Nancy Silvera con su estilo campero |
Kico y Ana María (hijos de Nancy) con Jorge Muniz- Plaza "Confraternidad" de Vergara, en mayo del 2015 |
HOMENAJE A LA POETISA VERGARENSE ,
ALAÍDES NANCY SILVERA…..
Señoras,
Señores:
Mis
primeras palabras, sean de felicitaciones para el Director y demás integrantes
de la Mega 98.5,
con motivo de un nuevo aniversario.-
Les deseo a
todos los integrantes de la misma, muchos éxitos, mucha ventura personal y
larga permanencia en el mundo de las Comunicaciones.-
Esas
comunicaciones, que día tras día van extendiendo sus pasos. Que permiten, que las
palabras entregadas al infinito, atraviesen distintas barreras geográficas y
que sean escuchadas en varios lugares del planeta.-
“Somos
viajeros siderales”- vaticinaba en 1980, la poetisa vergarense Rosa Batalla Fagúndez.
Y desde mi punto de vista, creo que tenía muchas razones, para considerar ese
tema.-
Gracias a
la magia de la comunicación, hoy, podemos decir con certeza que las fronteras
del conocimiento alcanzan límites insospechables. Que tenemos al mundo mismo en
el interior de nuestras casas, que gracias al avance cibernético, las distancias
han sido vencidas y es una realidad tangible, la de que “somos viajeros
siderales”….
Pero más
allá de todo eso, también hay algo que a muchos, nos preocupa. Y en ese
sentido, podemos inferir de alguna forma, que estamos anulando el nexo
comunicativo con nuestro interior. Como que hemos dejado de hablar con nosotros
mismos. Que olvidamos nuestras emociones, nuestros recuerdos, nuestra gente y
que por sobre todas las cosas, olvidamos las tradiciones de los pueblos y dejamos
de lado, el afecto y la identidad que nos distingue como seres humanos.-
Apelando a
la herramienta básica que brinda la comunicación, pienso y concluyo, que no es
aconsejable el postergar, ni el olvidar, ni el dejar de lado, aquel camino
amplio y generoso que con tanta dedicación y esmero, forjaron y cuidaron nuestros
antecesores…
Con esa
convicción de manifiesto, me propongo recordar a una hija dilecta de este suelo
vergarense. Que se llamó Alaídes Nancy Silvera y que nació un día 7 de mayo de
1929.-
Hija de un
hogar humilde. Dio sus primeros pasos, en una casa de la calle Fortunato Jara, cerca
del monte del Parao. No muy lejos de lo de Aldino Zuluaga y contigua, al rancho
“de dos aguas” del “farolero” Rufino Silva.-
Desde niña,
se mostró partícipe de la tradición campera. Y sutilmente, comulgó con aquel crisol
de vidas, de costumbres, de sufrimientos y de desafíos diarios, que le ponía entre
sus manos, aquel Vergara de otra época.-
Ese fue su
mundo primigenio. Y de él, extrajo la sencillez, la humildad y la inspiración
para darle forma a sus poesías.-
Nada le fue
ajeno. Y así como bebió del canto de los pájaros, también supo del murmullo del
agua cristalina del arroyo, de los amaneceres azulados y del rojo encendido de
los crepúsculos vespertinos.-
Supo del
repiqueteo de las campanas de la
Iglesia , de la misa de los domingos, de la brisa de los
árboles de la Plaza
y de las somnolientas calles de tierra.-
Supo de las
noches de “El Charco”. Donde los grillos, pellizcaban la piel del silencio.
Donde los misterios se volvían leyendas. Donde la guitarra y la voz de Alquides
Correa o el silbo prolongado de la flauta dulce de Nilo Bonilla, se propagaban
por el aire tibio. Indicando, que había bailes “de candil” y “a vintén” en el
rancho esquinero de doña Filomena Sequeira o en el rancho de fajina, del
“Patita” Cándido…
Pero un día,
tuvo que dejar el pago viejo. Porque se lo imponía el matrimonio y la llamaban
sus propios sueños interiores…
Estudió
Magisterio, sin llegar a recibirse. Abrazó la religión católica, confraternizó
con las ideas preclaras del artiguismo, tuvo hijos y creció en el sentir y en
el decir de la poesía criolla. Participó de la “Cruzada Gaucha” de Dalton Rosas
Riolfo, escribió un libro, actuó en escenarios dentro y fuera del país…..pero
siempre, retornó a Vergara…
Siempre,
estuvo al lado de su gente. Y todos los años, recorría sus vecinos, sus amigos
y aquellos dueños de la noche y de la bohemia, que representaban entre muchos
más: Casiano Bonilla, los hermanos Lucas, “Pancho” Moreno, Rosendo Pereira,
“Vierita” o “Don Capincho”, con el acordeón de “dos hileras”….
Siempre
retornó a su pueblo… Y sin jactancias ni altanerías, dueña de una singular
modestia, donó lápices, donó cuadernos y donó hojas, para los niños y las niñas
de las Escuelas de Vergara…
Ese secreto
se lo llevó a la tumba. Y uno de los pocos que lo sabía, era José Nicolás
Sarasola. Su amigo del alma. Que conocía de sus logros, de sus luchas con el
destino y de sus sufrimientos existenciales….
Nancy
Silvera, falleció en Montevideo, donde residía, un 13 de mayo de 1975, a los 44 años de
edad….
Había
pedido descansar en el cementerio de Vergara. Y cumpliendo con sus palabras, el
18 de mayo de 1983, sus hijos, llegaron a este solar, trayendo la urna que
contenía sus restos.-
Nos quedó y
nos queda de ella, la dignidad de su trayectoria, el ejemplo de su modestia, el
don de la amistad, la convicción de su fe inquebrantable, la coherencia de sus
ideales y el amor irredimible por la tradiciones camperas.-
Nos quedó y
nos queda de ella, el amor inconmensurable por Vergara y el orgullo latente de
no negar jamás, que había nacido en esta tierra que besa el Parao.-
Como
custodios de su nombre, tenemos la obligación de perpetuarlo a las nuevas
generaciones. Y tenemos la suficiente tranquilidad de espíritu que a esta hora
y en este día, el pueblo, su pueblo de Vergara, le brinda con la caricia del
alma, su más cálido y su más sincero homenaje.-
Muchas
gracias.-
Vergara,
3 de mayo del 2015
(Leído por el autor en las instalaciones del
Club Centro Pallotti, en el evento realizado por la emisora de Vergara, Mega Fm
98.5)
Texto: Jorge Muniz.-
Vergara, 23 de noviembre del 2016.-
Nancy Silvera en una de sus tantas presentaciones radiales, con amigos |
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