, título que hasta ahora ostenta.- ,
El ejército oriental compuesto por unos 1.800 hombres, estaba estructurado en casi su totalidad por soldados de Caballería y contaba con las Milicias de: Durazno, a órdenes del General Basilio Muñoz; de Porongos, a órdenes del Coronel Pedro Ferrer; de Florida, a órdenes del Coronel Timoteo Aparicio y el Cuerpo de Dragones, a órdenes del Comandante Ramón Nievas. El Jefe del Estado Mayor era el Coronel Santiago Botana y el Jefe del Detall, era el Sargento Mayor Nicolás Marfetán.-
Todo ese ejército respondía a órdenes del General Basilio Muñoz Palacios, hijo del correntino José Mariano Muñoz Ojeda (que se batió en la "Batalla de las Piedras" del lado del General Artigas) y de la argentina María Atanasia Palacios, de ideales blancos, nacido en la “Villa de Melo” en 1803, iniciado en el ejército artiguista en 1817 a órdenes del General Fructuoso Rivera y que además, era estanciero y abuelo del "3er. Basilio" (Escribano) que acompañó al General Aparicio Saravia en las revoluciones de 1897 y 1904.-
Por su parte Yaguarón estaba defendido por el Coronel de la Guardia Nacional Manoel Pereira Vargas, el que tenía bajo su mando unos 500 hombres- en su mayoría soldados de los Cuerpos de Caballería, otros que eran Infantes y el resto, habitantes de la ciudad, que se habían ofrecido como voluntarios- estructurándose el comando bajo las órdenes directas del Teniente Coronel Balbino Francisco de Souza (Jefe de los Cuerpos de Caballería 28º y 15º respectivamente) ; los Mayores José Antonio Corrêa da Cámara (Comandante de la Plaza), Joâo Simplício Ferreira (Comandante de la Sección de Reserva), Anacleto Ferreira Porto y el Capitán: Aparício José Barbosa (Jefe y Sub Jefe respectivamente, de la Caballería de la Guardia Nacional),-
Además contaban con los vapores de guerra “APA” y “CACHOEIRA”, que patrullaban la Laguna Merín y el río Yaguarón y que ese día, a la espera de los acontecimientos descritos, permanecían amarrados en el puerto.-
Muñoz, gran conocedor de la zona, había ingresado al suelo brasileño el día 25 de enero, por el denominado “Paso de la Armada” o “Paso de Almada”- nombre adquirido de un habitante de la zona que vivía del lado del Brasil- y uno de los tantos pasos en el río Yaguarón, no muy lejos del Pueblo “Las Cañas” y que actualmente está ubicado en dominios de la Seccional 12ª del Departamento de Cerro Largo.-
Por su parte el Coronel Pereira Vargas, desde hacía varios días atrás había sido anoticiado de la evolución de tropas militares desde Cerro Largo hacia la frontera y el día 20 de enero acuarteló la guarnición a su mando, mientras preparaba el centro de la ciudad, ordenando la construcción de trincheras y “barricadas” porque “a ojos vistos” el combate era inminente….
Basilio Muñoz (que entre otras cosas había sido amigo íntimo y subordinado cuando el auge de la Cisplatina del General Bento Gonçalves da Silva- por lo que se ganó el mote de “El Brasilero”-), arengaba a sus soldados mediante una proclama escrita: “Soldados! Vamos a pisar el territorio que el Imperio del Brasil nos tiene usurpado y es necesario que con vuestro valor y patriotismo reconquistemos su dominio, haciendo tremolar nuestro pabellón y dar libertad a los desgraciados hombres de color que gimen debajo del peso de la esclavitud, lo que la humanidad reprueba.-
Compatriotas! Nuestra misión es combatir por la libertad de nuestra patria, amenazada su libertad por el Imperio del Brasil. Para ese fin, solo combatiremos a los siervos de Don Pedro Segundo, hasta hacer comprender a ese ambicioso monarca que nosotros, los orientales, nunca seremos esclavos de su infame corona, si no libres e independientes.-
Compañeros! Solo recomiendo respeto a todos los vecinos pacíficos y a las familias, como habéis observado hasta aquí, sea brasilero o de cualquier otra nacionalidad, así pues, cumpliremos con las disposiciones del superior gobierno de la República y los deseos de vuestro general y amigo!! “.-
El día 26 acamparon a tres leguas de Yaguarón sobre “O Arroio do Meio” y el día 27, en horas tempranas de la mañana, su caballería atropelló – según los historiadores Ardao y Julio Castro- sable en mano, a una fuerza brasilera de 70 hombres a caballo, que había salido a reconocerlos bajo el mando del propio Coronel Pereira Vargas.-
La historias se entrecruzan……Y mientras los historiadores uruguayos indican que las fuerzas de Muñoz, llegaron hasta el corazón mismo de la ciudad sableando a “diestra y siniestra” a los contrincantes, los pares brasileros, argumentan que en realidad hubo una retirada honrosa, pero con el único fin de reconcentrarse, para resistir y defender la plaza.-
Cuentan que se formalizó un nutrido tiroteo entre defensores y atacantes, teniendo su punto álgido sobre la calle “27 de Janeiro” que en ese tiempo se denominaba “Rua das Praças”, mientras los vapores de guerra surtos en el puerto, disparaban sus cañones correspondientes.-
Próximo a las 13 horas, Muñoz retrocedió con su gente, ordenó redactar una nota al Coronel Pereira Vargas y se la envió por un chasque: “Sr. Coronel: Deseo evitar el derramamiento de sangre y los males consecuentes que sufriría esta ciudad en caso de una inútil resistencia, desde que V.S. (Vuestra Señoría) no tiene suficientes fuerzas en esa guarnición para evitar que sea tomada por las armas de la República, intimo pues a V.S. hasta las dos horas del día de hoy, para que V.S. haga entrega de esa ciudad rindiendo su fuerza y sus armas.-
El abajo firmante promete a V.S. todas las garantías necesarias para las vidas de todos los jefes, oficiales y tropa de esa guarnición, así como el respeto a los vecinos y familias pacíficas tanto brasileras como de cualquier nacionalidad.-
En el caso au V.S. no de cumplimiento a esta intimación, desde ya lo hago responsable de la sangre que pueda correr, etc etc (Fdo.) General Basilio Muñoz”…..
A la vuelta del chasque, contestó Pereira Vargas: “Excelentísimo Señor: Acuso recepción del oficio de V.E. (Vuestra Excelencia) intimándome para entregar esta guarnición a las dos de la tarde de hoy, para evitar el derramamiento de sangre y que sea tomada a la fuerza por las armas de la República Oriental del Uruguay, visto que a entender de V.E. no tengo fuerzas suficientes para la resistencia.-
Cúmpleme responder a V.E. que puede continuar ejecutando el plan de ataque a esta ciudad, porque la guarnición a mí comando jamás se entregará rindiendo a las fuerzas sus armas y V:E: será responsable de la sangre que corra y de los males supervenientes a la República, de la cual V.E. es el general en jefe del ejército de vanguardia, etc etc..(Fdo.) Coronel Manoel Pereira Vargas”….
Según sigue narrando la historiografía brasilera, a la hora quince de ese día, Basilio y sus soldados, volvieron a cargar por tres puntos distintos, contra la denodada resistencia de la guarnición brasilera.-
Guerrearon toda la tarde con resultado indeciso y al llegar la noche: “….a cáfila, enviada pela sanguinária comunhâo de Montevidéu, retirou-se, indo Jaguarâo acima, assasinando, roubando, e arrebatando escravos e cavalhada que encontraram”…..
A renglón seguido y llamativamente el historiador brasilero Antonio María Pinto deja constancia de que la guarnición de Yaguarón tuvo que lamentar: “Um morto e cinco feridos”….??......(Después de pelear toda la tarde)……
El muerto se trataba del Mayor de la Guardia Nacional Anacleto Ferreira Porto, “quem cargou de lança em riste” (quien cargó de lanza en ristre), mientras que de los heridos, no aporta sus nombres….
A todo esto, el historiador brasilero Léo Santos Brum, deja constancia que varios uruguayos afiliados al Partido Colorado, lucharon del lado de la guarnición brasilera y que la resistencia contó con habitantes de Yaguarón que no eran militares, como: el Comendador Joâo Rodrigues Barbosa, Fortunato Vergara, David Pereira da Rosa, Emigdio José de Sant´ana y Pedro Amaro da Silveira…..
Lo cierto del caso es que el Presidente Aguirre tuvo que entregar el mando a Tomás Villalba el día 15 de febrero de 1865, cuando Flores ya tenía sitiada la ciudad de Montevideo. Que el General Basilio Muñoz Palacios y el Coronel Timoteo Aparicio, tuvieron que exiliarse en Gualeguaychú (República Argentina), donde planeaban juntos una invasión al Uruguay, pero Muñoz no la pudo cristalizar, porque falleció en junio de 1869.-
El Coronel Manoel Pereira Vargas, quien fue condecorado como “Oficial da Ordem da Rosa” falleció ahogado el día 12 de diciembre de 1865, en momentos que montando a caballo, intentaba vadear el río Ibicuí, por el “Passo do Catarina”.-
Su cuerpo fue rescatado, trasladado a la ciudad de Yaguarón y sepultado en el cementerio “Das Irmandades”.-
En la Plaza “Dr. Alcides Marques” de la ciudad de Yaguarón, existe un monumento levantado a su memoria.-
(Fuentes: “Cadernos Jaguarenses do anos 1998 e 2015” editados por el Instituto Histórico e Geográfico do Jaguarâo y “Cuadernos de Marcha” del año 1971 con artículos suscritos por los historiadores: Ardao y Castro).-
Texto: Jorge Muniz.-
Vergara, 26 de noviembre del 2016.-
Su denominación de "27 de Janeiro", obedece a que un 27 de enero de 1865, la ciudad de Yaguarón en el marco de un enfrentamiento bélico, fue “tomada” por fuerzas orientales y en esa calle antedicha se desarrolló uno de los tantos combates épicos; con un epílogo donde orientales y brasileros, cada cual a su manera, se adjudicaron una victoria que al parecer se quedó inconclusa.-
En cuanto a los orientales tuvieron que retirarse al no lograr los objetivos propuestos (por un lado tratar de distraer y aflojar la presión de las tropas brasileras que secundaban al General Venancio Flores en su lucha por hacerse del poder en el Uruguay y por el otro, liberar a los esclavos y tratar de que los mismos, se rebelaran contra el Imperio del Brasil).-
A esa altura ya había caído Paysandú y había sido fusilado el General Leandro Gómez y sus principales lugartenientes.-
Flores, apoyado por tropas brasileras y argentinas, marchaba hacia Montevideo y el Presidente Atanasio de la Cruz Aguirre, desalentado por no conseguir el objetivo que se proponía tras la “Toma de Yaguarón”, ordenó que el “Ejército de la Vanguardia de la República Oriental”- pues así se denominaba- retornara a suelo uruguayo.-
Por su parte, los brasileros siguieron siendo dueños de sus dominios, victorearon a su modo la gloria conquistada, premiaron con el recuerdo perenne a sus bravos defensores y consiguieron que la ciudad de Yaguarón fuera elevada por el Imperio al rango de “Cidade Heroica”, título que hasta ahora ostenta.- ,
El ejército oriental compuesto por unos 1.800 hombres, estaba estructurado en casi su totalidad por soldados de Caballería y contaba con las Milicias de: Durazno, a órdenes del General Basilio Muñoz; de Porongos, a órdenes del Coronel Pedro Ferrer; de Florida, a órdenes del Coronel Timoteo Aparicio y el Cuerpo de Dragones, a órdenes del Comandante Ramón Nievas. El Jefe del Estado Mayor era el Coronel Santiago Botana y el Jefe del Detall, era el Sargento Mayor Nicolás Marfetán.-
Todo ese ejército respondía a órdenes del General Basilio Muñoz Palacios, hijo del correntino José Mariano Muñoz Ojeda (que se batió en la "Batalla de las Piedras" del lado del General Artigas) y de la argentina María Atanasia Palacios, de ideales blancos, nacido en la “Villa de Melo” en 1803, iniciado en el ejército artiguista en 1817 a órdenes del General Fructuoso Rivera y que además, era estanciero y abuelo del "3er. Basilio" (Escribano) que acompañó al General Aparicio Saravia en las revoluciones de 1897 y 1904.-
Por su parte Yaguarón estaba defendido por el Coronel de la Guardia Nacional Manoel Pereira Vargas, el que tenía bajo su mando unos 500 hombres- en su mayoría soldados de los Cuerpos de Caballería, otros que eran Infantes y el resto, habitantes de la ciudad, que se habían ofrecido como voluntarios- estructurándose el comando bajo las órdenes directas del Teniente Coronel Balbino Francisco de Souza (Jefe de los Cuerpos de Caballería 28º y 15º respectivamente) ; los Mayores José Antonio Corrêa da Cámara (Comandante de la Plaza), Joâo Simplício Ferreira (Comandante de la Sección de Reserva), Anacleto Ferreira Porto y el Capitán: Aparício José Barbosa (Jefe y Sub Jefe respectivamente, de la Caballería de la Guardia Nacional),-
Además contaban con los vapores de guerra “APA” y “CACHOEIRA”, que patrullaban la Laguna Merín y el río Yaguarón y que ese día, a la espera de los acontecimientos descritos, permanecían amarrados en el puerto.-
Muñoz, gran conocedor de la zona, había ingresado al suelo brasileño el día 25 de enero, por el denominado “Paso de la Armada” o “Paso de Almada”- nombre adquirido de un habitante de la zona que vivía del lado del Brasil- y uno de los tantos pasos en el río Yaguarón, no muy lejos del Pueblo “Las Cañas” y que actualmente está ubicado en dominios de la Seccional 12ª del Departamento de Cerro Largo.-
Por su parte el Coronel Pereira Vargas, desde hacía varios días atrás había sido anoticiado de la evolución de tropas militares desde Cerro Largo hacia la frontera y el día 20 de enero acuarteló la guarnición a su mando, mientras preparaba el centro de la ciudad, ordenando la construcción de trincheras y “barricadas” porque “a ojos vistos” el combate era inminente….
Basilio Muñoz (que entre otras cosas había sido amigo íntimo y subordinado cuando el auge de la Cisplatina del General Bento Gonçalves da Silva- por lo que se ganó el mote de “El Brasilero”-), arengaba a sus soldados mediante una proclama escrita: “Soldados! Vamos a pisar el territorio que el Imperio del Brasil nos tiene usurpado y es necesario que con vuestro valor y patriotismo reconquistemos su dominio, haciendo tremolar nuestro pabellón y dar libertad a los desgraciados hombres de color que gimen debajo del peso de la esclavitud, lo que la humanidad reprueba.-
Compatriotas! Nuestra misión es combatir por la libertad de nuestra patria, amenazada su libertad por el Imperio del Brasil. Para ese fin, solo combatiremos a los siervos de Don Pedro Segundo, hasta hacer comprender a ese ambicioso monarca que nosotros, los orientales, nunca seremos esclavos de su infame corona, si no libres e independientes.-
Compañeros! Solo recomiendo respeto a todos los vecinos pacíficos y a las familias, como habéis observado hasta aquí, sea brasilero o de cualquier otra nacionalidad, así pues, cumpliremos con las disposiciones del superior gobierno de la República y los deseos de vuestro general y amigo!! “.-
El día 26 acamparon a tres leguas de Yaguarón sobre “O Arroio do Meio” y el día 27, en horas tempranas de la mañana, su caballería atropelló – según los historiadores Ardao y Julio Castro- sable en mano, a una fuerza brasilera de 70 hombres a caballo, que había salido a reconocerlos bajo el mando del propio Coronel Pereira Vargas.-
La historias se entrecruzan……Y mientras los historiadores uruguayos indican que las fuerzas de Muñoz, llegaron hasta el corazón mismo de la ciudad sableando a “diestra y siniestra” a los contrincantes, los pares brasileros, argumentan que en realidad hubo una retirada honrosa, pero con el único fin de reconcentrarse, para resistir y defender la plaza.-
Cuentan que se formalizó un nutrido tiroteo entre defensores y atacantes, teniendo su punto álgido sobre la calle “27 de Janeiro” que en ese tiempo se denominaba “Rua das Praças”, mientras los vapores de guerra surtos en el puerto, disparaban sus cañones correspondientes.-
Próximo a las 13 horas, Muñoz retrocedió con su gente, ordenó redactar una nota al Coronel Pereira Vargas y se la envió por un chasque: “Sr. Coronel: Deseo evitar el derramamiento de sangre y los males consecuentes que sufriría esta ciudad en caso de una inútil resistencia, desde que V.S. (Vuestra Señoría) no tiene suficientes fuerzas en esa guarnición para evitar que sea tomada por las armas de la República, intimo pues a V.S. hasta las dos horas del día de hoy, para que V.S. haga entrega de esa ciudad rindiendo su fuerza y sus armas.-
El abajo firmante promete a V.S. todas las garantías necesarias para las vidas de todos los jefes, oficiales y tropa de esa guarnición, así como el respeto a los vecinos y familias pacíficas tanto brasileras como de cualquier nacionalidad.-
En el caso au V.S. no de cumplimiento a esta intimación, desde ya lo hago responsable de la sangre que pueda correr, etc etc (Fdo.) General Basilio Muñoz”…..
A la vuelta del chasque, contestó Pereira Vargas: “Excelentísimo Señor: Acuso recepción del oficio de V.E. (Vuestra Excelencia) intimándome para entregar esta guarnición a las dos de la tarde de hoy, para evitar el derramamiento de sangre y que sea tomada a la fuerza por las armas de la República Oriental del Uruguay, visto que a entender de V.E. no tengo fuerzas suficientes para la resistencia.-
Cúmpleme responder a V.E. que puede continuar ejecutando el plan de ataque a esta ciudad, porque la guarnición a mí comando jamás se entregará rindiendo a las fuerzas sus armas y V:E: será responsable de la sangre que corra y de los males supervenientes a la República, de la cual V.E. es el general en jefe del ejército de vanguardia, etc etc..(Fdo.) Coronel Manoel Pereira Vargas”….
Según sigue narrando la historiografía brasilera, a la hora quince de ese día, Basilio y sus soldados, volvieron a cargar por tres puntos distintos, contra la denodada resistencia de la guarnición brasilera.-
Guerrearon toda la tarde con resultado indeciso y al llegar la noche: “….a cáfila, enviada pela sanguinária comunhâo de Montevidéu, retirou-se, indo Jaguarâo acima, assasinando, roubando, e arrebatando escravos e cavalhada que encontraram”…..
A renglón seguido y llamativamente el historiador brasilero Antonio María Pinto deja constancia de que la guarnición de Yaguarón tuvo que lamentar: “Um morto e cinco feridos”….??......(Después de pelear toda la tarde)……
El muerto se trataba del Mayor de la Guardia Nacional Anacleto Ferreira Porto, “quem cargou de lança em riste” (quien cargó de lanza en ristre), mientras que de los heridos, no aporta sus nombres….
A todo esto, el historiador brasilero Léo Santos Brum, deja constancia que varios uruguayos afiliados al Partido Colorado, lucharon del lado de la guarnición brasilera y que la resistencia contó con habitantes de Yaguarón que no eran militares, como: el Comendador Joâo Rodrigues Barbosa, Fortunato Vergara, David Pereira da Rosa, Emigdio José de Sant´ana y Pedro Amaro da Silveira…..
Lo cierto del caso es que el Presidente Aguirre tuvo que entregar el mando a Tomás Villalba el día 15 de febrero de 1865, cuando Flores ya tenía sitiada la ciudad de Montevideo. Que el General Basilio Muñoz Palacios y el Coronel Timoteo Aparicio, tuvieron que exiliarse en Gualeguaychú (República Argentina), donde planeaban juntos una invasión al Uruguay, pero Muñoz no la pudo cristalizar, porque falleció en junio de 1869.-
El Coronel Manoel Pereira Vargas, quien fue condecorado como “Oficial da Ordem da Rosa” falleció ahogado el día 12 de diciembre de 1865, en momentos que montando a caballo, intentaba vadear el río Ibicuí, por el “Passo do Catarina”.-
Su cuerpo fue rescatado, trasladado a la ciudad de Yaguarón y sepultado en el cementerio “Das Irmandades”.-
En la Plaza “Dr. Alcides Marques” de la ciudad de Yaguarón, existe un monumento levantado a su memoria.-
(Fuentes: “Cadernos Jaguarenses do anos 1998 e 2015” editados por el Instituto Histórico e Geográfico do Jaguarâo y “Cuadernos de Marcha” del año 1971 con artículos suscritos por los historiadores: Ardao y Castro).-
Texto: Jorge Muniz.-
Vergara, 26 de noviembre del 2016.-
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